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Si no salvo mis ideales, no me salvo a mi.







maito:%20msierrahoyos@gmail.com







































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Hoy en LA SER

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viernes, marzo 11, 2011

"De la razón a la penumbra"

::: Libro a punto de concluir que dejaré colgado en este mismo blog, para su lectura gratuita de quién lo precise, en el exppongo mis vivencias desde que el pasado día 8m de enero de año 20009 padecí el ataque de un ictus que condicionó durante un tiempo mi vida. Aquí dejo un extracto de mis apuntes para convertirlo finalmente en parte de mi libro, siempre que lo revise y vea adecuada su publicación.


oooOooo


No preguntarme por que razón pero hoy me siento absolutamente feliz. Sí, hoy me siento muy feliz, y es que presiento que estos próximo al final de mi rehabilitación y pese a que no dispongo de pruebas que me avalen, creo que muy pronto y pese a mi reconocida secuela disfágica que sufro, y a pesar de loas grandes esfuerzos y dedicación de mi logopeda, supongo que se me quedará esto que no lograré, por ahora, superar, pués en todas las pruebas realizadas siempre había un por qué pasar intercalar esa duda de mi total recuperación. Al tomar agua con espesante, jamás tuve ningún problema, pero en cuanto bebía directamente una pequeñísima porción de agua (5 ml.) me ocurría un enrojecimiento provocado por mi ahogamiento del momento, o una cierta tos de rechazo, o algo similar... el caso es que ya es una cosa que la acepto como un mal menor, después de lo mucho por donde he tenido que pasar. Si, francamente me siento muy feliz por la dedicación que muchas personas han intervenido directa o indirectamente en mi rehabilitación. Los fisioterapeutas de Alicante, sus enfermeras y auxiliares, facultativos todos que hicieron posible sacarme de las profundas aguas de la incomunicación y vida opaca; de mis fisioterapeutas, facultativos, personal dedicado a mi servicio, cuando era yo quién debía de darles gracias a todos ellos, incluido personal sanitario de Aguas Vivas, enfermeras, auxiliares, en fin... un largo número de gente que ofrecieron sus conocimientos en el único beneficio mío. Es un conjunto de momentos los vividos en este ambiente que no puedo más que agradecer el trato recibido. Da la impresión que este relato gire en torno a un reconocimiento constante, pero verdaderamente no podía faltar este capítulo que hace honor a todo lo relatado. No podría hacer un recuerdo a mis fisioterapeutas, neurosicóloga, auxiliares, sanitarios a nuestra disposición, coordinadora, logopeda, todos profesionales del ambulatorio NISA Vinalopó, de Elche, sin cuyo concurso me hubiera resultado impensable dejarme como estoy ahora, me siento una persona totalmente normal, con alguna cosa que se quedará en mi largo viaje, pero es mejor mi estado de lo que en un principio podría sospechar, mucho mejor que un agujero en la tierra cubierto de flores a mi alrededor ¿No creéis?

Es algo que hace tan solo año y medio, en una mañana de calor, cuando caminaba paseando por delante de unas ordenadas estanterías, buscaba una chaqueta polar de la talla que le iba bien a mi hija Ana, me sentí mareado y algo muy extraño que jamás había vivido.

Pero de todo ello y pese a que es un recuerdo vivido en mi propio ser, resulta almacenado y sin sentir nada que me pueda ofrecer una vida ordenada, agradable, placentera que junto a mi esposa e hijos, vivo de continuo con inimaginable alegría, para nada empaña el recuerdo las ganas que tengo por disfrutar de esta vida que debo a la naturaleza que me ha dado el ser, por medio del amor que sintieron mis progenitores que me dieron la vida. ¿Hay algo que me pueda hacer sentir más feliz? Nada.

Ya sabia yo que a alguien me lo dejaba, como de hecho ocurrirá, quizás, a los conductores de las ambulancias que en todo este tiempo han sido quienes han hecho posible mi asistencia a los lugares por los que he pasado, sin su abnegado y bien reconocido su trabajo hubiera sido tarea bien difícil. Pero aquí queda reflejada su constante entrega con esa característica de buena predisposición de hacernos, si cabe, un poquito más agradable estos momentos de nuestra vida.

Todavía recuerdo con plácida gratitud a esos amigos que me hacían tan agradables sus veladas cada vez que venían a visitarme y sin cuyos momentos hubiera sido todo menos agradable. Uno de los cuales al despedirse un día me comentó que para salir se hacían precisos muchos "acoquines" y es lo que siempre me acompañó den mis deseos de pronta recuperación, por eso no entenderé nunca que hayan ciertos enfermos escaqueándose de realizar unos ejercicios, aduciendo que les hacen un poco de mal. Pues bien, gracias a esas orientaciones es la manera de salir más airosos, existen patologías que no, pero otras, quizás la mayoría, se circunscriben a nuestros irrefrenables deseos de salir, sin esta orden que le enviamos a nuestro cerebro, éste nunca nos responderá igual que deseamos hacerlo, hemos de ser nosotros quién en definitiva deseemos salir al buen camino, pués no pararán nunca en repetir que ellos no hacen milagros, que los milagros, si es que existen, tenemos que pedirlos nosotros con nuestro esfuerzo y tesón. Nada de milagritos ñoños, o esperarlos a que nos los traigan, pues ellos solos no vendrán.

Veréis por donde me asaltan ahora unos recuerdos que me transportan al principio cuando me era necesaria una intervención que siendo la más deseada es cuando mayor dolor sentía debido a la punción que notaba en lo hondo de mi garganta ¿o quizás era en otro lugar?, no lo se preciso el caso es que lo sentía muy profundo y creía que sería allí.

Era a consecuencia de una neumonía que subí a planta procedente de la UVI en donde permanecí 18 días. Resulta ser que cada vez que necesitaba aire para respirar, pues la mucosidad que sentía resultaba muy molesta y con unos sonidos que me decían de aplicarme esta intervención, venía una enfermera y me introducía por del orificio que mostraba la traquetomía que tenía e introducía una especie de catéter aque llegaba, creía yo, hasta lo mas profundo de mi garganta. Una vez allí, que o detectaba cuando la guía llegaba al final, no se bien si de los alveolos o si es que se doblaba por los conductos de la garganta, me hacían unos vaivenes que lograban sacarme toda la mucosidad y, después de extraerme dicha guía, sentía un gran alivio respiratorio que es lo único que a veces me animaba a solicitar dicha intervención.

Todavía tengo en mi mente, en el pensamiento, si no sería esta la causa que me ha provocado, aún sin querer, esta disfagia que ahora tengo, pues la imaginación junto al desconocimiento clínico, a veces me hace pensar en esa posibilidad. Seguramente y a pesar de la videofluoroscopia que me han de practicar en Aguas Vivas, se me quede como posible secuela el tener que obligadamente tomar junto a mis vasos de agua un espesante que, si me ,o proporciona la Seguridad Social, dice en el prospecto del medicamento ser neutro, pese al sabor un tanto rancio que parece amargar un poco, o si decido sacarlo a mi costas, supondrá cada bote unos sesenta euros mensuales, que es aproximadamente lo que vendré a necesitar. Su sabor es el de naranja, aunque reza en su prospecto que simula el sabor del polen de la miel.

Por mi mente que nunca dejaba de trabajar, surgían unos sueños bastante raros y difíciles de concebir, como el cambiar cada vez de lugar, saliendo, muy frecuentemente, a evadirme de la cama del hospital de Alicante, donde me encontraba y unas veces por Altozano, otras por Carolinas a la altura del supermercado que existe próximo a una plaza, partida ahora por un lateral de modo que pase un tranvía que se encuentra ahora en pruebas, sea en un balneario estival y un tanto rocambolesco que existía ubicado cerca de Cádiz, cuando no estaba en los bajos de una fábrica reconvertida en alojamiento de pacientes al igual que yo, aunque siempre me sentía solo, que existía en las proximidades de Alcoy, en donde escuchaba la misma música que escuchaba cuando estaba en el hipotético hospital que suponía en Villafranquerza y que era concertado.

Ya digo, que mis pensamientos, mis vivencias giraban en torno a una historias difíciles de situar en una mente sana, pero éste no era mi caso que estaba afectado por mi ictus, y se debatía entre la vida o la muerte, pero en la que su cabecita no paraba nunca ni para en descansar, por lo visto.

Por las mañanas y cuando mi mujer se marchaba a realizar alguna compra o cualquier otra gestión necesaria, siempre me entretenía con las frecuentes entradas y salidas del personal sanitario. Una veces las enfermeras a tomarme el azúcar, otras las auxiliares para asearme y empezar así, fresquitos y aseados, un nuevo día. En otras eran estudiantes que venían a realizarme cualquier prueba, consulta o encomendación que realizaban en torno a los cuidados y pautas médicas marcadas y que eran parte importante de sus prácticas que compaginaban con sus estudios. Pero eran las tardes mas largar donde se agradecían las visitas que me realizaban mis hijos, cuando no algún familiar, amigo o compañeros de trabajo que pese a estar jubilado solían hacerme. Recuerdo a las amigas de mi mujer, que permanecían largo tiempo jugando a formar palabras y que me hacían sentir que el tiempo volaba cuando ellas me visitaban.

