La Multinacional del Cielo
Si el Papa es representante
de la multinacional del cielo:
¿Por qué tienen tanto celo
en el dinero contante?
¿Por qué esa lucha constante
contra el follar que da vida?
¿Por qué no tienen medida
en respetar lo civil?
¿Por qué ese gozo tan vil
en aguarnos la partida?.
Esbirros y secuaces
..
08/11/2010 González
He leído en el diccionario de la Real Academia de la Lengua (Rae) la definición de esbirro. Dice textualmente: “Hombre que tiene por oficio prender a las personas. Secuaz a sueldo o movido por interés”. Y secuaz, por su parte, “que sigue el partido, doctrina u opinión de otro”.
Esto viene a cuenta de las palabras --pretendidamente insultantes-- dirigidas por don Carlos Fabra Carreras a quienes apoyamos, estimamos, seguimos y respaldamos a don Francesc Colomer i Sánchez. En efecto, me siento secuaz, seguidor convencido de Colomer. Esbirro --disculpe usted-- pero no: ni me paga ni tengo más interés que el desplazamiento democrático del poder provincial de usted y los suyos.
Ésos sí esbirros. Ésos cobran y tienen intereses muy altos y bastardos en asuntos no favorables para los ciudadanos. Los secuaces suyos sí son esbirros en el peor sentido de la definición académica.
Nosotros, los secuaces del socialismo de Pablo Iglesias (y por su carisma, de Colomer) podríamos aceptar ser esbirros, en la otra acepción, tal vez; la cual no es deseable ni por activa ni por pasiva. Pero en el Estado de derecho la ley protege a los ciudadanos y, si uno de ellos, quien sea, presida u obedezca órdenes, sea rico o pobre...
En esta España --que ya no es la otra-- quien la hace la paga. Y entonces actúan los esbirros en el sentido policial del término. De los del otro sentido, tal vez usted nos pueda contar muchas cosas: enchufes, pagados, vendidos, interesados, metidos, subidos, premiados, compensados... Usted mismo reconoció haber perdido la cuenta de tanto esbirro fiel; pensando en ellos como si fuesen canes, siempre agradecidos y dispuestos a lamer la mano del dueño, que les da el pan y los azota con el látigo.
Le deseo que la Justicia no le envíe ningún esbirro a detenerle. Y mis mejores deseos de salud y larga vida. En el plano político, le manifiesto mi mayor rechazo de sus formas, de sus actuaciones y de su ausencia total de respeto a la democracia y a la institución que preside ahora y, sobre todo, el desprecio a los ciudadanos, por no haber dimitido cuando la Justicia lo imputó.
www.elperiodicomediterraneo.com
Publicado por Ximo González
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