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ESPAÑOLITOS DE A PIÉ.

 

Solamente necesitaba lo que la vida me dio hace escasos meses. Ahora ya tengo una base, efectivamente comprobada en persona, que me dice y asegura ser suficiente para apoyar mis palabras. Ni que decir que tomo la misma para afirmar que, si bien es cierto que alguna parte de la sociedad, nos ningunea e ignora, la gran mayoría no se para a hacer o decir lo que algunos inconformistas reclaman, y lo digo por que yo mismo lo he llegado a comprobar entre miles de paseantes que apresuraban su paso en la playa, y únicamente iban a lo suyo, pese a que llevaba puesta una PEG en mi vientre y era ostensiblemente visible, ni uno solo de los viandantes se fijo en mi. Como si nada. Y comprobé que ninguno de ellos hizo exclamación o se plantó delante de mi para mirarme de manera extraña o despreciándome por ello.

Creo que cuando uno no se gusta o acepta su realidad es cuando, en su mente, teje una tela de araña que le hace suponer algo extraño, algo irreal, es como cuando uno se rompe una pierna y se la curan poniendo en toda ella una gasa, a partir de ese momento se sensibiliza y no ve por la calle más que personas como el. Pues eso mismo creo de los que se miran descaradamente su ombligo y cree(n) que todo el mundo lo(s) rechaza con su mirada, puedo asegurar que eso únicamente son fantasías que la mente nos fabrica cuando estamos bajos de moral, o cuando no nos gustamos y nosotros no aceptamos, gustosamente, nuestra realidad.

Puedo asegurar con esto, que en lugar de esperar a que todo nos lo den hecho, tenemos la necesidad imperiosa de ser independientes y exigir que nos traten como a un igual, políticos y empresarios, la sociedad, créanme Vdes. nos ignora, pasa de nuestras absurdas demandas y se dedican a su día a día, para resolver otros problemas que no somos nosotros, y les puedo asegurar que no hay más zarandajas que nos avalen que ponernos a trabajar y demostrarnos, antes que nada, a nosotros mismos, que somos capaces de ello y aprendemos igual que todos, a ser diferentes de como nosotros mismo nos vemos y a causa de nuestra inseguridad al carecer de falta de la preparación que todo ser gestiona para afrontar la vida.

Si buscásemos otras soluciones, otra cuestión nos resultaría, y ya me imagino que esta situación que ahora expongo podría llegar a ser muy contestada, pues salvo honrosas excepciones, creo que debiéramos demandar a nuestros políticos que no mirasen para otro lado y contemplaran a los minusválidos (que es como la RAE nos denomina) en su justa medida, los que por sus condiciones especiales no puedan, que sean atendidos por el (E)Estado ,   y no se lo carguen a las familias, que siempre o casi siempre recae sobre la mujer, -unas veces esposa, otras hermana o madre -y el resto,   que  se busque(n) la vida como cualquier españolito de a pié.

Teuladí.