REFLEXIONES PARA
EL DÍA DE LA MUJER...
Y PARA LOS DEMÁS DÍAS
TAMBIÉN.
A mi me parece que una esclavitud auto-integrada no es menos esclavitud sino la semilla de la autodestrucción y el obstáculo más importante a vencer. No hay nada más lejos de la libertad. Esto es aplicable en todos los campos y en la lucha por la igualdad de entre hombres y mujeres también.
Os mando este correo para recordar y no perder la perspectiva de los asuntos que no tienen nada que ver con el ofrecer o reservar algo bello para alguien, porque la mujer que no lo hace es mirada con recelo en el mejor de los casos o marginada, calumniada, d
difamada, repudiada, violentada, agredida, encarcelada o asesinada, todavía en muchos países, incluido el nuestro.
También aquí pasamos por esto con el catolicismo y se justificaban con lo mismo, reservarse para el marido, dignificar a la mujer, etc., etc., es la misma cantinela con otro traje o como dicen el mismo perro con otro collar.
Eso no tiene nada que ver con el poder regenerador del silencio, la naturaleza y la sinceridad interior tan curativa, aunque a veces se utilicen para envolver mensajes subliminares como en una campaña milenaria de publicidad donde nos ofrecen el paraíso con un mapa mal intencionado.
Y aunque ahora estéis sin trabajar como sois unas donas molt treballadoras permiteme que os FELICITE en esta semana de la mujer.
Muchos besos y que tengáis un día fabuloso.
Candela.
N. R. Aún cuando me llegan fuera del Día Internacional de la Mujer estas palabras, las resalto al considerarlas igualmente válidas pues yo reconozco todos los días del año ese humilde homenaje.
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