Optó por un "vivan los novios" frente a los abucheos en Alicante
JLV/ANDALUCÍA
Hay bodas que valen un potosí. Existen celebraciones que te pueden cambiar, además de la vida, la agenda y quitarte de un gran aprieto, en este caso político. Mariano Rajoy tenía ayer un dilema: o asistir a la apertura del curso político del imputado por el caso Gürtel, Francisco Camps; o, en su defecto, acudir a una boda de un compañero de partido en Fuengirola. No lo dudó... a la boda, de cabeza.
Prefirió dejar huérfano y sólo al presidente de la Generalidad valenciana mientras le abucheaban a su llegada, para acompañar a una pareja en su señalado día. Viéndolo así, hizo bien, cambió los pitos y abucheos a Camps por un "Vivan los novios".
Mariano Rajoy en la boda en Fuengirola. Foto del diario Público
Perdido y hallado en Fuengirola
La foto es de diario Público que indagó hasta encontrar a Rajoy en Fuengirola. Por ello abrió el curso político andaluz el viernes en Málaga, en Torrox. Total, a escasos 80 kilómetros y con un mismo autobús del mitin, les serviría a algunos invitados y a él mismo para acudir a la feliz unión de su compañero de partido, un poco más allá, en la misma Costa del Sol.
Con Arenas en su casa de la Costa del Sol
Es probable que de Torrox se marchara a la casa que Javier Arenas posee en la exclusiva urbanización de Benahavís, localidad donde curiosamente vive también y paga sus impuestos la alcaldesa de Marbella. Es probable que Mariano Rajoy haya querido conocer el complejo hotelero donde se alojó Michelle Obama y su hija durante su estancia en Benahavís y en la Costa del Sol. Podría estar pensando el líder del PP en que si un día los republicanos y Sarah Palin alcanzan la Casablanca y desea veranear en España, él debería conocer el estado de los hoteles aspirantes a recibirla, descartando el gallego que la Palin veranee en Peñíscola o en Santa Pola, feudos hasta el momento de temido Francisco Camps.
Mejor "si quiero" que "Paco, tú serás el candidato"
Sea como fuere lo cierto es que a Mariano Rajoy, la boda de Fuengirola le vino de perlas. Un alivio, una excusa para no escribir en su agenda del 27 de Agosto: “Apertura curso político de Paco Camps”, sino: “Boda de José María, Fuengirola”. Rajoy prefirió oír el "Si quiero" de los felices contrayentes a tener que decir "Paco, tu serás el candidato". Optó por ver el traje de novia y colocarse el frac a los trajes de "Milano"; por escuchar el "puede besar a la novia" que abrazar (abrasándose) al presidente valenciano y tener que "callar para siempre". Ya se sabe, lo que Dios unió que no lo separe Gürtel.
Rajoy “sabe algo de Camps
Su ausencia en el acto de Teulada ha generado reacciones. Para el secretario de política institucional del PSOE, Gaspar Zarrías, hay falta de "coraje" del líder del PP por permanecer "callado". Cree que el presidente de los conservadores "está callado porque sabe algo". Para los socialistas valencianos los motivos por los que Rajoy se ausentó de la cena, más allá de la boda de Fuengirola, se basan en que el líder del PP "es incapaz de quitar a Camps de la política porque fue él quien presentó a Correa en Valencia".
González Pons, maestro de ceremonia
En resumen, que Rajoy hizo una gran jugada enviando a Gonzalez Pons, mientras el gallego, en un espléndido fin de semana costasoleño, hacía lo que mejor puede hacerse en tiempos agitados, quitarse de en medio. ¿Cuando será su próxima boda? ¿En la presentación de la candidatura valenciana?
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