No fuimos más que tiempo invertido.
Trabajos cruzados, sacrificios forzados,
sonrisa espontánea.
Pequeñas llamaradas de ilusión,
de pasión y de esperanza.
Raíces enterradas en la tierra,
profundas, calladas.
Momentos de silencio.
Dormidas miradas.
Noches de tertulia abierta,
cantándole al alba
No hay dolor sin sentimiento.
Cae la nieve a través de mi ventana
El tiempo pasa, la vida pasa,
la alegría pasa, la tristeza pasa.
La nieve cuaja.
Pasan los años a través del cuerpo,
y mientras, se madura el alma.
Los ojos que antes miraban hacia afuera
Hoy miran hacia adentro,
porque afuera ya no hay nada.
La maleta se envejece,
el equipaje se degrada.
El recuerdo toma fuerza,
se convierte en pura sabia
forjada con licores de unas lágrimas
y al tiempo la sonrisa perpetúa
que el tiempo ya se acaba.
Ya no hay sangre en las heridas.
Han dejado solo marcas.
En cada marca una historia,
con cada historia una espada
tras cada espada hubo un puño
capaz de desenfundarla,
impasible por saciarse
con la fuerza de tu alma.
Tras esto vendrá el consuelo
con la paz que le acompaña,
se sentarán a tu lado,
te mirarán a la cara,
recogerán tus pedazos y dirán:
“Hasta mañana”
Mª Ángeles Sierra.
3 comentarios:
Bonita poesia amiga.
Todo pasa y queda en en buenos o malos recuerdos,pero se tiende a recordar mas bien los bien.
Animos amiga y sigue con tu reflexiones
Besos
La lírica de Mª Ángeles es producto de un sabio caminar desde que vio el alba.
Día tras día, vivencias y más vivencias de todo tipo que han madurado su cuerpo y su alma.
Mucho más su cuerpo, pues su alma sigue adelante con el empuje de una mujer lozana, pero mujer hasta lo más hondo de sus entrañas.
Ya nadie la engaña, tan solo ella calla y otros entienden lo que les da la gana, pero no descubre su silencio, más que le parta el alma, pues no merece la pena pararse por media jornada, siendo así que lleva muchísimas y enteras a sus espaldas.
Eso dice su soneto, lo que le sale del alma, y así será por siempre ya que nadie a ella le calla.
Tiene fuerza su poesía y al tiempo mucha calma. Perdona los errores, pero no así la ignorancia que a veces hace daño, mucho más que el interesado, por eso en ocasiones es dificil discernir lo que es rencor o simplemente rabia.
Esta es una de las composiciones que más me ha gustado de todas las que te he leído, Mª Ángeles.
Sigue con tus espontaneidades que hasta me alegran la cara.
Hoy, 20 de abril, me trae recuerdos entrañablemente familiares. Mi padre cumpliría años, pero hace mucho tiempo que se fue harto de injusticias que todavía hoy mantenemos. Pero no era esa la intención del comentario que me sugiere la sensibilidad de una entrada que, desde hace algún tiempo se repite cada año, con motivo del homenaje a la Mujer Republicana, en la recia ciudad pucelana.
Si ya la cita merece mi felicitación a esas gentes que exaltan a personas luchadoras que entregaron su vida en la defensa de una justa causa, al recitar nuevamente el poema que de esta vallisoletana nació desde su espontaneidad, me reiteré y me reitero en aquel comentario que hice sobre la profundidad y humanidad de su poesía.
Es precisamente por eso, y por mucho más que la gente desconoce de Mª Ángeles Sierra, que me siento inmensamente orgulloso de su amistad, así como la de David. Dos personas honestas donde las haya.
Gracias, mil gracias y... ¡salud y república!
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