Pelean con cuentos. Hacen la guerra desde la paz que produce el pensamiento y la palabra. No tienen pelos en la lengua, aunque por razón de su diversidad en ocasiones se les trabe. No esconden nada de que avergonzarse. Citan a Tomás Moro para demostrarnos lo poco que ha cambiado el mundo desde que escribió su utopía. Invocan a Dios para pedirle pareja y sexo porque ellos también tienen derechos y necesidades. O me mandan un te quiero y me acusan de no dejarme querer, quizás por sentirme imposible, lejana, inalcanzable.
Dios se olvidó de ellos, la sociedad se olvidó de ellos, nuestros políticos se olvidan de ellos. Nosotros que somos ellos, también nos olvidamos de ellos. Por eso escriben adrede y punto y ya está, porque ellos no van a olvidarnos.
A todos ellos gracias por estar ahí en el blog escribir adrede y en la emisora Ecoleganés cada miércoles de 6 a 7. No sé cuantos os seguimos, pero sabed que merece la pena.
Y a ti Gabriel, que sepas que soy capaz de dejarme querer tanto como tu quieras, o mejor dicho como tu puedas sabiendo la realidad tuya y mía. Hubo un dia en el que yo también le recé a Dios, bajo amenaza de abandono, si no me mandaba un hombre con el que poder satisfacer y complementar necesidades vitales, impulsos sexuales, intercambios emocionales y cuando estaba a punto de abandonarle, casi como tu, el muy cabrón me lo puso delante.
Así es que, mi querido HevyMetal, no pares de amenazarle.
Yo también te quiero, pedazo de capullo, has conseguido emocionarme.
Adredista en el exterior.
P.D. Me gustó tu "Padre nuestro", en cuanto lo publiquéis os lo birlo.
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