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Hoy vamos a relatarles la experiencia vivida y denunciada por muchos dependientes sobre el pésimo funcionamiento de los transportes públicos en muchas de las ciudades donde vivimos, y digo públicos cuando es en la realidad que mayoritariamente suelen ser de corte privado.
Veamos, todos venimos a convencernos que los conductores de autobuses van estresados con ver de cumplir el rígido horario impuesto por una patronal que ni poco ni mucho les importa el personal que los utiliza. No vienen a contemplar que en muchas ocasiones viene a ser utilizados por personas dependientes de una movilidad, más bien reducida. Sobre estos aspectos los municipios son los principales responsables de su mal funcionamiento, pues debieran incidir en sus plicas condicionales el derecho que todo usuario, máxime los de movilidad reducida, debieran ser tratados de una manera mucho más delicada de lo que les imponen a los conductores con un horario que para nada contemplan como una razonable flexibilidad en orden a sus posibles usuarios.
Esta mañana hemos tomado uno y a mis gresticulantes observsciones (las puertas estaban cerradas) muy amablemente, eso sí, nos ha reducido la altura del vehículo para que mi esposa que se desplaza en muletas accediera al mismo. Nada que objetar y si mucho que agradecer por esa delicadeza observada. Posteriormente en otra parada posterior hizo lo propio con una silla de ruedas para mejor acceder al autobús, todo hasta aquí correcto, lo que ya no me pareció nada oportuno es que no estando convenientemente situadas estas personas en el interior del autobúsd, arrancara con el consiguiente peligro de desplazamiento forzado por el arranque de dicho vehículo con el riesgo de accidente que ello supone (las prisas).
Al llegar a nuestro destino solicitamos la utilización de la rampa por ser la altura del escalón superior a las necesidades de mi esposa quien se levantó del asiento, para mayor seguridad, cuando el coche estaba parado, mientras tanto esperaba yo en la puerta la llegada de mi esposa que se movía con mayor dificultad que otras personas al objeto de cubrir una posible contingencia, la misma que se dio cuando el conductor cerró precipitadamente las puertas cuando mi esposa todavía no había llegado a la misma. ¡¡¡Sorpresa!!! El conductor del autobús cerró sus puertas sin percatarse primero si habían descendido todos los viajeros que habían solicitado su parada. ¡¡¡Pare, pareeeeeee! ¿Que no se da cuenta que ha podido provocar un accidente innecesario? ¡¡¡Vayase vd. a transportar animales, aquí solo subimos personas!!! es lo menos que pudo haber salido de mis labios.
Si la Sra. Alcaldesa se hubiera preocupado de hilar más fino el transporte público ¿privado? en lugar de preocuparse de su clamorosa prevaricación, seguramente todos saldríamos ganado ¡No es así?
1º - Solo pedimos mayor sensibilidad del profesional hacia los usuarios, máxime si son de movilidad reducida.
2º - Más sosiego a la empresa en cuanto a las flexibilidad de sus horarios, que no transporta animales, solo personas, si es que antes no se habían percatado. Con solo al contratar a los conductores les obligasen a un cursillo para saber del comportamiento de los usuarios, sería más que suficiente. ¿Para que esperar en la cola del destino cinco o seis minutos?...
3º - La mayor responsabilidad será para quien contrate unos hipotéticos servicios públicos y no privados, que contemplen otro comportamiento de la empresa a la que contratan y ésta a su vez a los conductores de sus vehículos.
Solamente eso haría que en las diversas ciudades españolas tuviéramos unos servicios realmente esmerados.
¡No solo todo serían ganancias, también mejores servicios!
Para algo son los de Alicante, quizás, los más encarecidos.
Centrándonos ahora en nuestros líderes políticos, diremos que nos resulta del todo incomprensible que cuando estamos todos más que hartos de soportar prevaricaciones que lastran nuestro erario público, recortes y más recortes, situaciones de privilegio inconcebibles, vengan ahora y pretendan blindarse de sus felonías con unas leyes anti escraches, cuando debieran estar todos sometidos a la crítica y repudio de toda la ciudadanía caso de darse las actuales circunstancias?
De verdad que ante la actual situación bien cabría preguntarse si actualmente la crisis no deben de comenzar a ser que la paguen otros.
Sencillamente, que me lo expliquen si alguien se encuentra con ánimos de justificarlos y mucho más María Dolores de Cospedal cuando, probablemente, sea la que más tiene que callar.
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