A que se deberá este extraño fenómeno, que todo aquel que llega al poder esta sumiso ante el dinero, de tal modo que, aún a sabiendas, se verá alguna vez tentado y no pone los medios para que esto jamás le ocurra.
Soy conciente de lo que digo y conozco los riesgos que eso conlleva, sin embargo por que lo reconozo, pienso que antes de relamerme como lo hacen los gatos, yo mismo y para mayor seguridad de mi exquisita honradez, pondría ante mi gestión a una persona que se encargara de fiscalizarme cada acto público que me acercase a esta extremada tentacion, pués sé sobradamente que, poniéndome donde hubiese de lo demás me habría de encargar yo, por eso, porque la tentación es muy traidora y como persona se que podría un día caer en deshonra, pués es muy fácil decir que uno es honrado, sí ¿pero has estado tú solo alguna vez para ponerte a prueba y aseverar que es cierto, que no te has dejado seducir por este vil metal de nuestros pesares? Si no ha sido así, dificilmente podrás comprobar tu honradez, sin ponerte una serie de personas que fiscalice tus soledades con la dichosa mala tentación.
Pués eso mismo le ocurre, o deba de ocurrirle, a un político, que siendo anteriormente una persona con una honestidad probada, luego cuando se vé a solas, complacer a esta señora tentación, es cuando uno se corrompe y delinque, porque es facilísimo hacerlo, tan solo insinuar un gusto, un placer... alguien más corrupto que tú, saldra a tú encuentro y te complacerá es etentado deseo que anteriormente no podías asumir y que sin embargo ahora lo consigues con la mínima insinuación, pero no lo hacen por tí, sino por lo que seguidamente le vas a conceder, pues el dinero que tienes que administrar no es el tuyo, es del erario público al que te debes, pués es quien te ha elegido para que les gobiernes, para que le administres, no para caer ante una vulgar tentación, pués es como a una doncella, que una vez la cubres ya da lo mismo una que veinte, que más dá, el gusto en poseer lo que tu has querido te allana el camino, no el adecuado, quizá el más dificil, cual sería que saliese del sudor de tú frente, no del sudor del de enfrente, que no es lo mismo. Pués ya está la niña dispuesta a todo lo que le venga encima, ya una vez perdida su candorosa incredulidad, advierte muy complacida que ¿de vez en cuando ? hay que sentir ese gusto por lo ajeno. ¿Comprendes? Pués si me he sabido explicar, aquí he dejado plasmado (aunque alguien más versado lo pudiera decir mejor que yo) lo fácil que es caer en la tentación. Esa que tan de moda ahora está, eso mismo que tú has pensado, la CORRUPCIÓN.
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