Una tarde vinieron el presidente y la tesorera de mi comunidad (yo fui anteriormente secretario, cuando tuve que interrumpir mi función por lo acaecido) a interesarse por mi salud. Para entonces ya estaba plenamente consciente, aunque todavía no gozase como ahora de mis facultades mentales, y me informaron de como andaban las cosas en la comunidad. que pensaban decididamente dejar el cargo nada más que se cumpliera el tiempo para ponerlos a disposición de la asamblea. Les dije que no lo hicieran, que al menos uno de ellos, permaneciesen ejerciendo sus funciones, como nexo de unión con los nuevos, así podrían seguir favoreciendo a la comunidad con su experiencia. Posteriormente abandonó su cargo la tesorera. Una mujer que lo ejercitó sin poderle reprochar nada. Era su actuación siempre acertadas de su gestión pero estaba un poco, por no decir mucho, de las respuestas que como compensación, solían recibir de algún vecino abyecto. Mi pensamiento nunca abandonaría ese interés por que las cosas fuese avanzando. Pero la realidad se imponía y nada podría hacer en mis condiciones.

Estando siendo tratado todavía en Aguas Vivas, recibí varias visitas de mi hija Ana, que junto con su esposo, Juanra; y mis nietos Jordi y Pau, pasaban unas horas hasta que por la tarde después de un largo paseo que hacíamos, ahora a visitar el burro (eso era uno de los pretextos) , ahora a ver una urbanización que permanecía inacabada, como efectos de la crisis, quizás, bajábamos aprovechando la fuerza de empuje de la silla por parte de mi yerno, y damos a reconocer así, digamos que nuestros escasos dominios públicos; todos de una belleza y un remanso de paz que respirábamos por doquier, incomparables, pues por un lado las montaña con sus pinares enraizados en sus faldas, como los riscos allá cerca de las cumbres, iban perfilando un aspecto, a la vez bravo y relajante como pocos lugares hayas visto, ubicándose en las partes del lecho unos huertos de naranjas que, estando en flor, destilaban unos aromas por mi reconocidos que eran insospechados.

Su aparición siempre era muy esperada por mi, pués me causaban mucha alegría la compañía que durante esas jornadas me ofrecían y alejaban mi soledad, aunque mirándolo por otra parte, siempre gocé de la compañía de mi amada esposa, quién siempre permanecía atenta a mis requerimientos y no me podía quejar de quedar aislado en un lugar que a veces resultaba ser demasiado tranquilo.

Siempre veía el modo de mostrarles mis avances por pequeños que estos fueran. Lo celebraba con gran alegría y extremada precaución recomendada por mi esposa. No se percataba de mis ansias por mostrar todo loa aprendido y por tanto avanzado. Ahora me echaba en en suelo a cuatro patas y buscaba la postura del caballero, para hincando una rodilla en el suelo y otra con la planta hacia abajo buscando el apoyo que me impulsará una postura erguida, me colocaba de pie por estos medios tan simples. Es ahora cuando comprendo que todos los ejercicio que me enseñaban mis picoterapeutas,estaban encaminados a fortalecer mis piernas, mis músculos, cadera, etc. que es lo mismo que hacen los bebés cuando inician su gateo para posteriormente atreverse a caminar, cuando todo el esta acorde con un equilibrado cuerpo que les permite andar con toda facilidad. Me estaban enseñando a gatear para que después mi mente descubriese la forma natural de caminar.

Un día les mostraba eso, a la nueva visita les mostraba como subía las escaleras sujetándome a las barandillas, pero ya era un paso, luego lo haría más tarde soltándome de la muleta y barandillas, con el cuerpo erguido para poder ensayar mis primeros pasos en las escaleras donde me ejercitaba y que no sabía muy bien, entonces, el motivo para que mis fisios me castigaran con ese tipo de esfuerzos. Ahora entiendo los motivos. Se trataba de ensayar subir y bajar las escaleras como lo hace cualquiera y que yo por motivo de mi enfermedad, había olvidado enviar órdenes desde mi cerebro de modo que pudiesen activarse los miembros inferiores de mi cuerpo.

En alguna ocasión lo hicieron mis queridas amigas, Annie , mi jefa que acompañada de Mª Teresa se encargaron, pese a su anuncio, de su presencia. Fue un momento mu grato para mí, pues cualquier visita era sumamente reconocida por la distancia que debían recorrer con sus vehículos en el desplazamiento. Venían desde Alicante nada menos. Demasiado para no mostrarles todos mis conocimientos. Y más que hubiese podido mostrarles. Estuvimos recordando otros instantes en mi habitación decorada con motivos valencianos y alicantinos. Yo me encontraba muy feliz. Deseaba parar el tic tac del reloj de lo a gusto que me lo estaba pasando con su visita. Es algo difícil de olvidar y agradecer. Ellas sin embargo enseguida detectaron la bonanza del lugar aprovechado para el hospital, pués justo los aromas que emanan los naranjos en flor, junto con los destilados por los grandes y frondosos pinares, hacían las delicias de propios y extraños de aquel lugar. Lo pasamos muy bien evocando otros momentos. Nuestras conversaciones versaban con viejos recuerdos, mezclados de grandes sonrisas por lo bien que estaba cuando nadie antes era capaz de otorgarme la vida que paso a paso parecía que se me escaparía.

Finalmente y cuando llegó el momento de la marcha de estas queridas compañeras, mis ojos y expresión se confundían con el llanto y la alegría sin poderlo evitar, por más que intentará reprimirme, era una de las consecuencias que me reportaba mi enfermedad. Duplicar mis sensaciones emotivas cada vez que algo me producía ese estado. Es algo que aún hoy en día me suele ocurrir, cada vez menos, pero que potencian los efectos de mis sentimientos.

También solía dar un ejemplo anterior cuando finalizaba la visita de mis amigos, que en una de las ocasiones nos acercamos a comer ¿? a un restaurante que una enfermera nos recomendó, antigua cocinero del hospital, situado en la playa de Tabernes de Valldigna. En aquella ocasión, y pongo comer bajo interrogación, pués por mi parte, mi esposa me preparo un triturado como de costumbre, pero tal era el ensimismamiento que me provocaba sentarme en la misma mesa, que se me olvidó hasta de la lógica micción que dados los alargados periodos de mi ausencia del hospital, pués debía solventar. Da tal modo ocurrió que de sopetón me entraron deseos de ir al retrete a orinar con el resultado de tener que quitarme pañal, calzoncillos... era demasiado para mi cuerpo enfermo y me lo hice encima con el bochornoso reconocimiento por mi negligente actuación. Mi esposa no sin reproches, me cambió todo, calzoncillos, pañal, pantalones, calcetines, todo. Y lo que es peor, mis amigos y comensales de alrededor debieron percatarse del incidente, no digamos de los camareros que amablemente pusieron a mi disposición los servicios que poseían para estas ocasiones de necesaria liberación.

Al termino de la comida nos encaminamos hacia la playa, un tanto salvaje, bonita y natural que en una tarde soleada agitaba en la orilla con el viento agradable que hacía en aquellos momentos.

Después de un largo rato de embelesamiento con el lugar subimos a los coches y encaminamos ruta a Simat de la Valldigna para saborear la belleza de las ruinas del monasterio de Santa María de la Valldigna que estaban siendo restauradas por un equipo técnico. El lugar que desvío ser lugar de presencia del gobierno valenciano de la época en la que el Rey Jaume II mando a construir, que junto a la curia eclesial allí se establecieron. Posteriormente sabríamos que con la desamortización de Mendizabal, este lugar cívico y sagrado a su vez, fue adquirido en pública subasta y finalmente desmontaron algunas piezas, cuando no lo destruyeron hasta que recientemente fue adquirido por la Generalitat Valenciano, para restaurar este lugar de peregrinaje que lo fue en sus momentos de mayor esplendor.

Al termino de su visita me trasladaron nuevamente el hospital. Ellos se despidieron sin antes sentenciame uno de ellos, Rafa fue, quién me dijo que la recuperación requeriría de mis castañetas. Luego se marcharon para proseguir una excursión espacialmente organizada para visitarme, pero aprovechaban el momento para acercarse a una zona próxima al pantano de Cortes de Pallás, donde pensaban navegar con las golondrinas que allí lo hacían.

