A mi buena amiga Ma. Ángeles, a quién no le debo más que agradecimiento, por cuanto ha realizado por mi durante todo el tiempo de mi rehabilitación, después de más de seis meses seguidos de hospitales, animarla a continuar en su camino pensando en todos aquellos que la necesitamos para enderezar nuestra ruta en la vida y que piense que…
pues venga quien venga a sucedernos, nunca será lo mimo sin nosotros. A pesar que de los que quedan puedan ser manipulados, peor para ellos si se dejan. Nosotros, como tu bien dices, a lo nuestro.
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