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Sardinas sin cola
A quién no se le apetecerá de vez en cuando comerse una buena sardinada, pero claro, el olor... la casa que tan bien queremos que aparezca sin olores
nauseabundas, simplemente oliendo al aire puro que por las mañanas y al ventilar nuestras estancias penetra.
Ciertamente conocemos demasiado bien lo bueno que son sus características más significativas: reduce el colesterol malo, añade a nuestro organismo el beneficio de ingerir Omega-3, relativamente resulta económica su adquisición tiene un sabor que nos deleita, pero... el olor.
Pues bien, desde hace relativamente muy poco tiempo esto a dejado de ser un handicap para todos nosotros que podremos ingerir absolutamente sin tanto inconveniente. Si eso te interesa, si te satisface la idea, presiona tu ratón aquí y podrás acceder a un reciente descubrimiento para lo cual te facilitamos su información.
¡Que te aproveche!
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