Una madre denuncia el servicio de Clickair a los niños
con discapacidad
La mujer critica que la compañía no ofrece sillas de ruedas adaptadas para ir desde el avión a las cintas de equipajes y que tratan las que llevan los viajeros como una maleta a pesar de que deben entregarlas en mano
La mujer critica que no es la primera vez que tiene problemas con la silla adaptada de su hijo.
D. I.
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EIVISSA | MARTA TORRES
La madre de un niño con discapacidad ha denunciado el mal servicio que ofrece la compañía Clickair a los pequeños que van en silla de ruedas. Carmen Escandell ha presentado una reclamación, pero asegura que no es la primera vez que tiene problemas cuando viaja con su hijo en esta aerolínea. Hace varios meses, la madre de otra niña que se mueve en silla de ruedas también criticó las dificultades que le suponía viajar con esta compañía.
Carmen Escandell explica que el lunes voló a Barcelona en el primer vuelo y que tanto al hacer la reserva como al sacar las tarjetas de embarque indicó que su hijo es discapacitado. Como en otras ocasiones, el niño estuvo en su silla especial hasta el mismo momento de subir al avión, cuando el personal la guardó en la bodega del aparato.
La mujer señala que los problemas comenzaron al aterrizar en Barcelona. «Nos vino a buscar un chico con una silla de ruedas, pero era para adultos, así que el niño no se podía montar, ya que no tiene fuerzas para sujetarse y se hubiera caído», indica. En ese momento, la denunciante afirma que pidió que le devolvieran su silla, que estaba marcada con una etiqueta especial, para poder dirigirse a las cintas de recogida de equipaje, a lo que se negaron. «Por suerte, viajaba con mi madre y entonces se montó ella en la silla de ruedas y se puso encima al niño», añade. La madre afirma que si no hubiera acudido acompañada no le habría quedado más remedio que cargar con el niño, de seis años, en brazos hasta que recogiera la silla. Carmen afirma que lo que no entiende es por qué a otra viajera sí se le entregó su silla de ruedas nada más aterrizar mientras que a ella se le negó esta posibilidad.
Sillas en la cinta
Carmen Escandell explica que al llegar a las cintas se encontró la silla adaptada de su hijo «tirada en el suelo», momento en el que le pidió explicaciones al chico que les había recogido al aterrizar en Barcelona. «Vale más de 3.000 euros y, si se pierde o alguien la roba pensando que es un cochecito de bebé normal, tardan más de dos meses en enviarla de nuevo desde Alemania», comenta. La mujer critica que el chico les abandonó en ese momento, sin esperar a que estuviera montada la silla. «Si no hubiera venido mi madre habría tenido que dejar al niño tumbado en el suelo mientras desplegaba la silla, como le pasó hace unos meses a otra madre», lamenta Carmen Escandell, que se confiesa «indignada».
Tras recoger la silla, señala que se dirigió a la ventanilla de atención al cliente para pedir una explicación de por qué no le habían entregado la silla en mano, como deberían haberlo hecho, ya que llevaba la etiqueta que la identifica como silla para discapacitados. «La chica me dijo que hiciera un cartel grande con rotulador rojo y que lo pegara a la silla», afirma.
«Esto sólo nos pasa con Clickair, porque con las otras compañías no tenemos problemas, nos devuelven las sillas a pie de pista o dejan que las llevemos en cabina y ya está», insiste Carmen Escandell, que asegura que esta misma situación la vivió ya el pasado 21 de enero, cuando también viajó con su hijo a Barcelona para acudir al médico.
Primer vuelo a las once
Esta madre ha criticado también que el primer vuelo Eivissa-Barcelona esté programado a las once de la mañana. «Tenemos que viajar a esta ciudad para ir al médico y que no haya vuelos antes de esa hora nos obliga, en muchas ocasiones, a pasar la noche allí, pagando el hotel», señala.
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