Hoy me he levantado alrededor de las cinco de la mañana, como casi siempre lo hago, pues mi cuerpo se resiente de largos períodos en la cama después que el ciclo de mi sueño, vengo observando que va de tres en tres horas, anoche me acosté sobre las once de l1 de la noche. Mi esposa que no entiende de estas "manías" dice ella, me apremia constantemente para que permanezca por más tiempo en ella. Existe e eso una especie de lucha por conseguirlo, pero mi cuerpo es levantado de mi lecho sin apenas poderlo remediar. Disfruto con eso desde que me he acostumbrado a ello, y no puedo substraerme al momento de levantarme, pues mis espaldas dicen que ya está bien, me encuentro mucho mejor incorporado. Desconozco si esa pequeña molestia que observo en mi espalda, si será por la falta de costumbre que tenía antes, que no hacia ningún tipo de gimnasia y ahora me resiento por estar todos los días haciéndola en mi periodo de rehabilitación, pués de ordinario y aún caminando compruebo que esa tensión me sigue acompañando día y día. Sea lo que sea, me siento orgulloso de ser tan madrugados pues eso me ayuda a escribir estas memorias y ha mantener diariamente mis blog`s (llevo siete, uno de mi creación y seis colaboraciones más, aunque las tengo como si fuesen mis propios lugares en donde reflejar toda la información recopilada por Google, en una alerta suscrita con este servicio, referente a lo concerniente al mundo de la discapacidad, algunos vienen a denominarla un poco a pesar de lo larga que se hace la expresión, diversidad funcional, pues resulta más descafeinada esa acepción que hace alusión a una vida diversa que funciona de diferente manera. Pero quizás sea por estar acostumbrados a expresar en una sol palabra lo que nos identifica de los demás, que no termina de cuajar para sus creadores, la de diversidad funcional, aunque preferible siempre a la definición de discapacidad, dis capaz, pues dicen que es una palabra un tanto despectiva y con una connotaciones ofensivas por que nadie es incapaz de la capacidad cognitiva de esta expresión. Minusvalía, también hace referencia a una composición en la cual evidencia una Minus-valía. Expresión esta un tanto afortunada por cuanto nadie es minus válido, si bien todo lo contrario, muy válido pero con movilidad diferente: parece ser que se terminará por hacer costumbre que somos diversos y funcionamos de manera diferente al resto, pero que nuestras capacidades y valías, permanecen intactas al resto de mortales y es por esa pequeñísima causa que nos gusta utilizar la acepción, aunque suena un poco forzada, la expresión de diversidad funcional. Para gustos los colores. Demasiadas vueltas para decirnos lo que somos. Lo primero que tendríamos que pensar, es que somos distintos por cuanto que nuestra enfermedad o accidentes, nos ha dejado en éste estado y debemos asumirlo como un hecho real. Hemos de mostrarnos conforme a lo que la vida nos ha deparado y sentirnos por ello igualmente felices tras la aceptación de los hechos. Lo demás considero que no es otra cosa que una palabrería suscitada al socaire de unos intereses personales que no buscan más que la distracción de unas personas a las que les ha tocado esta burlona especie de lotería, mientras otra gente más interesada busca ansiosamente como medrar ha costa del ajeno. Existe una especie de concentradora de asociaciones creada, opinamos, que desde nuestro propio ejecutivo, creada para contener una serie de reivindicaciones por quienes lo padecen, y están paralizadas tras la concesión de unas subvenciones que les compran su silencio. Existen varios organismos, uno de ellos que resulta ser el más poderoso de todos y que aglutina al mayor porcentaje de ellas, engañadas por unas prestaciones económicas todas ellas que contribuyen en alguna manera al aumento de nuestros presupuestos, es algo así como el chocolate del loro, pero al parecer funciona entre algunos directivos desclasados que únicamente les importa el lucro y crecimiento personal entre las altas esferas, que les reportan cierto prestigio, ala vez que nunca aguas abajo llegaran ninguna de esas aparentes ayudas, pués se destinan, por lo general, al enriquecimiento patrimonial de estas personas. Existen otros peldaños dentro de esta bien orquestada realidad, que hacen funcionar ciertos, digamosle, plebeyos que hacen un desbroce que les allana el camino y les recubren de cierto prestigio, pues son incapaces de llegar a ser colas de león, prefieren seguir aparentando mas importancia a convertirse en cola de ratón, son así de mezquinos ellos.

Pero para que divagar por más tiempo en esta clase de disquisiciones cuando no merecen la pena de tanto pábulo del que se les está haciendo.

Sigamos pués y consideremos a esta especia de personas, como a una rémora que a forma de lastre hemos de soportar en nuestras vidas.

Hoy estaba recordando todo el tiempo sobre mi estancia en la UCI y supuestamente me hizo hacerle frente a ese rememorar sobre ese tiempo vivido con no cierta angustia, pues se remonta al tiempo en que estando afectado por una especie de virus (allí dentro y en nuestro estado de debilidad así lo propiciaba) contraje una neumonía que provocaba en mi organismo una mucosidad de la cual nunca pude desprenderme de ella, precisando la intervención de mis enfermeros a sacarme el exceso de mucosidad que tenían mis pulmones sin que por ello se hiciese cómoda mi respiración: Llegaba la enfermera, por lo general, pués había u turno que lo dirigía un caballero, que aprovechando mi traquetomía introducía una especie de catéter de largas dimensiones, y al estilo de una guía llegaba el momento de sentir un profundo pinchazo que yo notaba con cierta precaución, pero que después me facilitaba la expulsión de unos mocos que me dejaban intensamente más aliviado y suspiraba de placer por ello.

Era a la vez temida y deseada esa intervención quirúrgica, se trataba como de ir a pescar, se introducía algo que después era sacado con esa mucosidad que tanto mal me producía. Pero vamos a otra clase de recuerdos, ya que esta acción podría resultar algo desagradable a nuestros lectores por la imaginación que nos pudiese reportar nuestro pensamiento el ello.

Durante largo tiempo permanecía un tanto aburrido y cansado de mis propios pensamientos, lo procuraba imaginar todo. Lo observaba todo a mi alrededor, es como si escrutándolo de aquella manera entretuviera mis largos periodos de soledad. Solo la llegada de la visita de mis familiares provocaban un aliciente en mi que me sacaba de aquella percepción silenciosa, cuando no la provocaban mis cuidadores con su presencia al venir a cumplir con el mandato que los facultativos les encomendaban, y ellos como fieles vasallos cumplían a rajatabla.

En aquellos momentos que los aprovechaba con gran avidez para saber que es lo que estaba ocurriendo aquí alrededor, supe que el invierno se hacía demasiado riguroso con la presencia desacostumbrada para nosotros de la nieve.

Venían con una temperatura que demostraban cuanto decían. De lo que me esta librando, pués la temperatura que allí reinaba rondaría por lo general cerca de los 36 grados, más o menos,ya que solamente estábamos abrigados por una sencilla sábana que nos cubría, amén del camisón que envolvía nuestro cuerpo.

En mis extraños y obscuros sueños vivía una especie de irrealidad que me transportaban a unas manifestaciones ilógicas, producto del imparable funcionamiento de nuestra psique, que aún durmiendo permanece en plena actividad sin llegar nunca a descansar. Soñé que estaba en cierto lugar concertado con la Seguridad Social, en donde cerca de allí una banda de música interpretaba una melodía obsesiva entre festiva y fúnebre que llego a traernos la presencia, digo yo que imaginada por nuestro cerebro de una especie de logia la que traía tras de si una larga procesión de personajes los cualeslesrchaban recitando no se que extraño ritual por ser portadores de una señora y su pretendiente encamillados y próximos a una fatal agonía que acacabaríaríasus vidas; de hecho el caballero bien pasó a otra existenciaiaa pesar de ello alquilaríanannos alojos a esta especie de comitiva, pues la pela era la pela y le interesaba sobre manera al dueño que regentaba una esespecie de residencia clínica y un negocio anexo donde tenía de hostelería.empon ritual para mi desconocido. una especie de capas de otra época que me hacía pensar en una logiae tipo masónico quien papracticabaquellas escenas tan sosorprendentesasí hasta que tras largos cánticos fueron abandonando la sala estos personajes, llevándose igual que vinieron a aquellas momias encamilladas que trajeron y que no paraban de entonar aquellos extraños cacánticose forma pausada.

Esto lo recuerdo en unos momentos que como un producto prefabricado por una mente enfermiza y cansada de su larga permanencia en aquel recinto, amén de otros sueños que en ocasiones llegaba a tener de forma un tanto extraña en su concepción. Mi psiquis viajaba por una especie de espacio sideral que le entretenía al tiempo que atemorizaba y me hacia sentirme profundamente dormido como una evasión a aquellos pensamientos.

Hoy es domingo; ha resultado ser como bien acostumbra a decir el dicho popular, un día correspondiente a "febrerillo el loco", un día que según me indicaba este medio día al regresar de ir de paseo en Alicante, hacia las ocho de la mañana resultaba ser que hacía mucho frío, un día más bien gris y con aspecto un tanto plomizo, con un frío desacostumbrado para estos últimos días de mes, más bien correspondería2al marzo ventoso" que ha febrero. Cuando he salido de casa para ir al kiosko de prensa para ver que acontecimiento valdría la pena visitar para ir en el día de hoy, hacía más bien un día propio del mes en que estamos, era un día como vulgarmente solemos decir por aquí "chicha ni llimoná" , resultaba ser un día que a pesar de seguir resultando gris, no hacia nada de frío, luego más tarde, sobre las 11 hemos salido de casa y resultaba que el tiempo había cambiado a ventoso y desapaciblemente fío, algo que nos resultaba incomprensible, ver como giraba tantas veces en unas horas.

Pese a todo ya estaba decidida la cosa, pues a pesar de que en un principio me apetecía viajar por nuestra cuente en el ferrocarril, dirección a Elche, hemos variado de pensamiento y sería un acontecimiento local al que iríamos a presenciar. Se trataba de ir hacia el lugar socio cultural recientemente por nuestro Ayuntamiento de la ciudad, y marcharían nuestros pasos hacia el complejo cultural llamado "Las Cigarreras", ubicado en la antigua fábrica de tabacos donde tan buenos y afamados puros "Farias" habían desde siempre fabricado. Antes subiendo por la calle Sevilla y desde el exterior, vislumbramos en la fachada principal del recinto fabril, como estaban almacenados algunas andas de los pasos procesionales de la semana santa alicantina. Ya para entonces caminábamos con el amparo de un paraguas que mi esposa había tomado al salir de casa, lo que comenzó por ser un agua nieve, finalizó por convertirse en un fuerte chaparrón del que nos libramos al acceder a la sala "Las Cigarreras" de Alicante, donde en su interior muy bien acondicionado, por cierto, encontramos a unos viejos amigos. El jubilado como yo, pero desde mucho antes que yo, debida a una fuerte depresión que le aquejaba en aquel entonces, lo que provocó su jubilación por parte de la tramitación que le gestionó su empresa. Ella es la actual directora de un prestigioso colegio alicantino conocido como "Aire Libre", una chica, bueno más bien mujer y abuela de cuatro nietos que hacen de ella las lógicas alegrías de una persona a la que en su vida ha dedicado a la educación de los chavales donde estuvo. Tras los saludos y puesta en antecedentes de mi anterior estado, se apagaron las luces y comenzamos a escuchar unos aires populares felizmente interpretados por la colla dulzainera y orquesta de punto y púa conocidas del pueblo alicantino y que respondía al nombre de "Bressols".

