Domingo 24 de octubre de 2010
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Comunitat Valenciana
Marga Sanz Alonso
Coordinadora de Esquerra Unida y diputada en las Corts. En septiembre cumplió un año desde que sustituyó a Glòria Marcos en las Corts, tras la ruptura de Compromís. «Ya hemos pasado el túnel», respira Sanz (Valencia, 1951), ufana porque las encuestas apunta a una subida electoral.
«La crisis ha revalidado nuestro discurso», asevera.
11:41
Marga Sanz, en la escalera oval del Palau de les Corts. ferran montenegro
JUANJO GARCÍA GÓMEZ
En 2007 la apuesta de EU fue la coalición con el Bloc en Compromís pel País Valencià. Tras la ruptura, ahora la crisis económica los empuja hacia arriba en las encuestas. ¿Para 2011 irán coaligados con la crisis?
Vamos a ir coaligados con todas las personas que han hecho la huelga general, con los afectados por las políticas antisociales del Gobierno socialista y por las políticas antisociales y la corrupción del Gobierno del PP en elPaís Valenciano. Esa es la gente que engrosa los foros que hemos montado de Convocatoria Ciudadana, que es la refundación que lanza Izquierda Unida a nivel estatal y EU en el País Valenciano. La prueba de nuestro arraigo en la sociedad valenciana la dan los resultados continuados de unas encuestas electorales que dan al alza a EU reiteradamente desde hace meses.
¿El bache económico les va a dar ese empujón para superar el 5% y tener grupo en las Corts?
Vamos a superar la barrera del 5%. Así lo dicen todas las encuestas. La crisis, dentro de lo negativo que tiene por el paro que se cobra, las bolsas de pobreza que cada vez son mayores y la propia situación de atonía que tiene la economía valenciana, ha revalidado nuestro discurso. Siempre hemos defendido lo público, una planificación democrática y una orientación de la economía. El mercado desregula y, al final, sume en crisis a las economías. Este discurso nuestro de que el mercado es incapaz de abrir puertas a una economía sostenible social y medioambientalmente se ha cumplido. Ha quedado claro que tenemos que ponernos de acuerdo para cambiar el rumbo.
No parece que la huelga general tuviera un respaldo extraordinario. ¿Se equivocaron al apoyar esta vía de presión?
En absoluto. La huelga general ha tenido un gran respaldo y la prueba son los informes de consumo eléctrico de ese día, al nivel de un festivo. Ahora quien tiene que mover ficha es el Gobierno de Zapatero, que debería sentarse con los sindicatos para renegociar la reforma laboral y aclarar qué quiere sobre el sistema de pensiones. El nuevo Gobierno son nuevas caras para viejas políticas. Está más pensado en dar una imagen que remonte las pérdidas del PSOE de cara a las elecciones.
¿En la C. Valenciana estamos peor situados ante la crisis?
Tenemos el problema de la corrupción y, al lado, una situación de insolvencia económica de un Consell que, ya no es que no pague facturas, es que nos ha hipotecado para veinte años. Se calcula en 32.000 millones la deuda escondida de la Generalitat. Si no somos capaces de romper esa dinámica de apoyo al PP, este país se cierra el futuro y las posibilidades de salir de la crisis. Esa insolvencia y el conservadurismo extremo que invade todas las conselleries los lleva además a privatizar la propia gestión de los colegios e institutos públicos. Eso es tremendo, es el modelo de Esperanza Aguirre, el modelo de Alzira en la educación y se deriva de la incapacidad para gestionar una crisis, sumidos como están en el desgobierno y la corrupción. La corrupción, al desviar fondos públicos, genera más parados y además están las prioridades que tienen. Dicen ´como Zapatero no nos envía dinero [la cantinela de la financiación, que es cierta pero no es todo], recortamos el gasto social, educación, sanidad, dependientes, bomberos...´ Pero no dicen lo mismo cuando tienen que inyectar dinero a la Volvo Ocean, la Fórmula 1, las regatas de élite, proyectos que no son los que nos van a sacar del atasco. Ahí no hay recortes. No es sólo la corrupción, es que ésta va unida a unas prioridades en política económica y social, y las dos cosas hacen que en este momento este país no tenga salida.
¿Está satisfecha con la labor que ha podido desarrollar en este año en las Corts?
