30/04/2011
Mariano Rajoy Brey • Presidente del Partido Popular
«Que Bildu no se presente a las
elecciones es un instrumento
capital en la lucha contra el
terrorismo»
«Voy a apoyar a muerte a los empresarios porque, se diga lo que se diga de ellos, son los únicos que crean empleo». «A mí me gustan los debates, los hice con el presidente del Gobierno, aunque dudo que al final resuelvan nada»
Raúl Briongos/ Burgos
Al líder de la oposición (Santiago de Compostela, 1955) le esperan 20 días de infarto. Su presencia al lado de los candidatos locales y regionales suma apoyos y por eso recorrerá la geografía española tratando de llegar al mayor número de personas posible. Sabe, además, que estas son unas elecciones atípicas, pues se elegirá a los alcaldes y presidentes autonómicos pero serán el mejor termómetro para saber el peso del Partido Popular de cara a las generales de marzo. Será en ellas donde Mariano Rajoy se la juegue definitivamente.
Horas después de conocer el último barómetro del CIS, con los terribles datos de la EPA aún calientes y con la expectativa de saber qué decisión tomará el Tribunal Supremo en relación a las listas de Bildu, el líder de la oposición recala en Burgos. Va a participar en la convención del Partido Popular en la que van a presentar a los candidatos a los Ayuntamientos de las nueve capitales de la comunidad, así como a los candidatos a presidir las nueve Diputaciones. Queda claro que con el panorama nacional en plena efervescencia y mediatizado por la decisión de Zapatero de anunciar que no se presentará a la reelección, estas van a ser unas elecciones municipales y autonómicas en las que local puede quedar en un segundo plano. De hecho, da la impresión de que Mariano Rajoy las afronta como una especie de primarias a las generales de marzo.
Por empezar con buen pie, creo que hoy tiene buenas noticias. El último barómetro del CIS indica que supera ya en valoración al presidente del Gobierno y que el PP aventaja al PSOE en 10,4 puntos en intención de voto.
Yo ya he vivido algunas cosas en mi vida y esto para mi no supone nada más que un estímulo para seguir trabajando y para decir a los españoles, a los que han apoyado al Partido Popular y los que han apoyado a otras fuerzas políticas, que este partido lo único que quiere es sacar adelante a España.
¿En qué medida estas encuestas tan favorables al PP, y otras que supongo que manejaran internamente, pueden servir para desmovilizar a su militancia, al pensar que todo está ya hecho?
Creo que la gente no se va a desmovilizar porque es consciente del momento que está pasando España. Pienso que en el conjunto del país hay un sentimiento de cambio de cara a las elecciones generales y a las autonómicas en muchas regiones y creo que la gente va a ir a votar con más intensidad y en mayor número que en las anteriores elecciones.
España roza los cinco millones de parados, al margen de su previsible crítica al Gobierno por estos malos datos ¿Qué medidas implantaría de inmediato si fuera presidente del Gobierno?
Lo primero es decir que mi prioridad para los próximos años, y hablo de años, es crear empleo. El empleo permite que la gente tenga un proyecto de vida y cuidar a su familia y además es la única garantía de que podamos tener buenas políticas sociales. En materia de pensiones, la clave es que haya muchas personas cotizando a la Seguridad Social. Si no hay cotizantes, es imposible mantener un buen sistema de pensiones.
¿Y qué es lo que se necesita para crear empleo?
Inversión, eso lo entiende cualquiera. Y para que haya inversión se necesita confianza y crédito y en este momento no hay ni confianza ni crédito. Solo un Gobierno serio, de gente competente que se tome las cosas en serio, que sepa de lo que habla y con un programa puede hacerlo. En este momento, mi programa tendría tres o cuatro ideas. Primero, control del déficit y de la deuda pública, algo capital, y, segundo, apoyo total y absoluto a los emprendedores. España necesita un millón más de emprendedores, grandes, pequeños y medianos, en los próximos años. Eso, con una buena política energética y una buena política educativa de cara al futuro, conseguiríamos crear empleo. Lo fundamental es la confianza y el crédito, y hoy el grueso del crédito se lo lleva la administración con sus grandes emisiones de deuda pública, con lo que los perjudicados son los empresarios, que no pueden acceder al crédito, y las familias españolas. La reestructuración de las cajas de ahorro va muy lenta y la desconfianza en nuestro sistema financiero, justificada en alguna parte, aunque en otra no, son otros de los puntos a los que hay que prestar atención y resolver.
¿Cuándo cree que se volverá a crear empleo?
