Estamos siendo estos días bombadedos por unas noticias que recoge la prensa nacional, por doquier; recoge, repetimos, una serie de buenos propósitos para el año que viene, que de no ser que ya estámos hartos de tanta palabrería como la que utilizan irónicamente nuestros políticos, igual nos lo llegaríamos a creer y todo. Menos mal que ya tenemos aprendida la lección y no nos creemos de ellos (sean de la tendencia que sean, todos son lo mismo, o por lo meos así parecen actuar) absolutamente nada, pues ¿no será que estamos en una indisimulada campaña electoral, de la cual los medios de comunicación les dan eco y pávulo, con lo que les dan una especie de crédito que carecen?...
Nosotros así es como lo vemos, mientras no recojamos las palabras que dicen con lápiz y libreta, éllos seguirán diciéndonos mentiras, perdón, embustes suena mejor, aunque tengan la nariz como el propio pinocho de larga, tanto que han de ir con la mano sujetándosela para que no se den de bruces con élla.
Si no son capaces de llegar a un acuerdo con la implantación de la Ley de Dependencia como vamos a creeros nada de éllos. Mucho menos si son de la comunidad valenciana, dónde les crece la nariz más que a ningún otro político de nuestro estado.
Pero en fin, habrémos de tener paciencia, peor sería si tuviesemos que aguantar la disciplina militar que es, además de totalitaria, antidemocrática.
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