Su interpretación no podía ser otra que la alcanzada por su intachable representación. Era perfecta de ejecución. Por el transcurso de su feliz interpretación discurrieron "La manta al coll y el cabasset...", "Les chiqueas de Xixona...", y un sin fin de piezas más que irían adornando todas la mañana dedicada a una romería muy popular que cada año dedicamos a "nuestra Fas Divina" donde toda la ciudad es abandonada por acompañar a nuestra santa peregrina, momento que siempre será aprovechado por los "cacos" que ven complacientes dichas ausencias.

Durante todo el acto no paraba nunca de en cada momento de representación de un cuadro nuevo, aprovechar para con la ayuda de mi móvil, realizar la captación fotográfica del momento. Algo que quizá pudiera resultaros un tanto obsesivo por mi parte, pero era tanta la emoción que sentía por volver a escuchar las tantas veces repetidas sintonías, que no podía ni un momento desprenderme de mis pañuelos de papel entre silenciosos sollozos y mucosidades que mi mal curado constipado arrastraba en aquellos momentos. Para no molestar al sr. que tras de mi contemplaba aquellos instantes, opté por levantarme del asiento al amplio pasillo y ayudado por el zoom del que disponía, atraía para mejor recordar el momento aquellas magníficas representaciones que captaba con mi objetivo Carl Zeiss que la cámara de mi teléfono móvil disponía con siete megas, lo que ya resultaba ser más cómodo y liviano que transportar la cámara Canon de diez magapixels de la que disponía. Esta me cabía en el bolsillo de mi pantalón, mientras que mi cámara la hubiera tenido que transportar en su funda y colgada, como siempre, al hombro sujeta por una correa. Evidentemente opté por lo más cómodo y funcional. La mañana comenzaba a ser perfecta para mis improvisados planes matutino.

Al termino de la función que represento un bonito rememorar de nuestras más ancestrales costumbre, encaminamos nuestros pasos hacia la Explanada, tras pasar ahora por la calle la Cena (c/. Díaz Moreu) llamada así debido a que en esa calle se depositara todos los años el paso que así le dio su nombre. Mucho antes, al termino de la representación nos despedimos muy contentos del encuentro, de estos amigos que nos acompañaron para presencia aquella emotiva representación de bailes populares, donde cerca de 30 o 40 figurantes desfilaron por el escenario, en una sala que abarrotada de público calentó un ambiente ya de por si predispuesto a escuchar a este magnífico conjunto de "Bressols". Conjunto formado por un estupendo y acreditado cuerpo de baile, acompañado por su colla dolçainera y la orquesta de pulso y púa llamadas del mismo nombre.

Poco a poco íbamos acercándonos a nuestro objetivo cuando ya estábamos preguntando en un kiosko de prensa, por la Rambla de Méndez Núñez, si disponían de una revista llamada "Cuadernos del iMac".

Llegábamos tras deambular por dicha Rambla, a la Explanada que era nuestro principal objetivo, pese a ampliarlo posteriormente por el paso cerca de la playa del "Postiguet". Igual que dice la canciónLa manta al coll, i el cabasset, mos anirem al Postiguet, la manta al coll i el cabasset, mos anirem, mos anirem a pendre el fresc. Arreando chim pam pum, arreando chin pam pum..."

Ante nuestros ojos se podía ver aquella zona de mar que desde nuestra más tierna infancia vería complacidos nuestros ojos. Era algo común para todos los alicantinos que nos espeluznaba nada más poderla contemplar.

Más tarde y después de unos instantes llenándonos de tanta belleza, enfilamos nuestros pasos por las proximidades del llamado Paseo Tomás y Valiente, creo que así se llamaba, aun cuando antes era mas bien conocido como paseo del puerto, pues era la Explanada de España la que desde siempre hemos conocido como el Paseo de los Mártires de la Libertad.

Tras no olvidarme de la correspondiente y asegurada micción en los aseos de McDonald, que por cierto encontré abiertos, pero que en si era preciso conocer una clave para así poder acceder a ellos, lo que no pudiera haber usado de no ser por eso, me advirtió lo que mi hija me dijo un día, que no se podían usar pues dad la cercanía a una nutrida parada de autobús, fue denegado su acceso a no ser que resultase ser un cliente, lo que no es muy adecuado a las ordenanzas municipales que aconsejan su uso, ya que se trata de un servicio público y el Ayuntamiento ha suprimido los que obligatoriamente estaba prescrito para tales menesteres. Me parece una discriminación y una afrenta hacia un público que, evidentemente, podría llegar a ser un día cliente, pero no obligatoriamente como la empresa venía ha hacerlo.

Cuando el bus de mi que me conduciría a la puerta de mi casa vino, accedimos a el y tomamos asiento, dando así por así finalizado el paseo matinal que terminaría siendo de un sol rabioso como acostumbraba siempre a hacerlo.

Ayer, coincidí por primera vez con un chico que es informático creo que debe ser de Ibi, pues vino con tres personas más, dos de ellas alcoyanas y una señora ibense, como vienen de allí de esa zona y son dos alcoyanos deduzco que el que me falta será ibense, digo yo, el caso es que antes no me había fijado mucho en él, aunque lo vi anteriormente alguna vez, y digo que coincidí, pues estando ejercitando mi mente en Ocupacional, nos pusieron a los tres, el otro chico si que se que es de Alicante también me llamo poderosamente la atención que ante un problema de difícil solución, el lo terminara en menos tiempo y dijera que todo era un truco y que por eso lo había descubierto. Yo he pasado toda la noche dándole vueltas a mi cerebro, y al final creo haber encontrado la solución a ese problema de cálculo, precisamente por lo que me hizo pensar en un truco, pues mis pocas dotes para los números es algo a lo que no me lo puedo negar, trabajos manuales todo lo que quieras, pero en ese ámbito de actuaciones lógicas, pues que queréis que os diga, pués no. Esta mañana lo he vuelto a ver a la espera de que se hicieran las nueve, que es cuando se comienza, como le digo a mi conductor de ambulancias, al lío, pues antes de comenzar el lío, le comenté que había permanecido dándole vueltas al problema, y me confesó que el también era informático como mi hijo, que le encantaba también las matemáticas, y que tenía un libro que contenía 1.001 razonamientos lógicos que le gustaban mucho, y que por eso había desarrollado una mente lógica, cada instante que le oía hablar más sobre el particular, más se me parecía a mi hermano César, quién desde muy pequeño se esforzaba por conocer las fórmulas que le pudieran llegar a conocer la manera de saber que dimensiones tenía un arco concéntrico de la circunferencia y muchas otras más, muy distinto a mi que me encontraba más a gusto jugando al fútbol en la calle, mientras que el se formaba ejercitándose la mente en problemas matemáticos, de álgebra y trigonometría, lo que le llevó a las puertas de un conocimiento y un razonamiento lógico del que yo por siempre carecería, y como lo tenía que presumir de él si no hacia lo propio por más que el se esforzaba en conseguir mi atención, pero que va, no esta hecha la miel para la boca de un cerdo, sino del oso que jamás emularía. No era simplemente el arte de Liechtenstein el que lo subyugaría, no, también le dedicó gran parte de su vida, buscar los conocimientos redactivos de un Camilo José Cela, Unamuno, Lope de Vega, Ana María Matute, y otros más que ahora solo cansaría al lector su prolija enumeración de personajes que hicieron de el lo que ahora mismo resulta ser, un esforzado entusiasta del que ensaya a ser escritor, dice él, cuando lleva publicadas más de diez obras, y más, entre ensayos, poesías, novelas, etc., entonces si el dice ser un aprendiz de escritor, que soy yo, quién sin conocimiento alguno me he dedicado a desarrollar, mejor que peor, mi nueva andadura por la explicación de mi nueva vida desde que me ocurrió este ictus, este derrame cerebral sobrevenido. De acuerdo que con la orientación y ayuda suya, pero que es lo que ahora mismo estoy haciendo, si no es escribir. El es muy superior en eso a mí, pués ahora es cuando vengo a despertar de éste disfutar que ahora mismo estoy experimentando, el me lleva toda una vida dedicada a ello.

Ahora, sin embargo, me atraía sobremanera poder llegar a resolver ese problema del que consta mi crucigrama numérico, estoy deseando que llegue la semana que viene y me lo presenten otra vez, pues con mis descubrimientos y las pautas más o menos de mi compañero, seguro estoy que ya lo podré hacer. Si antes lo hubiera descubierto, que feliz sería, que feliz hubiera hecho a mi hermano, y nos mucho menos a mi madre quién siempre andaba tras de mí, para que al igual que mi hermano mayor me hubiese dado por ese camino. Pero en fin, nunca es tarde si la dicha es buena. Ahora ya soy capaz de entender muchas más cosas que antes, se ve que ésta circunstancia que a la que me han inducido en el centro de daño cerebral NISA Vinalopó, del que nunca más podre dejar en reconocer, me ha dado la razón que yo carecía, pués al igual que ahora razono y aprovecho para disfrutar de mis descubrimientos, antes lo hubiera podido hacer.

