Domingo 10 de octubre de 2010
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Alicante
Una adjudicación marcada por la
polémica
El técnico imputado en el proceso penal ha informado desde 1997 sobre todos los concursos para este servicio
01:58
J. A. M.
La contrata a Isjoma ha sido objeto de polémica cada vez que se ha aprobado por el ejecutivo local y en todas el técnico que ahora ha sido imputado por la causa ha sido la misma persona, el jefe del Servicio de Atención Urbana, Víctor López.
En el pleno en el que se adjudicó el servicio a Isjoma en 1997, tanto Esquerra Unida como el PSOE llegaron a solicitar la retirada del punto del orden del día con acusaciones al equipo de gobierno de estar haciendo un traje a medida a la mercantil con el resultado del concurso. Desde el grupo popular se recriminó a la oposición, más en concreto a EU, que eran ellos quienes estaban haciendo el traje a medida para que se adjudicara el servicio a empresas que había perdido la convocatoria.
Las discrepancias volvieron a surgir en el nuevo proceso celebrado en el año 2003 y al que concurrieron cuatro empresas. Una de ellas fue desestimada por considerar que había presentado una "oferta temeraria", es decir con unos precios tan bajos con los que no se podía cubrir el servicio. Las otras dos mercantiles alegaron hasta en dos ocasiones en contra de la propuesta del técnico de dar el servicio de nuevo a Isjoma, pero sus objeciones fueron desestimadas otras tantas veces.
Una de las empresas que alegaban en esa ocasión, Alavés, es la misma que ahora ha presentado la denuncia tras perder de nuevo frente a Isjoma en el concurso del año 2009.
El propietario de Isjoma ha atribuido la denuncia a una venganza por parte de Alavés como represalia por haberse vuelto a quedar fuera de la contrata. El concejal Juan Zaragoza era amigo personal de la familia de Alavés e incluso consideraba que su oferta era la mejor en el último concurso, según declaró en el juzgado. Sin embargo, matizó que su opinión era personal y que el técnico estaba más cualificado que él para pronunciarse al respecto. El edil se encontró con que una conversación privada con Alavés fue grabada con el objeto de conseguir pruebas en un proceso judicial.
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