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A LA MEMORIA DE MIGUEL HERNÁNDEZ
Soy una abierta ventana que escucha por donde va la tenebrosa vida, pero hay un rayo de sol en la lucha que siempre deja la sombra vencida.
Seguramente os animará a saber en que zona de la ciudad lo habéis visto en alguna ocasión. Sobre todo los ciudadanos alicantinos. Toda la pared de este edificio administrativo estaba repleta de ellos. Fue con motivo de un homenaje que le hicieron los pertenecientes a la Asociación Miguel Hernández, quienes realizaron varios de ellos los pintores alicantinos adscritos a ella. Todos con alguna alegoría al magistral poeta del que saldría una frase muy bonita y emotiva que decía:
A las aladas almas de las rosas... de almendro de nata te requiero, que tenemos que hablar de muchas cosas, compañero del alma, compañero.
Estas frases están entresacadas de una elegía dedicada a su buen amigo Ramón Sijé. Al igual otra que decía:
Encarcelarán mi cuerpo pero jamás mi alma que volará entre las rejas y por encima de los muros buscando mi libertad.
Que tiempos aquellos en los que a pesar de la dictadura que segó su vida, todavía había un rayo de esperanza, lo que es ahora... ¡Que nos queda ahora!... Unos desalmados se encargan de meternos entre rejas, pero siguiendo los pasos de nuestro amigo y amado poeta oriolano, jamás conseguirán encerrar nuestra alma.
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