:::
Su mapa, presidente
Camps no deja de sonreir a la cámara. Está que se sale. Ayer en las Cortes volvió a recordar que la Comunidad es reconocida "más en el mundo que nunca, y cuenta con una fuerza, un orgullo, y una estima que no había tenido en décadas anteriores". Pero es que un par de días antes, en el acto de nombramiento de los alcaldables del partido en los municipios de más de veinte mil habitantes, el hombre prometió "austeridad" para el próximo mandato sin por ello renunciar a colocar la cuña de que "nunca se ha gestionado mejor" que como lo ha hecho este Consell. Presidente: hoy -por ayer- hace un día malo, desagradable. El frío cala los huesos y amenaza con ir en aumento. Si me asomo a la ventana y grito qué día tan maravilloso tenemos, ¿por qué cree que me tomarían los paisanos? Y le aseguro que ni estoy derrotista ni pretendo destruir nada. Todo lo contrario. Me pilla animadete. Pero el día es malo, presidente. Y las cifras de desempleo a las que se ha aupado la Comunidad, referencia mundial por supuesto, producen escalofrío. Ya sé que usted no tiene arte ni parte, y que todo esto es obra del maldito Zapatero, pero miles de familias afincadas en el territorio que sus colaboradores administran, lo están pasando regulín. Y no les queda demasiadas ganas de reirse. También le cuento, porque es probable que no se haya enterado, que resulta imposible dar dos pasos sin que empresarios decentes y ejecutivos concienzudos de sociedades de todos los colores no se quejen amargamente de los posibles que ese Gobierno tan divino que dirige les adeuda y que están estragulando o mediatizando de modo considerable su actividad. Y no son ni uno ni dos. Tampoco son troskistas y ni siquiera socialistas. Algunos de ellos han sido los regeneradores de su partido en una época complicada, gracias a cuyo esfuerzo usted puede hoy enseñorearse de la maquinaria con la que cuenta a su servicio. Esa pléyade impulsora de riqueza a la que me refiero, que se contiene para no mostrar su hastío, está hasta allí de ese modo de actuar por el que se viene primando tan campantes a una casta de desahogados en lugar de al emprendedor cabal. De verdad que este es el tiempo que hace, presidente. Pero, claro, es en la calle.
:::
No hay comentarios:
Publicar un comentario