Los alumnos del ´José Tomás´ exigen con un concierto de protesta el nuevo conservatorio
Estudiantes, padres y profesores toman la Plaza del Ayuntamiento para pedir con música que se agilice el proyecto ante el peligro del edificio de San Fernando
Con música instrumental, pasodobles y villancicos. Los alumnos del Conservatorio José Tomás de Alicante reivindicaron ayer tarde con un concierto improvisado en la vía pública que se agilice la construcción del nuevo centro, cuyos planos están redactados desde 2007 y que tiene licencia de obras, ante el peligro que representa dar clases en el edificio de la calle San Fernando, donde asisten alrededor de 300 niños de 8 a 12 años, y que a principios de mes sufrió un desprendimiento de los techos de escayola tras lo cual han aparecido grietas. El concierto protesta tuvo lugar durante una hora y media en la Plaza del Ayuntamiento pese a que el grupo de gobierno había intentado evitarlo proponiendo cambiar el emplazamiento a Tabacalera porque, según los padres, el Mercado de Cascaruja instalado con motivo de la Navidad impedía mantener el escenario que el domingo sí se puso para el concurso de villancicos de Hogueras.
Los alumnos estuvieron acompañados por padres, profesores y dirección, que desplegaron pancartas con los mensajes "Nuevo conservatorio ya", "Sonia, sigue ayudándonos" -dirigida expresamente a la alcaldesa- o "Por el nuevo Conservatorio Profesional de Música de Alicante". Entre 400 y 500 personas apoyaron esta reivindicación que comenzó y acabó con música, bajo la dirección del profesor de orquesta Francisco Amaya. "El centro de la calle San Fernando no tiene condiciones de seguridad y la escalera de incendios es un peligro pero hasta ahora nadie ha denunciado, ni padres, ni alumnos ni bomberos". Amaya, que dirigió la interpretación de piezas como "Las playas de Río", "La pantera rosa" o "Moonlight serenade", entre otras, añadió que "queremos que estos alumnos sean educados perfectamente. Son gente culta. Los músicos aprendemos cuando hablar y cuando callar, valoramos el esfuerzo y la disciplina. En esta época de tantas dificultades económicas, en la que llevamos el peso de muchísimos conciertos benéficos, necesitamos que la ciudad también nos apoye y que la alcaldesa comprenda que no protestamos contra ella. Queremos que nos ayude".
"Esperamos que Sonia Castedo tome nota y exija a Educación el conservatorio que necesitamos", dijo también Miguel Ángel Mas, representante de los padres de alumnos en el Consejo Escolar y profesor de música. "Alicante se merece el nuevo centro. Aquí están los músicos que harán posible los desfiles de Hogueras y de otras fiestas o las procesiones, los músicos que llenarán el Teatro Principal o el futuro auditorio provincial, y me emociona escucharlos porque la música habla por sí sola. Se lo pedimos a la Corporación, al conseller y al president".
El claustro docente del José Tomás reclamó hace unos días el cierre del inmueble de la calle San Fernando, que entienden que es peligroso tras los últimos sucesos, pero que también está obsoleto y es pequeño, lo que ya hace años obligó a dividir la comunidad educativa. En este centro están matriculados los estudiantes de grado elemental, en su mayoría niños, mientras que los de profesional y superior acuden por las tardes a las instalaciones cedidas por el Conservatorio de Música Óscar Esplá en el monte Tossal. "Estamos ahí de prestado pero lo provisional no se puede convertir en definitivo", opina Adrián Bermúdez, estudiante de grado medio de piano y representante de los alumnos en el consejo escolar. "La gente no le da importancia al aprendizaje de la música, lo dejan en un segundo plano y eso no es porque cuesta 14 años hacerse músico y eso es toda una vida. Queremos que los próximos músicos alicantinos no tengan que contar cómo se les cayó el techo encima o cómo sale humo de los paneles eléctricos". José Miró, alumno de flauta en el grado profesional, añadió que desde hade 25 años el edificio de la calle San Fernando es insuficiente. "Ahora no sólo es una molestia por las obras dar clases allí, es un riesgo para los niños".
En el mismo sentido, el director del centro, Ángel Casero, relató que existe miedo entre la comunidad escolar. La semana pasada hicieron los exámenes y evaluaron "como hemos podido". Además de la psicosis existente entre alumnos y profesores por el desprendimiento del techo también se están dando casos, precisó, de bronquitis, sangrado de nariz y alergias al polvo a causa de la fibra de vidrio que había en el techo, actualmente prohibida pero que estaba en la cubierta interior de este edificio antiguo, que se ha tenido que desmontar íntegramente tras el derrumbe de un trozo de escayola de 10 metros cuadrados. Aparte de estos problemas sanitarios, Casero incidió en el riesgo en la evacuación ya que, según dijo, la estructura del edificio es de hierro y madera, como la escalera de incendios. "Si se produjera un fuego duraría cinco minutos y sin ella sería imposible evitar una desgracia". Por ello y porque el claustro ha solicitado un informe a la unidad técnica de salud laboral de la Conselleria de Educación sobre las condiciones de seguridad del edificio, el director urgió a que el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, cumpla el compromiso que adquirió en 2004, cuando anunció la construcción por vía de urgencia del nuevo conservatorio. Esta infraestructura ocupará 5.000 metros cuadrados en tres plantas en el entorno del monte Tossal y tendrá un presupuesto de 6,5 millones.
El concierto, que acabó con el pasodoble "Amparito Roca, evitó que los alumnos se desplazaran después a tocar en el edificio de las Cigarreras, como estaba previsto.
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Enrique Rubio Aracil
Nada sobre nosotros sin nosotros.
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