Un enfermo logra la ayuda de la dependencia a los siete días de denunciar los atrasos
El hombre, que contó su historia a través de LAS PROVINCIAS, cobrará en mayo
23.02.09 - A. RALLO VALENCIA
Harto de esperar para cobrar las ayudas de la Ley de Dependencia -que ya le habían sido concedidas- decidió denunciar su situación. Lo primero, colgar una pancarta en su domicilio, en pleno centro de Valencia, con un mensaje tan triste como desesperado: "Me va a llegar antes la muerte que las ayudas de la Ley de Dependencia".
Al día siguiente llamó a LAS PROVINCIAS y relató su historia. Una situación que no es excepcional. Los beneficiarios de la Ley de Dependencia han denunciado en numerosas ocasiones los retrasos de la prestación. "Yo lo que no quiero es que se engañe a la gente, a mí el dinero ya me da igual", llegó a decir.
A los siete días de hacer público su caso se encuentra con que el panorama ha cambiado radicalmente. Durante la pasada semana ha llegado hasta su domicilio la grúa que pidió a los Servicios Sociales del Ayuntamiento para que, al menos, pueda levantarse de la cama. Misión imposible en la actualidad.
No fue la única buena noticia que recibió Rigoberto. También desde la Conselleria de Bienestar Social movieron ficha. "Ahora mi cuidador tiene que ir el lunes (por hoy) a la Tesorería General de la Seguridad Social. Y luego presentar unos papeles en la Conselleria", explica el hombre a quien le concedieron el máximo grado de dependencia, unos 405 euros al mes.
Rigoberto, que reside en Valencia desde los diez años, padece una enfermedad reumática degenerativa, que hace que se empiecen a soldar las articulaciones. Recientemente estuvo ingresado en el hospital y le dieron pocas esperanzas de vida. Fue tras recuperarse y regresar a su domicilio cuando decidió colgar la pancarta.
Desde Bienestar Social se comprometieron a que cobrará las ayudas con efecto retroactivo, "desde el pasado 21 de noviembre", precisó. Pese a las buenas noticias, Rigoberto prefiere ser cauto con los tiempos. "Me han dicho que en unos dos meses empezaré a cobrar".
El hombre, de 71 años, una vez denunció su caso, había dado un mes de plazo para que la Administración le respondiera. En caso contrario estaba decidido a aumentar su presión con una huelga de hambre. ¿Feliz? "Así estaría si pudiera moverme", responde con humor Rigoberto. Con el dinero de la Dependencia, ese que espera desde hace meses, confía en poder darse "algún caprichito".
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