No resultaría ético, por mi parte, esconderme tras el silencio y no dar mi opinión personal, a mis lectores, (¡gracias!), si no manifestase una postura coherente con el planteamiento de una HUELGA GENERAL.
Ya me he significado, aparentemente, cuando he consentido en dar publicidad a la arenga que el coordinador de Izquierda Unida hace, en estos momentos, para convocar a la misma a un puñado, cuanto más numeroso mejor, de españoles que podrían estar dudosos y cuando no sorprendidos por unos líderes sindicales que, cuando menos aceptan en percibir una substanciosa subvención del ejecutivo con la intención manifiesta de comprarles su silencio, silencio que en más de una ocasión será ampliamente perjudicial para los intereses de la clase obrera.
Y yo ahora hago mis pensamientos, en voz alta, cuando no tengo ningún problema económico al que responder, ¿acaso han pensado estos señores que un arma tan poderosa como podría resultar la Huelga General, sea utilizada para estos menesteres en defender sus percepciones, en una época de crisis que, estoy de acuerdo con el sr. Lara, ha generado el capital internacional por causa de un incontrolable deseo de poder y ambición desmedida?
Mi opinión personal, al la que libero de todos los medios de comunicación que personalmente utilizo, como es la utilización de estos blogs que me brindan la confianza de mis artículos ante la opinión pública, es que cuando una manifestación estatal de ésta índole sea necesaria algún día, que se haga siempre respetando la libertad de expresión y decisión personal de cada individuo, que se haga con el debido respeto y no como hasta ahora mismo se hace, con piquetes que solo pretenden imponer sus criterios y decisiones de unos cuántos que puedan estar interesados en ello, sin mediar la aceptación para nada en absoluto, del conjunto de trabajadores que son los que, aparentemente, deben de dirigir sus pasos.
Personalmente no veo la necesidad, actual, de plantear estas demostraciones de masas cuando se hace flagrantemente contra la voluntad personal del conjunto de trabajadores, ¿quienes son ellos para decidir cuando lo que tendrían que hacer es no ir más allá, cuando aceptan, desgraciadamente el abaratamiento de los despidos, la precariedad de los contratos, y la irrisoria compensación económica de los despidos.
Hoy, una parte del sector de producción estatal, está pendientes de esos contratos que aceptaron los sindicatos y por los que podrán ser despedidos, como y cuando les plazca al patrón…
Gran cantidad de españoles estarán hoy secundando la HUELGA no por convicción sino por coacción, pendientes del resultado que puedan sufrir tras secundar una postura de la que no era del todo responsable.
Yo, personalmente, no estoy por estoy por este tipo de medidas, creo más bien que habremos todos a aprender ha ser más respetuosos con la decisión ajena y manifestar a todos que de buen grado hubiera acudido a mi rehabilitación, que hago diariamente en el Centro de Daño Cerebral situado en Elche, concretamente en NISA Vinalopó, pero en última instancia y a la escucha de los acontecimientos radiados por la SER, mi esposa ha decidido suspender el servicio de la ambulancia, que tan bien realiza la empresa AYUDA, por temor a tener algún incidente no deseado por nadie, pues es de todos conocidos que se trata de una decisión personal de los conductores y que el regreso no estaba asegurado por la posible acción de dichos piquetes formados, muchas veces, por sindicalistas que no nunca exponen nada de sus bolsillos particulares, pues no les son descontados en nómina alguna esta acción de ir a la huelga.
Mi decisión personal, aún cuando soy jubilado y no dejo de recibir mi nómina en caja, como todos los meses y monetariamente no fuese ningún problema para mí hacer la huelga, es acudir, como todos los días hago al Centro de Daño Cerebral NISA Vinalopó, para hacer mis rehabilitaciones diarias y no permanecer encerrado entre las cuatro paredes de mi humilde casa, por que me lo impidan unos razonamientos que no se hacen de acuerdo a los intereses de los trabajadores.
Teuladí
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