Cuando llegué teníamos la mayor crisis institucional, con el caso Gürtel en el centro del debate político. Aquí no había parados, sólo Gürtel, que realmente es muy grave porque afecta a un presidente y a varios consellers, pero quisimos situar, junto con los temas de corrupción, lo que la gente está padeciendo, que es lo que realmente se está cociendo en la calle. Estoy contenta porque nuestro discurso se ha abierto camino en las Corts. Y en cuanto al reconocimiento social, EU ha remontado la situación y está lanzada debatiendo programas municipales y listas. Ha recobrado una autoafirmación que en un momento dado pudo tambalearse con las crisis internas que tuvimos. Ya hemos pasado el túnel.
Hay quien cree que la marca IU-EU recogerá electoralmente también el trabajo de Compromís. ¿Ironías del destino?
El electorado que vote a EU lo hará a una marca que tiene ya 25 años de historia, votará una coherencia con un programa y una honestidad con los acuerdos firmados. Tenemos una trayectoria que el electorado está reconociendo ya. Hemos pasado página de una etapa que no quisiéramos nunca volver a repetir.
«Las urnas no absolverán a Camps; el nazismo ganó y eso no lo justifica»
Si finalmente Camps es candidato en 2011, se confirman las encuestas y gana las elecciones, ¿los ciudadanos lo habrán absuelto de responsabilidades?
Los ciudadanos no absuelven por ese hecho. El PP es el que lanza ese discurso, el de «las urnas me absolverán». Pero en la historia no podemos decir que, porque el nazismo ganó en Alemania, tenía el respaldo y, por tanto, estuvo justificado el asesinato de miles de personas. Ese discurso no podemos admitirlo porque, por esa misma razón, en este momento podría repetirse y respaldar situaciones tan extremas como las que llevaron a la Segunda Guerra Mundial. El PP debería medir las palabras al respecto porque son muy peligrosas.
Es difícil imaginar una situación más complicada para el PP valenciano, con la crisis y las acusaciones de corrupción.
Es tremendo. Hay un presidente, tres consellers, dos presidentes de diputación, la alcaldesa de Orihuela, varios concejales oriolanos. De arriba a abajo todo salpicado. Y por lo mismo: Favores económicos y electorales entre políticos y grupos económicos con intereses muy determinados. Ya no estamos hablando de cuatro trajes, sino de una supuesta financiación ilícita del PP, de intercambio de favores entre empresarios y políticos, de utilización de los recursos de la Administración en favor de políticos y empresarios determinados.
Dice que no sólo son tres trajes sino que está la financiación electoral del partido.
El PP tienen una sobrerrepresentación en las instituciones porque ha hecho «dumping» electoral al resto de los partidos. Nosotros hemos ido legalmente con las finanzas que tenemos y los pocos préstamos a los que podemos acudir y ellos han abusado del poder para conseguir un dinero...
Y ahora, la polémica de las ayudas a las ONG en la conselleria de Rafael Blasco.
Les salen enanos por todas partes. Demuestra que en la gestión del Consell no hay una guía que se llama ética política. Ni ellos controlan ya lo que puede aparecer al día siguiente porque cada conselleria es un reino de taifas donde se han dado negocio y favores a cambio de apoyos sociales. Blasco, donde ha ido, ha dividido los movimientos ciudadanos y sociales relacionados con sus conselleries y ha creado redes alternativas a las que la sociedad se había dado en diferentes áreas, como cooperación, ciudadanos o inmigración. Lo hace para generar pleitesías y obtener réditos electorales. Eso Blasco lo sabe hacer pero llega un momento en que roza los límites de la legalidad. Camps tiene que decir algo y no tirar balones fuera.
Pese a este escenario, el PP aumenta según las encuestas el respaldo social. ¿Cómo lo explica?
Han hecho algo que les ha dado mucho rédito, identificar las necesidades del pueblo valenciano con su programa electoral. Y han tenido muchos instrumentos para ello: Una televisión y radio puestas a su disposición y otras televisiones y medios de comunicación con concesiones de televisiones privadas. La izquierda se ha encontrado con una situación muy difícil: Una etapa de bonanza que aparentemente ha dado mucho. Se ha creado mucha riqueza pero también se ha repartido muy injustamente. Las rentas del trabajo disminuyeron en cinco puntos en este periodo de bonanza. Eso es lo que no se dice.
Pero se ha creado una sensación de que esta sociedad iba a más gracias a la gestión del PP. Eso hay que desmontarlo. No es verdad que el conjunto de la población se haya enriquecido y ese enriquecimiento, que ha ido a determinados grupos sociales, ha sido a costa de privatizar los servicios, recortar las ayudas a los más débiles y precarizar el mundo del trabajo.
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