Desgraciadamente, los últimos datos son malos y creo que este Gobierno es incapaz de generar confianza. Sin embargo, si hay un Gobierno que crea las condiciones se va a crear empleo. Porque no hay que olvidar que el empleo lo crea la gente, no los gobiernos. Yo formé parte de un Gobierno que cuando llegó al poder se encontró con 12 millones y medio de personas afiliadas a la Seguridad Social, y cuando nos fuimos ocho años después había 17 millones y medio. En España hay emprendedores, gente con ganas y con capacidad de riesgo. La sociedad española está ahí y solo necesita estímulo y apoyo. Yo voy a apoyar a los empresarios. Y los voy a apoyar a muerte si se me permite la expresión, porque se diga lo que se diga de ellos, son los que crean empleo. Lo mismo uno grande que el que tiene un bar con dos empleados.
¿Qué sensaciones sacó de su reunión con las PYMES?
He tenido muchas. En la última que he tenido he sacado la conclusión de la que le hablaba antes: que la gente no pide dinero sino confianza y seguridad, con unas reglas del juego claras y, sobre todo, que la administración pague, una cosa tan elemental como esa. España es un país muy creativo y me quedó claro en esa reunión. Me fui muy reconfortado. Nosotros vamos a hacer, y la vamos a presentar en próximas fechas, una ley de emprendedores que será eje central de nuestro discurso en las próximas elecciones generales. Pero también se puede ayudar a los emprendedores desde las comunidades autónomas. Para mi ese es el esquema: prioridad, el empleo. Y medio, el apoyo a los emprendedores. Punto.
¿Ha superado España el riesgo de una intervención?
Espero que sí. Nuestro diferencial de deuda es muy grande. Estamos 200 puntos básicos por encima del bono alemán, lo que significa dinero más difícil de conseguir y dinero más caro. Eso nos hace ser menos competitivos. Creo que el peor momento ya ha pasado, pero no me confiaría nunca, no hay más que ver lo que ha pasado en Portugal. De lo que debemos preocuparnos de verdad es de actuar para que no nos pase esto. Lo triste es que en España el debate sea si nos van a rescatar o no, que yo creo que no, si vamos a reducir el déficit o a bajar la deuda. A mi me gustaría que el debate fuera si vamos a crecer más que los demás y si vamos a crear más empleo. Y, desgraciadamente, ese no es el debate ahora.
¿Qué resolución espera que tome el Tribunal Supremo con respecto a las listas de Bildu?
Siempre respetaré lo que digan los tribunales, pero deseo fervientemente que el Supremo no deje que Bildu se presente a las elecciones por una razón: porque ya tenemos muchas experiencias negativas con respecto a este asunto. Ya hemos visto lo de ANV y la historia demuestra que con ETA lo único que funciona es la ley, y no los enjuagues ni los compadreos. Los demócratas, por tanto, no tienen por qué moverse, porque defienden algo tan decente como la vida y por encima de eso no existe absolutamente nada. Que Bildu no se presente a las elecciones es un instrumento capital en la lucha contra el terrorismo. Creo que ha sido bueno que se recurran todas las candidaturas y ojalá que el Supremo y después el Constitucional si el primero falla en la buena dirección, resuelva que no puede presentarse.
Hace unas semanas, aquí mismo en Burgos, Rosa Díez aventuró que el Constitucional podía dar una sorpresa a favor de que Sortu se presente. ¿Comparte esta misma impresión?
No tiene ningún sentido que los dirigentes políticos entremos a opinar lo que hacen o van a decir los jueces. Además, haga lo que haga, tendremos que respetarlo, porque esas son las reglas del juego y eso es la democracia. Solo sé que los políticos hemos hecho todo lo que hemos pedido para que esta gente no se presente a las elecciones y ahora son los tribunales los que deben decidir lo que corresponda. Yo deseo fervientemente, y creo que ahí interpreto el sentir de una mayoría de españoles, que esta gente no pueda presentarse a las elecciones. Y creo que sería un paso decisivo en la lucha contra el terrorismo que no fueran a las elecciones.
¿Por qué el PP no ha podido superar el doble discurso con respecto al papel del Gobierno con respecto a ETA? Me refiero a las distintas tesis que manejan Basagoiti y Mayor Oreja.
Le diré una cosa a ese respecto. En la pasada legislatura, debatí, critiqué y plantee muchas cuestiones sobre lucha antiterrorista al Gobierno y al señor Rodríguez Zapatero. Y hubo debates muy duros porque yo no estaba de acuerdo con la negociación y con alguna de sus derivadas que hoy están judicializadas, como el caso Faisán, o el de De Juana Chaos. Pero si el Gobierno rectifica, yo tengo que decir que está haciendo las cosas bien, y si no lo hiciera, sería un auténtico irresponsable. Ahora, aunque es cierto que presionado por el PP, ha impugnado todas las listas de Bildu y antes impugnó la candidatura de Sortu.
¿Es eso muestra suficiente a su juicio de que no está negociando con ETA?