Ésta mañana estábamos solos los tres, este chico de Alicante que digo y no sé como se llama, Humberto creo haber oído su nombre, Juan que es de Elche, aunque siempre en sus veraneos lo hace como buen ilicitano que se precie, en su casa de las playas santapoleras y éste chico que ya he dicho, ni se su nombre ni su origen, aunque sospecho que es un buen representante de la tierra de los helados, que también juguetes, aunque eso se lo dejo para los de Onil, pués también aquí a pesar de ser una industria juguetera que abastece a toda España, hacen unos helados que me producen un placer consumirlos, pués son lo mejor que jamás haya podido probar.

Tengo unas ganas en deglutirlos aunque sea a base de tragármelos rápidamente para que no se deshagan en mi boca y se conviertan en líquido que nunca me lo permitirían mi querida logopeda, si la quiero mucho porqué ella se lo merece mucho que así sea, me masagea la garganta, me enseña todas las técnicas que favorezcan mi ascensión de la traquea al encuentro de el cierre de mi epiglotis, pero a pesar de sus grandes esfuerzo por conseguirlo, creo que según el resultado de sus múltiples pruebas y valoraciones efectuadas, nunca más podré tomar el agua como todos lo hacen, habré de conformarme con saborearla con el aditamento de un espesante que me lo posibilite.

Hoy y al finalizar mi sesión de Cognitiva 2, que me han cambiado de fisioterapeuta y nivel, ocupando por cierto una nueva ubicación y fisioterapeuta, antes de ejercitar mi mente he llegado a ejercitar mi cuerpo con la ayuda de Concep, mi fisioterapeuta que me asignaron después de haber recibido las enseñanzas y buen hacer de mis anteriores fisios, a todas ellas les debo de estar igual de agradecido, pues me ofrecieron sus cuidados con mucha paciencia y amor en el trabajo diario que desarrollan. Yo las comparo con el dúo cómico Sacapuntas, y no es por su parecido chistoso, que va, es porque son algo así en tamaño como el punto y la i, pero cada una me ha reportado una serie de ejercicios que en cada momento me han servido para acceder a otros de mayor enjundia que el anterior, aunque existen un par de ellos que no olvido por la dificultad que me entrañan su ejecución, y que a pesar de su dificultad trataré de conseguir. Uno es el hacer pasar mis piernas por detrás de la contraria y situarla en el mismo nivel, pero colocándola de tal modo que se crucen las piernas salvando su dificultad y elevándola por encima de la otra, con el consiguiente equilibrio que ello me supone, y se que se puede realizar porqué me lo demostró ante mis asombrosos ojos que no daban razón a creerme lo visto; el otro es el de levantarme haciendo uso exclusivamente de mis abdominales,, los que ahora mismo no puedo hacer, ella, esa fisioterapeuta siempre risueña y con la sonrisa a punto, también me demostró como conseguirlo, pero bueno, creo que una vez que hala fortalecido mis abdominales y le haya cogido el truquillo a como emularlo, al final lo he de conseguir, a cabezón y no es debido a su tamaño, que también ando sobrado, pues no me gana nadie. Si lo sabré yo.

Ahora y en cuclillas he de salvar con mis pies unos aros de plástico endurecidos y paso a paso salvar los obstáculos que me ha preparado mi fisioterapeuta actual, en un trabajado y bien pensado ejercicio, el cual hará posible que poco a poco logre una flexibilidad de mi cuerpo que ni un joven lo llegará a realizar, si no está entrenándose diariamente como yo ahora lo vengo haciendo desde aproximadamente hará hace el año pasado, quizás sean ya sobre ese tiempo el que me encuentro entre las espalderas y otros mecanismos que son corrientes en un buen gimnasio, y este lo es.

Luego de acabar mis dos horas diarias de presencia en el ambulatorio, al salir de él, me encontré con una vieja conocida de Aguas Vivas, quién a mis preguntas me ha llegado a informar de otra mujer que allí se quedó, pendiente de abandonar el hospital dentro de quince días; a mi me gustaría poder ir antes de ese tiempo que le faltan para irse, pués su dulzura y viejos conocimientos muy superiores a los los míos que posee, pues no en vano es la esposa de ese rector de una universidad valenciana allí recluido al igual que yo lo estuve esperando, pese a su enfermedad, que lograse superar su dolencia acaecida como consecuencia de una intervención dolorosamente interrumpida por el infarto que le atacó a su cirujano. De veras, ardo en ansiedad por llegar a poderlos saludar antes que nada. Tal es el vínculo que se desarrolló un día entre nosotros, por la afinidad de pareceres sociales y políticos que mostramos, por su extremada sencillez manifiesta en la extensión educativa de unos bien educados hijos que eran un placer conocerlos. Dulces y sencillos como sus padres, no en baldes la casta les llega del galgo. Ambos, sus padres así lo manifestaron desde siempre. Resultan de una exquisitez inusitada en su trato.

Esta noche me retirare al tálamo después que termine el partido Valencia-Barça. Es el primero mi equipo al que siempre mostré mis simpatías, sin embargo el Barça es quién me tiene subyugado a su buen hacer y bonito espectáculo que dan. No lo podemos evitar, se han trabajado muy bien una cantera que ahora le está devolviendo muy buenos resultados. ¿Que quién deseo que gane? Sencillamente, el mejor. Si es el Valencia, me cae bien. Es mi equipo desde la infancia, pues jugando a los botones a dedo, (no utilizavamos la tiradora para nada) mis amigos Ricardo y Vicente, utilizaban el nombre del Barça y Real Madrid, respectivamente, así pués no me quedaba más opción que conformarme con el Valencia, pues en mi ciudad no había, por aquel entonces, ningún equipo que militase en la primera división de la liga estatal. Si gana el Barça, que es lo más probable según todas las opiniones incluso del propio entrenador del Valencia, pués es una posibilidad que abrazo. Es una dicotomía que me trae bien indeciso, a pesar de que sea cual sea el resultado me dará igual.

Si me acuesto más tarde de lo habitual en mi (sobre las 22:00 o 22:30 lo hago todos los días para asistir al ambulatorio a realizar mi rehabilitación, me levanto a las 4:00 o 4:30 de la mañana) intención de parar de oír a mi esposa que dice no descanso lo necesario, y es que no quiere reconocer que mi ciclo de sueño sea de tres en tres horas, o sea que duermo un promedio de 6 horas diarias, si vemos que a mi edad (68 años) es normal un descenso en mi descanso, resultará bastante lógica mi reacción, a pesar de que cuando me incorporo lo hago porqué cierto y aparente dolor muscular en la espalda me está invitando a realizarlo. En fin, como las lentejas, "si las quieres las tomas y si no las dejas", pues eso.

Enseguida me encaminan mis pasos al cuarto de aseo, yo no tengo bañera en casa pués al hacer obra prescindimos de ella. En su lugar una ducha que resulta más accesible e higiénica que una bañera. Me desnudo de mi pijama. Pongo en marcha un calefactor de cerámica que tenemos y abro el grifo de la ducha para que se encargue de activar el calentador de gas butano, mientras que uso un colutorio para higienizarme la boca, (uso dentadura postiza y siempre es conveniente dormir sin ella, ponerle una pastilla limpiadora y cepillarla para evitar los restos de comida, a pesar que me cepillo después de cualquier ingesta) lo cual me da placer con su refrescante sabor mentolado y luego, mientras tanto, procedo a descalzarme y meterme bajo el refrescante deslizamiento por todo mi cuerpo de una muy refrescante y a su vez cálida ducha de agua. Me enjabono ligeramente, procedo luego a secar mi cuerpo y me colocó el batín, con lo que hago que mis pasos me sitúen sigilosamente para no provocar ningún ruido que llegue a despertar a mi esposa, y procedo a conectar mi iMac, ordenador que apenas emite sonido que provoque ningún sonido ruidoso como suele hacerlo cualquier PC cargado con los procedimientos de su base en programas de Microsoft. Allí y una vez preparado, procedo a copiar y pegar las noticias que recopilo de Google y las paso por correo a siete blog`s que uso. Resulta ser que en todos ellos, salvo que sus tutores colaboren con otros trabajos de su propia iniciativa o recopilación deseen publicar. Además se editan en ciudades diferentes tres de ellos, el resto son tres de mi dependencia y el otro es de una plataforma la cual tengo encargado nutrir su blog. Allí permanezco hasta que consigo publicar las noticias recopiladas no sin antes ponerles los títulos que considero apropiados y hago, mientras tanto, tiempo para desayunar algo más tarde, me aseo y afeito todos los días y espero puntualmente a que me recoja la ambulancia que la veo venir desde mi portal, a través de las amplias cristaleras que posee mi puerta del edificio, con ello y al tiempo que hace las maniobras convenientes el vehículo, yo quedo a pie mientras que abren las puertas y tomo asiento, cinturón de seguridad ante todo. Luego nos dirigimos "al lío", como solemos decir y a comenzar nueva experiencia en mi ambulatorio de Elche, tras realizar un viaje de más o menos quince minutos.

