«Si quieren ahorrar dinero, no va a ser a costa de mi hija»
La hija de Corredoira tiene seis años y sus padres fueron de los más precoces en Galicia en solicitar la prestación por la ley de dependencia. El número de expediente así lo acredita, pues es el 67. La pequeña cuenta con pedagogo, logopeda y una persona que la cuida por el día, durante el tiempo en que los padres trabajan. Por la noche se ocupan ellos, que dicen tener que dormir «con un ojo abierto, pues sufre episodios epilépticos».
Nada más nacer, descubrieron un problema ocular. Con el paso del tiempo comenzaron a aparecer síntomas de otro tipo, mucho más graves. Con seis años, «tiene las capacidades de un bebé de cuatro meses». Su retraso psicomotor les obliga a darle de comer, cambiarla, llevarla al baño o darle la vuelta en la cama. Por todo ello, precisa de una atención de 24 horas. Y el trabajo les obligó a contar con profesionales que les ayuden en su cuidado.
Ante esta situación, los padres dicen necesitar la ayuda que les ofrece la ley. «Y es una ley muy precisa, que deja bien claro que todas aquellas familias con un miembro dependiente en grado tres y nivel dos, y que están obligados a contratar a un cuidador porque su empleo les imposibilita a permanecer las 24 horas con el enfermo, deberán gozar de una paga de 831 euros para afrontar los gastos que ocasiona la contratación de una persona encargada de la asistencia al dependiente», explica Corredoira. Por eso no entiende lo que les está ocurriendo, toda vez que cuentan «con todos los documentos que acreditan el grado de dependencia, la posibilidad de acceder a la ayuda por asistente externo y el informe del asistente social».
Diferentes razones
Durante las reuniones que mantuvo con personal de Vicepresidencia, le expusieron diferentes razones para percibir la prestación. «Un día me dijeron que el dinero tendría que ir directamente a la empleada; otro me comunicaron que la trabajadora que está en casa tendría que tener un modelo de contrato diferente al que tiene; más tarde, tras cerciorarme en la Seguridad Social que todo era correcto, me dicen que si me conformo con 519 euros me enviarían el dinero a casa con todos los atrasos... Y así, hasta hoy», relata este abogado coruñés, convencido de que «si quieren ahorrar dinero no va a ser a costa de mi hija».
Tras su experiencia, sospecha que hay muchas personas en Galicia que perciben menos dinero de lo que la ley les otorga. Y en su caso, según advierte, no va a arrojar la toalla. Explica que su hija tiene seis años, «con toda una vida por delante, por lo que lo que hoy acepte como prestación será lo que perciba durante muchísimos años, de ahí que luche hasta el final por lo que a mi niña le corresponde. Nos debemos a ella y tenemos que velar por sus intereses», sentencia Corredoira.
Fuente: La voz de Galicia
No hay comentarios:
Publicar un comentario