Oriente
13.12.10 -
02:14ANA MORIYÓN amoriyon@elcomerciodigital.com |
LLANES.
La Asociación de Personas con Discapacidad Intelectual del Oriente de Asturias (Asdor) celebraba el pasado 27 de noviembre una asamblea en Ribadesella en la que, además de presentar las cuentas, se procedía a elegir la nueva directiva del colectivo, que suma unos 120 socios, principalmente familiares de personas con algún tipo de discapacidad vinculadas al Oriente de Asturias. Pilar Conde, vecina de Lugones y hermana de una persona con síndrome de Down del Centro de Don Orione, fue elegida nueva presidenta para los próximos dos años y llega dispuesta a continuar la labor iniciada hace ya cuatro años por el colungués Alejandro Quijano.
-¿La asociación necesita cambiar de aires o se apuesta por un trabajo de continuidad?
-Apostamos por continuar la labor de la anterior junta directiva porque siempre estuvimos muy de acuerdo con su trabajo. Estamos aquí para tomar el relevo y para ayudar a los que nos necesitan.
-¿Cuáles serán las prioridades de la asociación a partir de ahora?
-Mantendremos la línea de trabajo que había antes. Nos hemos reunido con la Confederación Española de Organizaciones en favor de las Personas con Discapacidad Intelectual (FEAPS) para elaborar junto a ellos el calendario de actividades. Tenemos pendiente realizar actividades para que los socios conozcan al detalle la Ley de la Dependencia, y también queremos realizar actividades que permitan dar a conocer a la sociedad todo lo que nuestros familiares, dentro de sus capacidades y limitaciones, pueden ofrecer.
-¿Cuáles son las principales dificultades que una persona con discapacidad debe afrontar en su día a día?
-El principal problema es que la sociedad tiene una barrera difícil de romper con las personas discapacitadas y no entiende que existen diferentes niveles, y que hay personas con limitaciones que pueden hacer muchas cosas, pero a la sociedad le resulta difícil entenderlo y se les discrimina a nivel laboral y social.
-¿Sufren problemas de integración?
-Existe un problema de integración bastante grande y ahí es donde la asociación debe poner todos sus esfuerzos. Nuestra intención es que la gente en general conozca a nuestros familiares porque existe un gran vacío y desconocimiento en este tema. Parece mentira que en el año 2010 las personas con discapacidad intelectual siempre vayan un poco por detrás, que siempre exista una diferencia importante entre el mundo real y el de ellos. Por mucho que trabajemos por la integración de estas personas, siempre nos quedará hacer un poco más. Su integración nunca es completa.
-¿Estos problemas de integración se deben, quizá, a la falta de información de la sociedad?
-Exacto. Existe una clara desinformación sobre lo que pueden o no pueden hacer estas personas y sobre los diferentes tipos de discapacidades. No todos los síndromes de Down son iguales y la gente no lo sabe. La gente utiliza unos varemos muy básicos y no acepta que cada persona, dependiendo de cada discapacidad, puede desarrollar una serie de labores.
-Y si encima viven en una zona rural como es la comarca del Oriente, ¿se agravan estas dificultades?
-Lo cierto es que sí. Su incorporación al trabajo es más difícil en el Oriente porque hay menos centros o empresas que ofrezcan este tipo de plazas. Las distancias son un factor a tener en cuenta a la hora de que ellos se integren en este tipo de centros en los que se les ofrece alternativas para acceder al mundo laboral.
-Supongo que lo que más preocupa a los familiares de estas personas es el futuro.
-Es una de las principales preocupaciones de las familias que tienen a su cargo una persona con discapacidad, si no la principal. Cuando la persona ya está en un nivel estable te preocupa qué pasará el día de mañana, cuando no estés ahí o no puedas atenderlo como él necesita. Ahora estamos más arropados porque es una línea en la que se trabaja mucho desde la asociación y principalmente desde la federación, que te ofrece muchas garantías para velar por estas personas. Pero siempre es algo que nos preocupa.
-Existen en la comarca centros como el Don Orione que tienen por objeto la integración de estas personas. ¿Son efectivos?
-Son geniales. Ésa es la palabra. Los profesionales que trabajan en estos centros, la forma en la que se involucran con las familias, es algo muy grande a nivel humano. Deberían existir más centros como el Don Orione, sería muy positivo. Aunque a veces te preocupa que estén lejos de casa, lo cierto es que en estos centros viven como si estuvieran en una gran familia en la que están muy a gusto y, lo que es más importante, se sienten realizados cada uno dentro de su discapacidad. A veces nos parece imposible cómo puede avanzar una persona con este tipo de discapacidad en un centro de este tipo gracias a la labor de los profesionales que allí trabajan. Son gente que tiene un espíritu y ofrece una dedicación increíble, y que son la base del éxito de este tipo de centros. Las familias muchas veces nos sentimos perdidos y sin su ayuda sería imposible.
-Y el papel que ejerce la Administración publica con estas personas, ¿es suficiente?
-La Administración pública se encarga de evaluar a nuestros familiares para asignarles un centro adecuado, pero creo que deberían mostrar más interés en este proceso que es muy importante para que luego estas personas puedan acceder al mundo labor
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