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Recientemente ha caído en mis manos un artículo que he creído interesante para el inicio de mi entrada de hoy, por cuanto que se tarta de una sana actividad que además, según nos dice, potencia nuestra masa muscular, así pues les dejo con él.
Ayer fue un día en el que asistí al hospital general universitario de Alicante, a que por medio de una endoscopia me hicieran una prueba que sería la definitiva. Resulta que se trata de cerrar la herida que me produjo la inserción de mi PEG (sonda gasogástrica) que precisaría para poder alimentarme y nutrir convenientemente a mi cuerpo de una buena hidratación, tras este último intento (ya van 4 los ejecutados) se impondría una intervención quirúrgica de mayor importancia requiriendo para ello una operación. ¿Resultados ¿?...
A todo esto siempre he recibido una especial atención de los galenos que me atendieron, nada que objetar, todo perfecto.
El caso es que por la tarde-noche recibí un correo de mi buen amigo Miguel quien me alertaba de la emisión de un programa en la Cuatro TV. llamado REPORTEROS. DEPENDENCIA que se emitió a las 00:30 horas. Fue sin duda la contemplación de una situación que debiera animar a nuestros gobiernos, tanto central como autonómico y dejar aparte su inexplicable no aplicación de la llamada Ley de Dependencia.
Durante su desarrollo pudimos ver unos ejemplos desgarradores de aquellas personas que estaban sometidas a la dependencia de unos cuidadores (casi siempre familiares) que alegremente acometían la difícil emprendida con una buena dosis de alegría en su trato muy a pesar de lo que ello de desgaste físico y psíquico supone para ella.
Verdaderamente no entiendo como la realizan sin adoptar unas malas formas pese a su injusta situación. Desconozco los motivos que tendrá ese gran potencial de personas que se olvidan de manifestar sus injustas situaciones.
Ya quisiéramos que nos potenciaran nuestras reivindicaciones ante la administración, pero sorpresivamente nada de nada. Inexplicable cuando tanto derecho les asiste para reclamar.
Ayer mismo recibía, vía correo, la recomendación de no envío de nada que no fuera relacionado con el mundo de la dependencia. ¿Pero como no hacerlo si todo guarda relación con nuestras reivindicaciones? ¿que acaso no están justificados su relacionados actos de ningüneo que todos recibimos?...
Debo respetar las decisiones de cada una de las personas con las que me relaciono, eso es lo más democrático, pero no entenderé jamás estas situaciones en donde como dicen sobre las avestruces que meten su cabeza bajo de sus alas para no querer ver su realidad.
¡Nunca lo entenderé!
Apoyemos con nuestra presencia las convocatorias de actividades propuestas por nuestras plataformas de la Defensa de la Ley de Dependencia. Todos saldremos ganado algún día.
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