Después de leer unos artículos publicados en El Mundo-Diario de Valladolid sobre el alcalde, nos decidimos a contestarlos con esta carta en el mismo periódico.
Uno más. Ayer oímos al alcalde de Valladolid, Javier León de la Riva, llamar “majadero” a Óscar López. La “fuerte personalidad” del alcalde retumbaba de nuevo sobre el paisaje vallisoletano. Y no hemos podido por menos que acordarnos de un artículo de finales de julio, suscrito por un tal “Ronald Reuel”, que levantó la liebre sobre su forma de ser. Desde luego tenía carácter; pero ¿era Javier León de la Riva como el Rey Théoden de Rohan, del Señor de los Anillos? Para el firmante del artículo (a ver: el nombre completo de Tolkien, el autor de la saga, era John Ronald Reuel Tolkien; ¿pillan el seudónimo?); pues para el señor R.R., decíamos, no cabía duda. A pesar de la dureza de las formas, que mantiene intactas, “su reinado” da muestras ya de “claros signos de envejecimiento”, y su gobierno parece abandonado a la mayoría de las cosas que hace quince años criticaba de forma contundente.
Pero a los pocos días, acusando el golpe, contestó Manuel Tuero. Sorpresa: el alcalde no era Théoden, sino Frodo. Nada menos que el mismísimo Frodo. La verdad es que, si hemos de fiarnos de la película de Peter Jackson, su aspecto no es muy parecido. Pero lo que Tuero quería resaltar era la, a su juicio evidente, condición de superhombre de León de la Riva. Bajo su mando, todo es perfecto en el Ayuntamiento. Pero todo todo. Su gestión significa “el triunfo de la humildad sobre el orgullo” (alucinante). Y fíjense cómo será de austero, que a los actos que organiza “es preferible asistir cenado”: no les decimos más.
Pues no. Evidentemente el alcalde no es Théoden. Por mal que nos parezca que hace las cosas la metáfora nos parece abusiva. Pero tampoco es Frodo. Tuero: te has pasado tantos pueblos con el almíbar que el mega-super-halago resulta inevitablemente empalagoso. Entonces, ¿qué metáfora vendrá bien, qué imagen será realmente apropiada para caracterizar a nuestro peculiar alcalde? Un amigo está convencido de que efectivamente se trata de un hobbit, pero no de Frodo, sino del maligno Gollum (el de “mi tesoro”). Pero tampoco es eso. Sigue siendo exagerado. Tenemos la impresión de que por la vía de los personajes épicos vamos mal.
De ahí que prestásemos oídos a otro amigo que sugería el parecido con Stanley Motss, el rocambolesco personaje de Cortina de humo. Un tipo que es capaz de inventarse una guerra con Albania para desviar la atención de la gente. Según él, nuestro alcalde se dedicaría a crear problemas accesorios, para entretenernos en su debate, mientras el fondo que le interesa proteger se mantiene a salvo. Cree, incluso, que fue él mismo quien provocó esa gran tragedia griega de Valdechivillas (con traiciones familiares y todo) para poder aprobar entretanto, sin problemas, la urbanización de otras zonas más que jugosas, asegurando a sus protegidos un negocio, como diría Rajoy, sideral. Pero todo esto nos sigue resultando demasiado alambicado.
Por eso creemos que es mejor apuntar a lo directo. ¿Realmente a quién nos recuerda? Pues al Capitán Haddock, de Tintín, no hay duda. Oigámosle: su colección de insultos es inmensa, y se han llegado a catalogar casi trescientos improperios diferentes (entre ellos figura “majadero”, por supuesto; pero también otros tan interesantes como “hidrocarburo”, “anacoluto” o “residuo de ectoplasma”), que el amigo de Tintín suelta en cada episodio, a diestro y siniestro. ¿Alguien es capaz de emular semejante hazaña? Pues claro: nuestro héroe.
Articulos a los que se contesta: En busca del mago blanco. El hobbit-alcalde
Alfonso Sánchez y Manuel Saravia, portavoz del Grupo Municipal de IU en el Ayuntamiento de Valladolid y candidato a la Alcaldía de IU para 2011, respectivamente.
Fuente: PASEANDO blog
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