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Alfonso Rus conversa con Rafael Blasco en presencia del alcalde de Ribarroja, Francisco Tarazona, ayer en la Pobla de Vallbona. :: J. SIGNES
La incorporación del presidente de la Diputación y del PP de la provincia de Valencia, Alfonso Rus, a las candidaturas electorales de su partido para las autonómicas del 22 de mayo constituyó la novedad más significativa de las listas diseñadas por Francisco Camps, muy por encima incluso de la presencia de varios implicados en casos de corrupción -que por otro lado se daba por hecha desde varias semanas antes-.
La presencia del también alcalde de Xàtiva en un puesto tan destacado como el número 5 de Valencia permitió visibilizar el protagonismo político del que muchos consideran ya como el principal barón territorial del PP de la Comunitat. Aliado permanente de Francisco Camps, incluso en los momentos de mayor virulencia del 'caso Gürtel', Rus hacía pública así la notable capacidad de influencia que todo el partido ya intuía.
El viernes por la mañana, Rus protagonizó el que podría considerarse como el gesto más destacado de lo que va de campaña electoral. En la localidad de la que es alcalde, el líder del PP de Valencia convocó a los barones provinciales de Castellón y Alicante, Carlos Fabra y Joaquín Ripoll, respectivamente. Una cita, de la que ayer informó este diario, que recordó de inmediato aquella otra mantenida por los mismos protagonistas en octubre de 2009, en uno de los momentos más delicados del PPCV como consecuencia de 'Gürtel', y que derivó en una declaración pública de apoyo a Francisco Camps.
La reunión del pasado viernes sirvió para analizar la situación del PP valenciano, con la cita del 22 de mayo en el horizonte más inmediato. En las últimas semanas, y de manera particular en la provincia de Alicante, se han constatado varios desencuentros entre Ripoll y la dirección regional. Los exponentes más destacados han sido los encontronazos entre el propio Ripoll y Sonia Castedo en relación con la lista municipal, y las escisiones que han afectado al partido en distintas localidades (con Benidorm como caso más destacado).
El líder alicantino, según algunas fuentes, habría asumido en el encuentro del viernes que la prioridad ahora son los comicios del 22, pero habría dejado la puerta abierta a mostrar una actitud más crítica tras la cita electoral.
Algunos dirigentes populares sitúan el origen de estas fricciones en lo que definen como «falta de tensión» de la dirección regional -en términos que alguno de los asistentes utilizó en la cita del viernes-. Una reflexión que va unida a la reivindicación de mayor autoridad y liderazgo para dejar a un lado las cuestiones orgánicas sobre las que no hay acuerdo, y centrarse en la cita electoral. La reflexión sobre esta situación estuvo sobre la mesa, de la misma manera que se abordó, sin entrar en detalles, las consecuencias que el horizonte judicial más inmediato -por la investigación de la 'causa de los trajes'- podría provocar a medio plazo en el PPCV. Un escenario en el que los líderes provinciales, y Rus de forma más singular, están llamados a ejercer un protagonismo principal.
Desde la dirección regional del partido se remarcó ayer que Francisco Camps era perfecto conocedor de esta reunión, y que había mantenido conversaciones previas con los tres barones provinciales respecto a los asuntos a abordar. En concreto, se explicó que el encuentro se gestó a raíz del enfrentamiento entre Ripoll y Castedo por la lista municipal del PP de Alicante. También se puso el acento en que la cita tenía como objetivo fundamental «tranquilizar» al presidente alicantino y pacificar a la formación que lidera en esa provincia. ¿Con el compromiso de que volverá a presidir la Diputación? La respuesta a esa pregunta fue la de admitir que ocupa el número dos en la lista municipal y también, pese a ello, la de hacer ver la creciente debilidad de Ripoll, «algo que incluso ha comprobado Génova» -en alusión a la salida del PP de Gema Amor-.
Las fuentes de la calle Quart (sede regional) consultadas por este diario insistieron en dar la máxima normalidad a la reunión, y consideraron que la dirección del PPCV sí estaba representada en la misma (aunque ni el secretario general ni la directora de campaña asistieron), toda vez que los presidentes provinciales son también miembros del comité ejecutivo. «Lo que se ha hecho es un cierre de filas en torno a Camps», se remachó. «Rus es el campista más significado en este momento», se llegó a asegurar.
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