A ver si esta noche acostándome más tarde, logro complacer a mi esposa quien´n se queja de mi madrugar cotidiano. Es posible. Ya veremos.

Yo lo tengo todo como muy normal. Duermo todos los días mi siesta del borrego. Me siento en el sofá que tenemos delante de la caja tonta que nos da por tener, como casi todo el mundo, y ante ella me entra un sopor que termina por dormirme un par de horas casi todos los días. Normal que le pase a todos los abueletes de mi edad, ¿no?

Mañana comentaremos las incidencias que presente el partido, pués la auxiliar de turno que se adelanta todos los días para abrir la sala de espera a las 08:30 h. es también culé a pesar de su procedencia madrileña. Cosas que suelen suceder en esta vida. Y esperamos luego a que venga una catalana que, sin embargo y por muy extrañamente que parezca, es del Real Madrid. Eso sí, somos muy respetuosos con nuestras decisiones y callamos prudentemente cuando resulta preciso.

La sala por unos minutos, pocos, toma cierto calor humano con el incremento de nuevos pacientes que, por lo general vienen en ambulancia, alguno de ellos lo hacen directamente por su cuenta y esperámos conversando en animada charla el inicio de actividades de dicho centro de daño cerebral, en este caso clínica NISA Vinalopó.

Esta mañana venido a recogerme, como todos los días, la ambulancia que me viene a recoger y llevar al ambulatorio en Elche, claro que el conductor era otro, no el habitual pués está de vacaciones en el día de hoy, pero ha sido un viejo conocido que anteriormente estuvo, durante dos o tres meses, viniendo puntualmente a por mí. Hoy he viajado en la carlinga de la ambulancia, junto al conductor. Hemos realizado el viaje con una charla muy amena en la que hemos, como solemos decir, arreglado España, si es que tiene arreglo, pués con la clase política que nos ha tocado en suerte es de pena, pero es lo que hay y lo que ha elegido el pueblo, así que ajo, agua, y resina, que no significa precisamente eso, pero no os lo contaré por ser su traducción más que conocida.

Hemos ido comentando, o mejor yo he ido relatando que si el gobierno quiere ahorrar recursos, podría hacerlo reduciendo esos pagos que hace tan generosos con la aplicación de unos sueldos a esos consejeros que lo único que hacen es ser comprados con su silencio, lo cual sale al fin de cuentas de todos los impuestos que generan nuestros gobernantes, y que quizás esta vez lo que pretendían era poner un impuesto más, pero camuflado en ser un ahorro. ¿Ahorro de que? . Han incrementado los impuestos con uno más, pués la represión viene a ser segura, no cabe la menor duda. Para ahorrar de veras existen otros procedimientos, no incrementar las represiones que lo único que fomentan es la desigualdad entre los españoles, pués quien no tiene paga los abusos de quienes van económicamente sobrados y no multar a quien más lo precisa. El trabajador. Pero no es mucho menos complicado que hacer la presión a los ricos, a esos ni tocarlos, por lo que se ve.

Es como la prevención del tabaco; podrían haber sido un poco más éticos y decir a todos que se trata de un impuesto que viene a reponer los recursos que ha dejado de percibir. Cuando lo más sencillo es minorar los sueldos de los diputados, senadores, y aún de unos ex-presidentes que gozan de varias retribuciones cuando a nosotros únicamente nos permiten una, de haber dos, nos dicen que que elijamos la eliminación de una de ellas. ¿Tienen bula, por caso estos personajes temporales? Si a mí me eliminan una retribución de las que me pertenece, ¿Porqué no hacemos lo mismo con estas prebendas que reciben los políticos, y en algunos casos de por vida?

A mi regreso he comentado todas estas injusticias y algunas más que permite el gobierno en beneficio de los patronos que son quienes dictaminan, en lo posible, como deben de ser los contratos que camuflan y que conseguirán que ningún trabajador vea su jubilación hasta que sea ya viejo, pués tal y como lo han pactado ni un recién nacido podría alcanzar una jubilación que le resultara mínimante digna.

¿Acaso meten mano ante los extremados abusos que los banqueros imponen en sus hipotecas que dejan al beneficiario sin piso, devolviendo el préstamo y encima teniéndoles que pagar un alquiler por el que tiene alquilado con un importe más que leonino?

Creo y esto me gustaría que me pudiera ser rebatido de una forma clara, que da lo mismo quien esté gobernando en estos momentos, si el P.S.O.E. O el P.P., ambos resultan ser lo mismo, pero con diferentes collares pues quién verdaderamente dirige nuestro rumbo no es el gobierno de turno, sino el de la Comunidad Económica Europea, lo demás son gaitas, amigo.

Ya en casa, me encontré con la alfombra de la entrada hecha a un lado, lo cual significa que han venido a traernos a nuestro nito pequeño, Otto, pués suu abuela ha marchado a comprar y se ha llevado en su cochecito al chiquillo, mientras tanto me he dispuesto a esperarlos escribiendo algo en el ordenador y ha publicado algo en mi muro de facebook y alguna que otra noticia en los bblocas.Estaba feliz por que tengo que marchar a Aguas Vivas a que se me retire definitivamente la sonda PEG que llevo puesta para beber agua, en adelante lo haré con la ayuda de un espesante, pués dudo que mi epiglotis reaccioné finalmente de manera positiva, y bastante contento estoy con haber logrado una recuperación motórica absoluta y cognitiva, creo yo que mucho más aceptable delos que en un principio creía. Tener una secuela de este calibre resulta cuanto menos una alegría, pues no podré tomar ni vinos ni licores, pero si podré tomar el agua aunque sea con la ayuda de espesantes; comer de todo, poco a poco como si se tratase de un bebé, habré de ir introduciéndo en mi dieta los alimentos que sepamos pueda tolerar con cierta precaución en su administración, de ello ya me orientará mi logopeda reportándome una hoja de alimentos que podré consumir y los que deberé de abstenerme tomar por causa de cierta imposibilidad de hacerlo, pero bien, estoy contento, si eso puede reportarme algo positivo, que creo que sí.

Esta noche dormiré más tranquilo, a pesar de ser jueves y no tener que madrugar para ir con la ambulancia, pués no tengo que marchar de viaje, seguro estoy que podré permanecer más tiempo en la cama, ya que al acostarme más tarde y debido a mi ciclo de sueño, podré despertarme algo más tarde. Ayer la prueba que hice me resultó satisfactoria.

El día amaneció claro y luminoso con una temperatura algo cálida y con una cierta brisa que hace que no tengamos sensación ni de frío, tampoco de calor. Hace lo que digamos, una época primaveral, no en vano aquí dijo Wenceslao Fernández Flores, insigne poeta, que la primavera descansaba en Alicante, pues el sol nunca la abandonaba, ni en verano que era tórrido, ni en el invierno cuando tanto se agradecía.

Es sábado, pero ya el viernes dejo de asistir a mi rehabilitación, al parecer y dada mi evolución, ya no preciso como ayer, tanta dedicación como antes tenía. Motóricamente estoy muy bien y cognitivamente, creo que igualmente, mi disfagia será la única secuela que dejaré para mi recuerdo, de un episodio triste y desgarrador que bien podría haberme resultado mucho pero. Estoy feliz, pués creo tener lo mínimo que la naturaleza consiguió arrancarme de mi vida, pero estoy aquí, podré contarlo todo y eso ya hace que me siente muy complacido, muy satisfecho.

Tendremos al medio día reunión familiar, no es la primera vez pués desde hace alguna semanas lo venimos practicando. Queremos que los nuestros sientan el gran valor que da una familia unida y acrecentada por el trato directo de todos sus miembros.

Nada importante, una comida normal de la de todos los días, aderezada con la presencia de mis hijos que han ido creciendo a medida que encontraban pareja que les hiciera seguir por un camino paralelo que confluirían algún día en un mismo final. La procreación de unos hijos deseados, y para nosotros en particular, la bendición que nos dan nuestros nietos, algo que lo único que consigue es alargar nuestra existencia con inusitada ilusión.

Efectivamente esto no es un espejismo, no, esto es la causa de toda mi felicidad acrecentada por todos los motivos que he ido exponiendo. Recuperación, reunión familiar, encuentro con la vida de manera mucho más consciente, pués antes solo vivía para comer y hoy he descubierto lo poco que necesitamos para poder vivir y gozar dignamente de nuestra vida.

A quién esto no le ha ocurrido nunca jamás se le viene haciendo más cuesta arriba, pués adelgazar treinta y un kilos no es tarea fácil a los sesenta y ocho años. Resulta cuanto menos un sacrificio. A mi, sin embargo, por motivos de mi enfermedad y la necesidad imperiosa que tenía de una dieta equilibrada que me acompañase, día a día, en mi recuperación, pués además de fácil, ha resultado ser la consecuencia de una mentalización firme y consciente de cuales serán mis necesidades, aquí y ahora, cosa que los demás lo tendrán algo más difícil, que no imposible, pués a base de voluntad y constancia habrán de conseguirlo alguna vez.

Estamos en estos momentos con Otto, mi nieto menos, tan solo tiene alrededor de diez meses, sus padres que han de ir a trabajar, nos lo han traído de buena mañana, concretamente hacia las siete y media de la mañana, desde Santa Pola que vive a Alicante que es donde lo hacemos nosotros. Sus padres se han ido tranquilos pues sus "iaios" se ocuparán todo este tiempo, hasta que vengan a llevarselo, en darle cariños, alimento, y paseo al aire libre y sí llenarse de vida y sol, que como decía nuestro médico puericultor, Dr. Tapia, era sumamente necesario para adquirir las vitaminas que el Sol era el único que de manera natural le podría reportar, mientras a los abuelos nos daría vida para sentirnos relativamente jóvenes, pues sus necesidades no obligaban a ello.