A mi no me consta. Yo no tengo ninguna prueba de ello.
¿Le ha tocado decir muchas veces aquello de ¡Vaya tropa!, pensando sobre todo en las listas que presentó el PP valenciano con algunos implicados en la trama Gürtel y las posteriores declaraciones de Esperanza Aguirre?
Mire, fue Romanones quien dijo 'Joder que tropa', pero los partidos políticos, como las redacciones de los periódicos, no son perfectos y no aciertan siempre. Desde luego, yo no acierto siempre, ni mucho menos. Pero lo que cuenta es el conjunto y en la valoración general de lo que ha hecho este partido en los últimos siete años, desde que nos fuimos del Gobierno, yo estoy muy satisfecho.
¿Le parece suficiente el anuncio de tregua de ETA, al que se suma su compromiso de acabar con la extorsión a los empresarios?
Con franqueza, no. Que ahora tengamos que valorar positivamente que una organización terrorista le diga a unos señores que va a dejar de extorsionarlos me parece una broma. Lo único que me parecería suficiente es que ETA dijera que se acabó el terrorismo. Por encima de la vida de la gente, de sus derechos, de no tener que pagar más impuestos que los que paga al Estado no hay nada. Nadie, sea ETA o sea quien sea, puede erigirse en juez de los demás.
¿Sigue apostando por un adelanto de las elecciones una vez que Zapatero ya ha dicho que no se presentará a la reelección?
Sí, pero tampoco me gusta repetirlo todos los días. Ya lo dije donde tenía que decirlo y se lo dije al señor presidente del Gobierno en el debate sobre el estado de la nación. Ahí le dije que todo el tiempo que permaneciera en el Gobierno no iba a servir para nada. Desgraciadamente, si comparamos la situación de julio del año pasado con la del día de hoy, el tiempo me ha dado la razón. Lo que hay ahora, con un presidente que dice que se va pero que sigue de secretario general del partido, con un PSOE que no sabe qué líder va a tener y con los datos económicos que hemos visto, es languidecer y hacer daño. Necesitamos un revulsivo, y el revulsivo hoy es darle la palabra a la gente.
Estamos a menos de una semana del inicio de la campaña y surge siempre la polémica de los debates. ¿Es usted partidario o no de la celebración de un cara a cara entre los candidatos de las principales formaciones?
Yo sí. De hecho los hice con el presidente del Gobierno. Ahora, en fin, cada uno toma las decisiones que considera oportunas y convenientes. Pero a mí me gustan los debates, aunque dudo de que al final resuelvan nada.
¿Qué sensaciones tiene sobre la campaña? ¿Cree que ETA se convertirá en protagonista?
Espero que no. A mi me gustaría que el protagonismo lo tuvieran los problemas de la gente, principalmente el empleo.
En Burgos hay un nuevo candidato tras dos mayorías absolutas de Juan Carlos Aparicio. ¿Cómo cree que puede influir en los resultados?
Tengo un magnífico concepto de Juan Carlos Aparicio, además de una gran amistad, que son dos cosas distintas. He vivido con él muchas cosas en el partido y creo que es una persona seria, formal de esas de las que te puedes fiar. Javier Lacalle ha sido su teniente alcalde, es más joven que él pero también le conozco desde hace tiempo porque lleva muchos años en el partido. Le veo con una enorme ilusión y muchas ganas. No habla más que de Burgos y de lo que va a hacer y creo que está muy preparado para ser alcalde. A mí, me gusta.
En Burgos elucubramos mucho sobre la posibilidad de que Aparicio ocupe algún puesto importante si usted gana las elecciones generales, así que le pregunto directamente si tiene posibilidades de ello.
Pues ahora mismo no lo sé, pero solo le puedo decir una cosa: a mí es un político que me gusta mucho.
¿Siente que en ese supuesto le tocará dirigir el país en el peor escenario posible?
No te puedes plantear eso. Desde luego, para el que llegue la herencia no es buena y no lo va a tener fácil, pero cada uno llega a los sitios en las condiciones en las que llega, y lo importante es tener las ideas claras, la conciencia tranquila y ganas de hacer las cosas bien. Yo no tengo más interés ni más objetivos en mi vida política que hacer las cosas bien.
A Herrera le acusan sus adversarios de tener poco peso en la política nacional. ¿Cambiará eso a partir de marzo si usted es presidente
No sé el peso que tiene en la política nacional, pero desde luego en el PP tiene mucho peso y, créame que se lo digo sinceramente, es a uno de los dirigentes del Partido Popular a los que tengo más respeto.
¿Qué consejo le daría, ya por último, a ambos candidatos, a Lacalle y a Herrera, de cara a las próximas elecciones?
No soy el más indicado para dar consejos, pero simplemente les diría que sean como son.
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