lunes, marzo 11, 2013
La palabra: DEPENDIENTE
Entendemos que en ocasiones las tenemos delante de nuestras propias narices y por resultar su definición anterior al de un despachador de productos diversos del comercio, nos ha hecho rebuscar incesantemente aquella expresión que resultase ser de corta pronunciación, como por ejemplo es en ingles disabled y el caso es que la tenemos ahí, en una ley creada para acogernos bajo su paraguas protector. Lástima que el equipo actual del gobierno haya pretendido boicotearla a pesar de su inicial sanción a bombo y platillo. Pues si, creo que esa palabra bien podría ser, con una nueva acepción de la misma por parte de la R.A.E. , la de: DEPENDENCIA.
Ya no es tan hiriente por abandonar toda acepción que podría resultar peyorativa e incluso insultante. Ya no sería tampoco la de DIVERSIDAD FUNCIONAL, creada por un compañero que figura enrolado en una lista de Internet, pese a su buena voluntad y esfuerzo por encontrar una palabra rápida y definitoria del afectado por una de sus patologías recogidas como tal. Yo que soy uno de éstos últimos, debo reconocer que soy dependiente para según que cosas, aun cuando la suerte me ha permitido poder figurar entre los que apenas tiene alguna secuela de consideración que me permite casi estar como antes de sufrir mi episodio.
Supuesto que la palabra ya está circulando con toda normalidad dentro del vocabulario actual, que existe una ley que la reconoce, que su acepción solamente ha de ser reconocida por la R.A.E., y compartir definición con otra anterior, lo que la haría distinguir al hilo de el contenido de su referencia coloquial, se podría comenzar a utilizar si es que entre todos no le vemos ninguna inconveniencia a no ser que le queramos buscar los tres pies al gato. Pero yo la veo rápida, definitoria, y sobre todo y lo más principal de todo, que no es nada molesta su pronunciación.
Es una expresión que únicamente hace referencia a la realidad, por lo general todos los dependientes estamos en la necesidad de utilizar una silla de ruedas, otros unas muletas, otros de bastones, de cualquiera que sea el aparato ortoprotésico, de una cuidadora (en mi caso de mi amada esposa), pero todo esto es verdad, no ofende reconocer la realidad, dependemos de algo y/o de alguien, tan solo un pequeño porcentaje está bajo la tutela familiar a causa de una incapacidad (ahora si se le podría llamar de esa manera) para el resto debemos reconocer que a nadie le puede ofender la verdad. Eso resulta altamente notorio.
Si a todos los discapacitados de ahora os parece, podríamos cambiar la acepción de la palabra a: DEPENDIENTE.
Vosotros tenéis la palabra.
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Publicado por Teuladí en 15:59
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