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Martes 28 de septiembre de 2010

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  Comunitat Valenciana

Camps elude la corrupción y Luna lanza una

piedra en las Corts para defender su honradez

 

El presidente alega que los "problemas personales" de los políticos se tratan fuera de la Cámara y culpa a Zapatero de todos los males de Valencia Se centra en la economía sin comprometerse con la reforma del Estatuto para paliar el déficit histórico en financiación

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Camps elude la corrupción y Luna lanza una piedra en las Corts para defender su honradez  efe tv

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J. GARCÍA/J. RUIZ VALENCIA Con el contador en medio millón de parados, ni el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, ni el síndic del PSPV, Ángel Luna, fueron capaces ayer de alcanzar el más mínimo acuerdo para hacer frente a la crisis económica. Camps centró su discurso en la economía, pero para dar estopa al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, al que hizo culpable de todos los problemas de la Comunitat Valenciana, en un discurso triunfalista de sus siete años de gestión sin el menor atisbo de autocrítica. El presidente ignoró deliberadamente las referencias a los casos de corrupción que afectan al PPCV y a su situación judicial por la causa de los trajes del caso Gürtel. En el otro lado, Luna, debilitado por la acusación de que el constructor Enrique Ortiz -involucrado en los casos Brugal y Gürtel- le pagó obras de la reforma de su casa hace trece años, cuando el socialista estaba fuera de la política, aprovechó la sesión para defenderse. Sin esperar a que lo atacaran, en su primera intervención sacó él mismo el asunto, al que dedicó 9 de sus 30 minutos. Y coronó su estrategia con un gesto teatral inhabitual en el síndic. Recordó la frase del presidente del PP de Alicante, Joaquín Ripoll, cuando le preguntaron sobre el caso del propio Luna, "el que esté libre de pecado, que tire la primera piedra". "Si el pecado es la corrupción -dijo sacándose una piedra del bolsillo-, ahí tiene la primera; le vendrán más", soltó mientras la tiraba desde la tribuna.
El detalle dejó atónito a todo el mundo, incluida su bancada. "Es la primera vez que alguien lanza un arma arrojadiza en la sacrosanta cámara de la palabra valenciana", censuró el jefe del Consell. "Es la segunda vez que lo veo en democracia", añadió en referencia al incidente protagonizado en su día por un diputado de HB en el Parlamento vasco. Así acabó el cara a cara Camps-Luna, y la piedra quedó en el suelo. El conseller Font de Mora la cogió y la volvió a dejar, como si fuera la prueba del delito, mientras el número dos del PPCV, Antonio Clemente, le hacía fotos con el móvil. En su primer turno, Luna, tras preguntarse "cuántos 'brugales' habrá en la Comunitat" por la gestión de los residuos, acusó a Camps de destinar funcionarios para "investigar" a los socialistas con el fin defenderse ante su propia situación. Le pidió que tenga "agallas" y haga como él, dar explicaciones, y sostuvo que nunca le ha reclamado las facturas porque sabe, dijo, que "unas veces se guardan y otras no". "Yo lo que le he he pedido son los contratos de Cacsa, con sobrecostes de 600 millones, y los de Sedesa, y no me los dan".
Envolviendo pescado
Según auguró, la denuncia contra él por cohecho y prevaricación presentada por el PP acabará "envolviendo pescado o bocadillos; las que juzgan su gestión formarán parte de la colección de sentencias penales". "Como abogado he defendido muchas cosas, pero ahora mi cliente es el pueblo valenciano, que me paga por no tenerle miedo a usted ni a todos sus secuaces", apuntó. A su juicio, el problema de la Comunitat es que Camps "no gobierna, sólo resiste, intentando ganar tiempo ante los tribunales y forzar que Rajoy prologue su situación".
Camps no entró al trapo y siguió con sus críticas a Zapatero, cuyo Gobierno "ha intentado parar esta Comunitat". "Un día tras otro, no ha habido una decisión a favor de la Comunitat, hasta en lo más pequeño, en lo más íntimo, abrir una calle en un barrio de Valencia [en referencia al Cabanyal], decorar el litoral [los chiringuitos] o defender una tradición [el 'parany'], nos han querido parar desde Madrid. ¡Qué le habremos hecho nosotros!", clamó entre el aplauso de sus diputados. Entonces aludió a la explicación de Luna, para asestarle: "Esto es un debate de política general. ¡Los problemas personales de los políticos, en la puerta de las Corts! Aquí se viene a hablar de los problemas de nuestra economía, de los parados y de los que peor lo están pasando; estoy pensando incluso en familiares míos que no tienen trabajo", enfatizó el titular de la Generalitat para justificar también su silencio sobre el caso Gürtel.
El guiño a Rajoy y el AVE
En su discurso inicial, que duró una hora y tres cuartos y en el que alternó valenciano y castellano, Camps repasó los "logros" conseguidos en todos los campos, sanidad, educación, bienestar social... "La Comunitat Valenciana ya está en el mapa del mundo" gracias a su labor, remató. Un trabajo en que ha "seguido la estela" de otros ejecutivos del PP desde 1995, reclamó en un guiño a Zaplana. En cambio, Zapatero se ha dedicado a torpedear la Comunitat, sostuvo. "Yo puse junto con Aznar y Fomento las primeras traviesas del AVE; luego vino otro presidente y las quitó", aseveró. Es más, para salir de la crisis y que haya empleo, es "imprescindible" que el país "cambie de gobierno" y Rajoy acceda a la Moncloa. "Solo el PP es capaz de crear empleo", llegó a afirmar.
Envuelvo en la bandera del valencianismo -frente a los que "no se sienten completamente orgullosos de ser de esta tierra"-, se comprometió a "liderar" la exigencia de una mejor financiación e inversiones del Estado acordes a la población de la Comunitat. Según dijo, el "déficit histórico" de la Comunitat sube a 7.340 millones. Sin embargo, evitó concretar la reclamación de estos fondos como deuda histórica o un compromiso para reformar el Estatuto para blindar la inversión estatal para igualar las competencias de Cataluña.
Plantea que cada circunscripción elija un diputado
El presidente Francisco Camps planteó ayer en el debate que, a partir de cuando sea posible legalmente, en la Comunitat los diputados sean elegidos por "circunscripción uninominal", dejando la proporcionalidad de diputados por provincia "para que no haya ningún tipo de desequilibrio". Es decir, que cada ciudadano "tenga la oportunidad de elegir a su propio diputado, igual que ocurre en Inglaterra o Francia". "Que cada ciudadano pueda elegir a su diputado libremente" para saber "quién representa a quién". "Veríamos cuántos grupos mixtos aparecen en una legislatura", añadió.
El jefe del Consell hizo esta propuesta en respuesta a las críticas del portavoz de Compromís, Enric Morera, a la barrera electoral del 5% de los votos a nivel autonómico para acceder al reparto de escaños en las Corts, el listón más alto en España. En la última reforma del Estatuto, el PP impidió la rebaja de la barrera al 3%. El presidente pidió al síndic de la coalición que no apele a la barrera electoral sino a la "barrera social" que le "separa" de los ciudadanos.
Camps aseguró que el PP "hará todo el esfuerzo técnico y jurídico, aunque es complicado constitucionalmente y estatutariamente", para que en la Comunitat Valenciana "lo antes posible y cuando sea, se pueda elegir a cada diputado de manera directa" para que así "no haya barreras ni tapias" entre el diputado y el ciudadano.