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Sondeos que manejan los populares dan por hecho que pueden perder hasta 130.000 papeletas
Joaquín Ripoll saluda al jefe del Consell en presencia de Gerardo Camps y Vicente Rambla. rafa arjones
Francisco Camps, presidente de la Generalitat y candidato del PP a la reelección, tiene muchas posibilidades de revalidar su mayoría absoluta en las Cortes. Está por ver, sin embargo, que los populares valencianos salgan sin heridas de una batalla a la que, sobre el papel, se presentan con el viento electoral a favor pero que, por contra, es decisiva para su propia estabilidad. Las investigaciones por corrupción -con las novedades judiciales del caso Gürtel-, las luchas internas en el PP -saldadas con una docena de escisiones- pero, sobre todo, la decisión de Mariano Rajoy de avalar candidaturas a las Cortes con la presencia de una decena de implicados en casos de corrupción pueden empujar a la abstención a una notable porción de votantes del PP, que se salvaría únicamente porque, al menos de momento, el electorado socialista aún se muestra remiso a movilizarse. A estas alturas y aunque se aprecia una leve mejora, poco más de un 50% de los votantes del PSPV confiesan, de forma abierta, su disposición a participar en la contienda electoral del 22-M.
A poco más de tres semanas para la cita con las urnas, sondeos que manejan los populares apuntan en esa dirección y dan por hecho que, en último extremo, la sangría puede superar las 130.000 papeletas respecto de los comicios de 2007 con notables diferencias, además, entre la urna autonómica y la municipal, que se vería menos resentida. La lista a las Cortes del PP alcanzaría, de acuerdo a los datos que manejan en el PP, el millón cientro treinta mil votos. Ese es el desgaste que fuentes de la dirección del PP dan por descontado de cara a los comicios del 22-M. A los populares, de momento, sin embargo, les salva que los socialistas no logran remontar. Conforme a la información del PP, la candidatura de Jorge Alarte se situaría en el umbral de los 675.000 votos, más de ciento cincuenta mil menos que en 2007. Habrá diferencias, igualmente, a favor de los candidatos locales, menos golpeados por la imagen de la errática gestión de Zapatero.
Es decir, que entre populares y socialistas enviarían a la abstención -aunque una porción más pequeña iría a otras candidaturas- a unos 300.000 electores lo que dejaría la participación, de acuerdo a los cálculos que baraja el PP, en el 63%, siete puntos menos que hace cuatro años. Con este escenario, incluso y a pesar de la pérdida de votos, los populares podrían, por mor de las variables de la Ley d'Hondt, desde ampliar su representación y el porcentaje de apoyo hasta quedarse estancados. Pero dependen de dos variables: la capacidad de los socialistas para movilizarse en la recta final de la contienda electoral y, sobre todo, del resultado de la lucha que mantendrán EU y Compromís para tratar de revalidar su presencia en las Cortes. Podrían estar ambas en el parlamento, una de los dos o ninguna. En todo caso, conforme a los datos del PP, tienen todas las opciones abiertas pero se jugarán sus posibilidades en la campaña. EU gana en la batalla de la marca, pero Compromís tiene casi el doble de listas municipales para "tirar" de su resultado. Los datos del PP les sitúan con 110.000 y 105.000 votos, respectivamente, en la pugna por lograr escaños.
Al PP, por tanto, no le interesa que el elector socialista incremente su nivel de movilización. Todo lo contrario. De ahí que trabajan con una campaña de tono institucional y perfil bajo. El problema para los populares, sin embargo, es que el ruído interno como consecuencia de las disputas entre la dirección regional del PP y la cúpula provincial que encabeza Joaquín Ripoll pero, sobre todo, el aval a la presencia de imputados e implicados por corrupción en las candidaturas electorales no sólo ha molestado a una parte de su propia parroquia sino que, a la vez, ha despertado la conciencia de electores socialistas, que ya se plantean votar.
Camps volverá a la actividad en el plazo de una semana
El presidente de la Generalitat y del PP de la Comunidad, Francisco Camps, se reincorporará a su actividad institucional y de partido la próxima semana, coincidiendo con el arranque de la campaña electoral. Camps, a día de hoy, está convaleciente tras ser intervenido quirúrgicamente de una hernia discal en fase aguda el pasado día 13 en el Hospital Universitario Doctor Peset de Valencia. Desde entonces, apenas se ha dejado ver en una reunión informal con sus principales colaboradores en el PP. Así lo explicó la portavoz del Consell, Paula Sánchez de León, tras la habitual sesión plenaria del Ejecutivo autonómico. La también directora de la campaña del PP aseguró que Francisco Camps está llevando a cabo la rehabilitación "perfectamente y conforme a lo previsto". "Está prevista su reaparición la próxima semana para incorporarse a su actividad institucional con normalidad, así como a la compaña electoral que empieza en los próximos días", aseveró Paula Sánchez de León, una de las dirigentes del PP que se ha multiplicado para sustituir a Camps en los últimos días. redacción.
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