El Daño Cerebral
El daño cerebral es una lesión que se produce en las estructuras cerebrales de forma súbita en personas que, habiendo nacido sin ningún tipo de daño en el cerebro, sufren en un momento posterior de su vida, lesiones en el mismo como consecuencia de un accidente o una enfermedad. La lesión cerebral más frecuente es el traumatismo craneoencefálico (TCE) producido por accidentes de tráfico, laborales, deportivos, caídas o agresiones. Si bien existen otras muchas causas, como tumores cerebrales, anoxias cerebrales por infarto de miocardio, enfermedades metabólicas o accidentes cerebrovasculares (ACV), más usuales entre la gente mayor que las lesiones traumáticas. Más del 80% de los afectados de traumatismo craneoencefalico se debe a accidentes de tráfico de jóvenes entre los 15 y 30 años.
Se utiliza, por tanto la definición de lesión cerebral cuando hay un problema suficientemente importante que afecta a la cabeza, dañando no solamente la caja craneal sino también el cerebro.
CONSECUENCIAS
Provoca generalmente, en primer lugar, un cambio repentino del estado de consciencia, cuya gravedad y duración son variables (desde una confusión mínima en tiempo y en contenido hasta un estado de coma profundo o coma vegetativo persistente en los casos más graves). Siempre se produce una alteración de las funciones cerebrales: perturbaciones en los comportamientos de la vida cotidiana (personal, familiar, académica, social, profesional). Y puede dar lugar a secuelas importantes en el plano neuropsicológico, que no están siempre en relación directa con el grado de afección constatado en el plano físico o neurológico. Incluso, aunque existen ciertas características comunes en las personas afectadas por una lesión cerebral, cada una debe ser considerada como un caso único que posee características propias.
EL PERFIL DEL AFECTADO
Chico/a entre 18 y 30 años.
Estudia y/o trabaja.
Sufre un accidente, normalmente, de tráfico.
Entra en coma.
Sale del coma y pasa un tiempo en el hospital.
Abandona el hospital con secuelas físicas importantes, aunque recuperables, además de la Lesión Cerebral producida por traumatismo craneoencefálico.
El retroceso intelectual y educacional que se deriva de su Lesión Cerebral no le permite continuar con sus estudios, ni con su trabajo, ni con sus amigos, ni con su novio/a, en definitiva, se produce una ruptura total con el entorno en general.
De su vida anterior al accidente no queda nada que se conserve tal y como era.
Para poder llevar una vida propia necesita necesariamente de planes específicos que le permitan poder continuar unos estudios y acceder a un puesto de trabajo, para lo que es fundamental que se realice una rehabilitación precoz.
AFECTADOS ANUALES
Diversos estudios norteamericanos sitúan la incidencia media de la lesión cerebral en torno a 250 casos por cada 100.000 habitantes. Si extrapolamos esta tasa a la población española nos encontramos con que 100.000 personas al año sufren una lesión cerebral en nuestro país, de 20.000 a 30.000 debido a traumatismos craneoencefálicos derivados de accidentes de tráfico, laborales, caídas, agresiones, en personas que no superan los 30 años de edad. La necesidad de acudir a estudios de fuera de España se debe a que, a pesar del alarmante número de afectados y de la severidad de sus secuelas, la reacción social y administrativa ante los problemas derivados de la lesión cerebral es escasa y comparativamente mucho menor que la ofertada a otras discapacidades con menor número de afectados. De acuerdo con el Programa HELIOS de la Unión Europea, la incidencia de traumatismos craneoencefálicos supera cada año a otros problemas tan importantes como las lesiones medulares, drogas y nuevos casos de SIDA. Hasta la fecha no se ha realizado un estudio epidemiológico absolutamente fiable.
PREVENCIÓN
Las campañas de prevención referentes a la lesión cerebral por accidente cerebrovascular son excelentes. Gracias a la Sociedad Española de Cardiología la mayoría de la población conoce perfectamente que fumar es perjudicial o que la alimentación sana, baja en grasas animales (colesterol) es la vía mejor para prevenir. La campaña que alerta a la población sobre los accidentes de tráfico está suficientemente extendida y todo el mundo conoce cuáles son los primeros auxilios recomendados para todo accidentado o que el consumo de alcohol está directamente relacionado con la siniestralidad en carretera. Pero la sociedad desconoce casi unánimemente qué pasa con esos heridos que antes fallecían en la carretera y que ahora, gracias a los avances tecnológicos aplicados a la medicina, sobreviven. Hay una ignorancia social y administrativa incoherente con respecto al número de afectados de lesión cerebral. Es necesario prevenir a la sociedad sobre las consecuencias de sobrevivir a una lesión cerebral.
RECONOCIMIENTO SOCIAL
A pesar de la magnitud del problema existe una ignorancia casi absoluta acerca de la lesión cerebral. Perdura todavía la falsa creencia de que después del coma el afectado abre los ojos y regresa a su vida anterior al accidente. La realidad es otra bien distinta: el afectado y su familia tendrán que aprender a vivir casi desde cero. Los bulos o falsas creencias abundan, y el conocimiento real sobre qué es una lesión cerebral escasea. "A fuerza de voluntad se puede conseguir todo" es uno de los falsos lemas que atribuyen a la voluntad un poder que no tiene. Desafortunadamente, incluso la mejor voluntad del mundo, no puede regenerar un cerebro dañado sin una ingente colaboración de especialistas expertos en el tratamiento de la lesión cerebral.
Fuente: FEDACE
No hay comentarios:
Publicar un comentario