Cuando viniese todos, estaría ña mesa preparada, pués mi esposa y yo nos habríamos encargado por todos los medios que así fuera. Mientras ella guisaba en la cocina y preparaba el aperitivo que abriría el apetito a todos nuestros comensales, yo preparaba la mesa, abriéndola (era circular y bajo ella unos alerones que la prolongaban), colocando el mantel, los platos, cada uno en su sitio, los cubiertos, cristalería, servilletas, etc. de tal modo que dejásemos espacio suficiente para colocar todas las bandejas y boles necesarios para empezar con el aperitivo. Luego y conforme fuesen llegando (que a lo mejor lo hacían de golpe), sería el momento de ofrecerles una cerveza y algo con que acompañarla, hasta el momento que ya fuésemos todos dispuestos para abrir boca y sentarnos a la mesa.

Hoy sería nuestro día, mañana, seguramente lo dedicaríamos para salir con los amigos a pasear o ver alguna buena película, que es lo que habitualmente venimos haciendo. La última vez que lo hicimos fue para ver "El Cisne Negro", sería nominada y a punto estuvo de dar la sorpresa con el premio concedido de ser la mejor película del certamen.

No cabe duda que estoy fuerte para ejercitarme horas en mi marcha por esos caminos perdidos. Esta mañana, junto con mi esposa y tirados de mi hija, abandonamos la casa para bajar, desde la plaza Lo Morant, de Virgen del Remedio, donde vivo, hasta la Explanada de España, de un tirón y a paso de marcha más bien maratoniana y sin parar a descansar. Parecía ser que nos perseguía algún indeseable tras nosotros.

Al llegar a la rambla, únicamente entré en un comercio dedicado a la comida basura, a su retrete y procedí a miccionar, pués tenia ganas de evacuar aquello que me urgía. Después tomamos asiento en una cafetería, bueno digamos que heladería pero que igual te servían un café si así lo solicitabas, tanto mi esposa como mi hija pidieron un bombón y un cortado, ambos descafeinados de máquina. Yo no tomaría nada pues debido a mi patología no estaba recomendado, es más, está terminantemente prohibido por mi logopeda. La camarera decía si no pediría aunque fuese un vaso de agua. Ni eso, le respondí. La chica aunque un tanto escéptica con mi afirmación, no puso más objeción. Estuvimos el tiempo de tomarse caliente el servicio solicitado y después de cinco minutos escasos, emprendimos la marcha, igualmente rápida y por el paseo rumbo a la tienda de FNAC que hay en la calle de la Estación. Le dimos al niño su comida, y yo aproveche también para tomarme un preparado de salmorejo que tanto me gusta. Tras este preámbulo visitamos la tienda, mi hija compró algunos libros y, derechos a tomar de regreso el autobús hacia casa, otra vez. La parada que está en la plaza de los Caballos Luceros, que no Luceros como algunos se creen o se confunden con un signo falangista, la pasamos de largo pués estábamos algo confundidos, el caso es que comenzamos a caminar hasta la parada que existe frente a l cine Monumental, al principio de de la calle Alfonso X El Sabio y allí estuvimos diez minutos aproximados esperando que viniese. Nos habíamos dado una caminata de órdago. Según y si no estoy equivocado algo mas de 5 kilómetros. Mi esposa dice que esto puede ser preparatorio para nuestro posterior recorrido visitando fallas y asistiendo a la mascletá del próximo día, en Valencia, donde iré con un pañuelo de la Xerperudeta al cuello, mi amigo me lo compró el año pasado que estaba hospitalizado en Aguas Vivas, y esté año lo quería lucir en mi persona como agradecimiento a aquella sana intención con la que me lo regaló.

No cabe la menor duda, que todo estaba saliéndome a pedir de boca, pués tiempo atrás ni siquiera sospechaba con esta posibilidad, sin embargo hoy ya realizo los mismos planes que hacía antes del presente acontecimiento.

No me lo podía creer. Yo que meses atrás no movía más que los parpados de mis ojos, ni un musculo más. Eso es cosa de no llegar a poderselo imaginar nadie. Mi neuróloga ya lo dijo cuando fui a verificar mi estado. "Esto es obra de un milagro, no sería lógico después de tanto luchar y sin ninguna garantía de vida inicial." Sencillamente estoy muy contento. Para que lo voy a disimular, sería absurdo negar la evidencia. Solo esa pequeña secuela a la que ya me referí en otras ocasiones de mi disfagia. Difícil de creer.

Luego en casa me puse a grabar un álbum de fotos de mi nieto el más pequeño, con el programa iMagic, se lo dí a mi hija y una copia más para los otros abuelos con el fin de que vean las más de quinientas fotos, acompañada de música y efectos especiales que le pusimos. En fin, un día para recordar. Francamente bueno, pués amaneció un día soleado de invierno que o haciendo frío, invitaba a ir por la zona soleada ya que el ligero viento que soplaba en rachas ocasionales, así nos lo aconsejaba.

Parece ser que uno de los objetivos está en vías de cumplirse. Aunque la población, en general, no se ha traga lo del "ahorro de combustible" pues todos coinciden en la necesidad de que el gobierno llene sus paupérrimas arcas con un nuevo impuesto, aunque camuflado para despistar al personal más crédulo, lo cierto es que, hoy y desde las seis de la mañana, estará en vigor por un tiempo establecido en cuatro meses, a pesar de tener en mente un tiempo indeterminado.

Si en verdad querían ese ahorro, nada más simple que establecer turnos por días, pares para unos y nones para otros, con lo cual nuestra flota estaría permanentemente reducida a la mitad, y esto si que significa ahorro, lo otro, lo de bajar la velocidad a 10 kilómetros menos por hora, depende de el conductor, este logrará rebajar un poco, poquísimo los niveles de carburante, sin embargo de esta otra forma y sin necesidad de gravar más al sufrido contribuyente, se lograría mucho más drásticamente los objetivos falsamente establecidos por el ejecutivo. Lo dicho, este nuevo impuesto signado por nuestro Gobierno, no viene ni más ni menos que a sangrar al de siempre, pues quién goza de unas rentas suficientes, la aplicación de una posible multa es como para rascarse la nariz, mientras que al probo trabajador le supone la privacidad de llegar a fines de mes o de semana en condiciones más favorables para sus estimaciones iniciales. Sr. Rubalcaba, está, como la anterior del tabaco no ha colado. Otra vez será, seguramente cuando sea d. un poco más serio y nos plantee en verdad, necesidades fáciles de contrastar, más posibles de creerlas, esta vez, como le digo, no ha colado.

Pero bueno, a lo que me interesa y también creo que así sea para mi probable lector, si es que decide leerme hasta aquí. Volví nuevamente a mi Centro de Daño Cerebral, de Elche. Durante el trayecto de ida, como en el de vuelta, el tema de conversación giraba en torno al tema el día. El comienzo de nuestra nueva Ley, o impuesto, como mejor sea aceptado por todos nosotros. Más o menos veníamos a reconocer que esto había resultado como un asalto al sufrido contribuyente. Era algo difícilmente de asimilar si no era sobre la premisa en aceptar lo mencionado, ese camuflado impuesto que nos han establecido, pués el ahorro no lo podíamos ver por ningún sitio.

Fabricantes de vehículos, técnicos en transporte, ingenieros, personal todo afecto al plan gubernamental, nos han venido a decir lo mismo que el pueblo llano, y con toda la razón ya ha sido de etiquetar. Impuesto. Y es que es como verdaderamente se nos a presentado, ya que lo del ahorro queda demostrado que no lo es.

Cuando ha llegado la hora de mi rehabilitación, he pasado por logopedia y he recibido mis consabidos masajes y ejercicios conducentes a facilitar la suficiente estimulación muscular de mi garganta, como para que si se puede lograr, hacer llegar a funcionar correctamente mi epiglotis. Ya veremos después que se vean los resultados de la videofluoroscopia que me tiene que hacer. Todavía no saben donde me la harán y día, aunque suponemos que será en Aguas Vivas, algunos compañeros ya se la han hecho, pero no allí, sino en hospitales de la Seguridad Social en otro lugar distinto donde, ni el procedimiento es el mismo, ni los resultados cabrán interpretarlos del mismo modo, por supuesto. Pero bueno, a ver que me espera. Por lo pronto yo ya me encuentro preparado para cualquier resultado, siendo positivo resultaría una gran sorpresa para mí.

Después, al acabar mi sesión de logopedia de una hora, pasé a ejercitar la mente con el juego de Katamino, que a todos recomiendo, ya que siendo un ejercicio de gimnasia mental, resulta ser muy entretenido y apropiado para toda la familia. Es una composición de figuras geométricas que va creciendo de nivel conforme se le van dando solución al juego. Personalmente me he quedado ante el último movimiento del nivel %, concretamente se me atragantó, por así decirlo, en el movimiento G5, que al parecer no está demasiado mal. Son siete los que tiene el juego, me parece.

