El jefe del Consell rechaza valorar la manifestación de Valencia en la que se exigió su dimisión
Vicente Rambla, Francisco Camps, Alberto Fabra y Manuel Cervera, durante la romería de Castellón. información
Ajeno a las críticas, como de costumbre, el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, declinó ayer realizar valoraciones sobre la multitudinaria marcha que recorrió este pasado sábado las calles de Valencia en la que se denunció la corrupción y se exigió su dimisión. Tras ser cuestionado durante la romería de las cañas de Castellón por esa manifestación, el jefe del Consell se limitó a apuntar que se siente con la "fuerza" de contar con el "calor y cariño" de la "inmensa" mayoría de los ciudadanos.
Camps apuntó que el sábado fue "precioso" porque tuvo "la enorme suerte de inaugurar una plaza de toros en Villena, con 5.000 personas ilusionadísimas por un proyecto con el que me comprometí hace cuatro años". Y añadió: "Es muy bonito, pues por donde voy me encuentro con gente excepcional, llena de ilusión y compromiso por esta tierra y, sobre todo, convencida de que todo lo que nos proponemos, juntos lo vamos consiguiendo".
Al ser cuestionado sobre sus problemas de espalda, el presidente de la Generalitat dijo que "a ratos" le duele "un poquito", pero dijo estar "en muy buenas manos, con un equipo médico excepcional que va viendo la evolución del problema. Y me han dicho que más del 60 por cien de los españoles también padece de algún problema de espalda".
Defiende las inauguraciones
Además destacó que está intentando "ir a todos los sitios, compaginar y compatibilizar de la mejor manera posible estos hermosos días en los que tenemos la oportunidad los que llevamos tantos años al frente de las instituciones democráticas de explicar a nuestros conciudadanos el trabajo que hemos hecho y el que queremos seguir haciendo". Y concluyó: "Tengo además el cariño de todos ustedes y noto el cariño de miles y miles de personas que por donde voy me van animando, me dicen "adelante presidente" y que están conmigo, y entienden perfectamente el esfuerzo que tenemos que hacer todos los días".
Por el contrario, el presidente del PSOE, Manuel Chaves, se mostró ayer convencido en Valencia de que el PSPV va a "hacer historia" en las elecciones del próximo 22 de mayo, y hará "que pasen a la historia la corrupción, los tiempos de la manipulación, la mentira y la desidia". El dirigente socialista subrayó que el secretario general del PSPV y candidato a la presidencia de la Generalitat, Jorge Alarte, va a presidir una Comunidad que tiene que recuperar "su prestigio y su papel de vanguardia en el conjunto de España".
El vicepresidente tercero del Gobierno insistió en que "no puede haber espacio para la resignación" ni en España ni en la Comunidad, y reivindicó que "no ha habido en la historia reciente de la Comunidad Valenciana un mayor compromiso con esta Comunidad que el que ha llevado a cabo el Gobierno de Zapatero".
Alarte, por su lado, recalcó que los socialistas representan la alternativa frente a "la corrupción, el nepotismo, el dinero fácil y la desvergüenza" registrada "en los últimos años en la Generalitat". Además se comprometió a que su partido trabajará para que en el futuro, ningún valenciano "vuelva a sentirse avergonzado" de su Gobierno.
Ante los centenares de militantes congregados en el Complejo Deportivo-Cultural de La Petxina con motivo de la presentación de las candidaturas municipales del PSPV de la provincia de Valencia, Alarte animó a los candidatos a que "salgan a la calle" con las siglas del PSOE y demuestren que "no tenemos vergüenza de nada" y que estén "más que nunca, orgullosos de quien son". "Nosotros -continuó Alarte- nos sentimos muy orgullosos de todos los nuestros, no tenemos que ocultar las fotos de nadie y no hacemos una campaña como ellos -en referencia al PP-, que no se atreve a poner a Camps en ningún sitio".
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