gemma zabaleta consejera de empleo y asuntos sociales del gobierno vasco
"Recortar en tiempos de crisis no soluciona los problemas porque al final es una pobre política"
Aunque últimamente haya sido más noticia por la ley del tabaco y por la negociación inducida de la transferencia de políticas activas de empleo, escuchando la vehemencia de las bien articuladas respuestas de Zabaleta es fácil percibir el encomiable esfuerzo de cuadrar necesidades y dineros
nekane lauzirika - Sábado, 18 de Septiembre de 2010 - Actualizado a las 04:43h.
Gasteiz. Esfuerzo de la consejera de Empleo y Asuntos Sociales para realizar la tarea casi hercúlea de cuadrar el círculo agobiante de peticiones sociales con los recortes presupuestarios. Parados, jóvenes sin empleo, economía tambaleante, congelación de pensiones, inversión demográfica, mejor coordinación de los servicios sociales que prestan las instituciones… Escucha muchas demandas y los presupuestos no crecen en la misma medida. De este Gobierno posiblemente sea Zabaleta la de más dilatada trayectoria personal y profesional en el ámbito que gobierna, pero aún así, es posible que deba recurrir al positivismo antropológico del que hablan psiquiatras sociales como Rojas Marcos para encarar los desasosegantes augurios que penden sobre la delicada sostenibilidad de nuestro sistema de atención social universal y gratuito. Hoy, subir los impuestos y a quién, retrasar la edad de jubilación o el copago por servicios son propuestas abiertas que para la consejera no tienen fácil respuesta.
¿Qué le pareció incentivar la natalidad con 2.500 euros para todos?
El tema de la revolución demográfica, que se debe de producir para que haya un relevo generacional, debe abordarse en profundidad. No creo que las familias, ni las personas vayan a tener hijos ni por 2.500 euros ni por ninguna ayuda personal que le vayamos a dar. Las políticas generales como el acceso a la vivienda, una buena educación, medidas de conciliación de la vida laboral y familiar importantes y solventes ayudan más.
Hablando de demografía. ¿Se congelarán las pensiones en Euskadi?
Al congelarse en el Estado lo están también aquí. Además hay contención del gasto porque así lo planteó el lehendakari cuando se aprobaron las medidas extraordinarias ante la crisis. Cuando se está en el Gobierno hay que hacer bien las cosas y pensar en el legado que vas a dejar a quien te suceda; abogamos por la austeridad.
¿La congelación es puntual? ¿O es el preludio de su reducción?
Hay que reducir sólo en las cosas que se consideren que están duplicadas y que no son prioritarias. O en las que se han hecho en tiempos de alegría económica y que ahora se pueden reordenar. Debemos fortalecer lo que son los sistemas universales, los de la sanidad, educación, servicios sociales, de empleo como grandes pilares a los que entra el conjunto de la ciudadania. Hay que tener una buena relación público-privada no sólo con las empresas, sino también con la iniciativa social no lucrativa que desarrolla muchísimos programas. En esa sinergía público-privada podremos encontrar la eficiencia adecuada. Recortar no soluciona los problemas, al final es una pobre política. Lo que hay que hacer es un análisis del gasto, de su mejor racionalización y eficiencia y trabajar en lo público con parámetros en los que ya se funciona en la privada.
Es vox populis que se retrasará la edad de jubilación. ¿Es necesario?
Debe de estar unido a la voluntariedad y dependerá del tipo de actividad que se desarrolle. El cambio de modelo se debe adoptar no al hilo de la coyuntura, sino analizando de manera estructural el régimen y sistema de las pensiones. Para pagar las pensiones, la sanidad, la educación, las infraestructuras, lo que se necesita es una mejor economía, más competitiva y más empleo. Las pensiones no son mi prioridad.
¿Cuáles son?
La prioridad de Lanbide será abordar el desempleo de los jóvenes. La foto de un abuelo de 65 años acudiendo cada mañana a trabajar mientras su nieto de 20 ó 22 años está en la cama porque no tiene empleo, me parece que es una fotografía que nos dice por dónde tiene que ir el futuro. España es el país donde hay más jóvenes parados de Europa. Es una foto que en Euskadi hay que desterrar. Es más razonable que al trabajador le sustituya su nieto tras un contrato de relevo antes que pensar en la prolongación de su vida laboral. Un país con esa tasa de jóvenes en paro no tiene futuro.
¿Cómo se aplica la Ley de Dependencia en Euskadi? ¿A quién le corresponde cumplirla: Gobierno, Diputaciones, ayuntamientos?
En Euskadi siempre hemos respondido a las necesidades planteadas por la sociedad, incluso antes de que hubiera la Ley de Dependencia. Ahora toca analizarla a la luz de la norma con la que nos hemos dotado en Euskadi: la Ley Vasca de Servicios Sociales. Ésta establece el catálogo de las prestaciones y servicios y la planificación estratégica que necesitarán las personas mayores y dependientes. Si llegamos a consensos con las Diputaciones, tal vez con menos recursos podremos desarrollar más la Ley. Hay que superar la división territorial de cada una de las Diputaciones forales para homogeneización las prestaciones.
La solución puede ser aumentar los impuestos? ¿ A quién? ¿A todos?
Hay que abrir un debate con las Diputaciones para ver cuál es el modelo fiscal y cómo se sostienen no sólo los servicios sociales, la sanidad, la educación, sino también las infraestructuras o las Administraciones. Euskadi es un país institucionalmente complejo que tiene ayuntamientos, gobiernos y hay que delimitar bien las competencias de todos. Sobre todo hay que trabajar codo con codo. En estos momentos la sociedad no nos va a tolerar que compitamos entre nosotros ni que dupliquemos estructuras.
¿Una solución puede ser el copago de los servicios sociales?
La participación de los usuarios en algunas prestaciones está asumida. En el caso de los servicios sociales el copago es una realidad. Antes de dar más pasos en esta línea hay que abordar todas las asignaturas pendientes como evitar duplicidades. Nosotros eliminamos la Defensoría del Menor y un Servicio de asesoramiento legal a inmigrantes que los presta la estructura del Gobierno.
Crisis conlleva el aumento de ayudas de emergencia social. ¿Por qué están quejosos los ayuntamientos en la tramitación de estas AES?
No se han quejado todos. Para nosotros las AES siempre han sido una prioridad. Nada más llegar al Gobierno aprobé una dotación extraordinaria de 20 millones de euros. Entendí que los ayuntamientos se encontraban en una situación delicada sobre estas cuestión y que tenía que poner fondos. ¿Qué ha ocurrido? Que el Gobierno ha asumido ayudas, por ejemplo, para el alquiler que antes pagaban los ayuntamientos. Creemos que hay que establecer un procedimiento de racionalización de ese gasto. Vamos a estudiar con los ayuntamientos los procedimientos para establecer las prioridades en el gasto. Mi compromiso es reunirme con ellos para explicarles los recursos de los que dispondrán.
¿Cree que la crisis puede exacerbar los ánimos contra los inmigrantes, como en Francia contra los gitanos?
Sí. Genera un desarrollo del individualismo en todos sus extremos. Hace pensar que alguien nos quita el trabajo. La política y la Administración tienen que hacer pedagogía y poner en valor los valores.
Es inevitable preguntarle por la Ley Antitabaco ¿Se ha hecho una ley que prima la salud sobre la economía?
Sí. Prima la salud sobre la economía y nos sitúa en el espacio europeo sin humo. No perjudica a los hosteleros en cuyos establecimientos hay 50.000 trabajadores que tienen derecho a la prevención. En los países donde se ha puesto en marcha una ley similar no se han dado
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