Junto al Katamino, lo que más me gusta de todo es el Mandala. Se trata de una clase de juego que está compuesto por un número suficiente de fichas magnéticas de diferentes formas, principalmente compuestas por rombos de diversas dimensiones y ángulos lanceados que componen, con la ayuda del manual del mismo, hacen que aparezca poco a poco una figura geométrica de la misma forma que el que se muestra en dicho manual.

Estos juegos que aparentemente parecen en un principio algo demasiado infantil, lo que nos procura a todos ya sean grandes o chicos, unos ejercicios de gimnasia mental que nos estimulan el cerebro hasta que este pueda por otras comunicaciones y ramales que tiene nuestra masa encefálica, substituir la zona más dañada de nuestro cerebro.

Disponemos de varias formas en conseguir de nosotros un crecimiento que resulta tan espectacular que nos potencia inimaginablemente hasta el punto de parecernos, y así parece ser que nos aporta, mayores conocimientos, mayor retentiva y concreción en el resultado de nuestras combinaciones y razonamientos lógicos aportados.

Así resulta ser el procedimiento que sutilmente nos hace que poco a poco obtengamos una rehabilitación de nuestras funciones cognitivas. Se trata de, motoricamente ayudarnos a fortalecer nuestros músculos de forma que aprendiendo primero a gatear, poco a poco y con la ayuda de la postura adoptada del caballero, rodilla en tierra y la otra apuntando hacia arriba, seamos capaces de ensayar nuestra incorporación sin la ayuda de terceros. Y por mediación de juegos, apuestas lógicas que obtendremos, sepamos a no el resultado de antemano, estrujando en nuestras capacidades cognitivas, seamos capaces de ejercitarnos mentalmente hasta la obtención de unos resultados aceptables. Ese es el secreto que utilizan en los hospitales NISA, que abundan en nuestro estado, opero cuya casa central radica, al parecer , próximo a la c/. Valle de Ballestera, en Valencia.

Quedo complacido con el método empleado para ayudar a rehabilitarse lentamente pero de manera progresiva, a un tiempo, a todo aquel que resulta capaz de esforzarse en hacer todo lo que colegiadamente les mandan allí hacer los fisioterapeutas que conforman el Centro de Daño Cerebral, como también lo usan indistintamente en al ambulatorio illicitano.

Estos son mis recuerdos en el día de hoy que os muestro en una redacción improvisada sobre mis vivencias acaecidas en este nuevo periplo de tiempo que afortunadamente y gracias a la madre naturaleza me ha permitido mostraros.

Hoy, me encuentro verdaderamente exultante de felicidad. Gozo de una paz y quietud inusitadas a cauda de algo que emocionalmente ha estallado dentro de mi ser, como una vivacidad que ha propiciado que en el resto del día todo me haya salido bien.

Resulta que a primera hora de esta mañana, comencé, como todos los jueves hago, mi sesión de logopedia. Hemos realizado todo aquello que mi logopeda me indicó el martes pasado y ha procedido a darme mis habituales masajes terminado el dual, ha preparado todo lo necesario para evaluarme igual que hace todos ,os mese, solo que en este no había duda, podría ser casualidad, quién lo puede determinar eso, quizás, solamente podremos saberlo tras la videofluoroscopia que ya esta aceptada y programada. ¿Cuándo? Ya lo dije anteriormente, creo, que será antes o quizás después de fallas. ¿Donde? Ni lo sabemos mi logopeda y yo. Presumimos que lo hagan en Aguas Vivas, depende de la aceptación o no, de la Generalitat valenciana. El caso es que tras la valoración que cada mes me viene haciendo, hoy he tomado agua por primera vez sin que haya dado ningún síntoma de rechazo alguno, cuestión esta que me hace abrigar alguna imposible esperanza. He logrado ingerir por mi boca tanto la jeringa de agua preparada con espesante de sabor a naranja. ¡Quién pudiera volver a comerla! Y posteriormente y poquito a poco, en varias tomas extremadas de precaución, he ido tomando una jeringuilla completa de 60 ml. De agua pura sin que por ello me haya acudido cualquier síntoma de rechazo como bien pudiera ser la tos o el ahogo, como anteriormente alguna vez ya me había ocurrido. No me fue posible contener el incipiente llanto de alegría, cada vez que interiormente me hacia la misma esperanza. ¿Cómo era posible esto de salir sin secuela alguna. Es algo que todavía no me lo puedo Creer.

Para colmo de experimentar una gran satisfacción, y después de ir a orinar. Al salir me ha llamado mi neuróloga para ir a someterme a una valoración. ¡Otra! Esta vez será muy rápida, decía ella. Y tras diversas preguntas que me hacía, yo con suma tranquilidad y paciencia, una a una contestaba desinhibido y sin ningún temor. ¿Porqué? Tras las preguntas me extendido un cuaderno y me hizo contestarle algunos gráficos de atención, otros donde debía fijar mis impresiones,... luego otras preguntas esta vez encaminadas a ver en un espacio de tiempo, contestaba, por ejemplo, a una serie de animales que comenzaran por l, yo creo haber dicho muchos de ellos, pienso que los suficientes, aunque siempre habrán mentes más o menos lucidas que difieran de mis contestaciones. Luego me ha preguntado por relacionarle una serie de cosas que no fueran similares, ni propias, ni comunes, ni verbales, que comenzaran por varias letras. Ni sus derivados, por supuesto. Franca,mente creo haberlo hecho en tiempo y con diversos resultados, todos ellos creo yo que aceptables. En fin que me ha evaluado cognitivamente mis progresos y condiciones que, todo me hacía penar en una próxima alta que desconozco aún cuando pueda ser. Me ha preguntado por ,o que me proponía hacer de aquí a seis meses. Como me veía yo, si pensaba que me quedaría alguna secuela, cosas así, yo le he ido respondiendo la verdad de mis apreciaciones y, considero que pronto saldré un día con el alta en la mano.

Desde allí y al terminar mi valoración, he acudido a Fisio 4, para completar mi rehabilitación del día, y he terminado feliz y contento, pués todos los ejercicios, aún con algún grado de dificultad, he logrado ir superándolos uno tras otro. Desde mi primera hora, con mi logopeda, he sentido el positivismo de unos avances anteriormente insospechados y por eso se ha ido acumulando hora tras hora esta rabiosa felicidad de la que estoy.

Honestamente, de quedarme algo, será el resultado de la valoración cognitiva que he realizado, como ya he dejado dicho anteriormente.

Sin embargo de todos estos avances parece ser que no se han ido apercibiendo en mi familia, cuando llego a casa y me consideran como a un enfermo que tiene que recibir el alta para ser considerado que está en condiciones de ser el hombre que anteriormente fue. Siguen sin contar conmigo para nada en lo económico, tema éste que se ocupa mi mujer desde que me sentí afectado por el ictus. Se me retiraron la validez de mis tarjetas de crédito y siguen igual, pues parece que nada haya cambiado. No me dejan salir a la calle con plena libertad de movimientos por si las moscas... Siempre acompañado de o bien mi esposa o bien mis hijos, siempre en compañía para evitar que hipotéticamente me meta en líos, cuando yo me considero ahora mucho más respetuoso y tolerante con quién me rodea. Únicamente salto ante la injusticia y mala educación de mis prójimos cuando estos no saben comportarse con educación, pués les recrimino si llega el caso, la acción desmesurada de sus actos. Pero esto no se presenta siempre, solo cuando de uvas a peras suceden hechos de ésta índole.

Con el alta en la mano ya otra cosa cabría esperar, pero eso es una cosa que todavía queda por ver. No me desespero por ello. Se que es un episodio el mio que ha dejado marcados por la inseguridad a los míos y que es lógica sus reacciones. Esperaremos a que de todo ellos se den cuenta poco a poco cuando recobren, cosa bien lógica, su confianza.

Pero es comprensible y por ello no quiero bucear en aguas de pesimismo, soy todo lo contrario, muy optimista, ya que espero que todo regrese a su normalidad, tras el susto que todos ellos se llevaron conmigo. Yo y pese a lo que todos podamos pensar, no sentí nunca ni daño, ni dolor, nada, era algo que extrañamente me sucedía a mi, y eso después de que mi conciencia aceptara que la fortuna me había tocado con su varita mágica.



oooOooo



Este es un borrador de lo que en un futuro terminará convirtiéndose en un libro que narrará el episodio de mi vida cuando fuí afectaado por un ictus, ahora hace aproximadamente año y medio, quizás más, fue un hecho que ocurrió el 8 de enero de 2009, pienso renunciar a todos mis derechos en favor de una publicación en estos mismos medios, absolutamente gratuita de tal modo que llegue a aquellas personas que bien pudieran necesitarlo para tener conocimientos semejantes ante cualquier familiar que lo necesite, pues fui diagnosticado incialmente por tetraaplejia, no movía ni un solo músculo de mi cuerpo y tan solo podía mover los ojos para así intentar comunicarme con el exterior. En el narraré cada momento de mi existencia, sabiéndo tranquilizar a quienes así lo experimenten, ya que nunca sentí absolutamente ningún dolor y que mi consciencia no me permitía sentir ninguna clase de miedo, pués estando ligeramente sedado no me permitía darme cuenta de nada, así pués, reserven esas energías para encontrar un medio en comunicarse con el paciente, si es que éste tuviera un reflejo semejante al mío.


Pronto lo daré por terminado, seguramente al alcanzar 100 o 120 páginas, para que su lectura, ligeramente novelada, sea a su vez agradable y orientativa a quien lo pueda llegar a leer.



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