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El Sr. Rajoy lo tiene muy difícil. Por un lado le asaltan las acusaciones de corrupción que uno de sus principales imputados en la Comunidad Valenciana no aclara, presuntamente oculta una verdad de la que todo el pueblo valenciano sospecha, ya que de otra forma ya hubiese demandado esa acción de protesta de quién ante la justicia es un punto más débil. Lo cual hace suponer que el PP no trata a todos sus afiliados por igual, pues al Sr. Costa, número dos de su propio gobierno valenciano lo decapitaron apenas hubo sospechas de su problabe imputación, que junto al Sr. Fabra y otros muchos secuaces les toca de lleno por la acusación de la financiación ilegal de su partido; así pues cuanto más protesta más se le ve el plumero, más grande se le hace la bola, hasta que por su propio peso le arrastre tambie a él, a lo más profundo de una increible credibilidad.
Sigan hablando de su tema de coorrupción, eso les hará más sospechosos de un acto extendido a todo su partido y en todas las comunidades donde gobiernan.
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