La consejería de Bienestar Social, que dirige Juan Cotino, declinó valorar los datos manejados por el Ministerio de Educación y Política Social que retratan la escasa aplicación de esta ley. Según estos indicadores, hay 12.115 personas a las que se ha reconocido que su grado y nivel de dependencia está amparado por la ley y se les ha concedido la prestación que les corresponde (ya sea en una residencia, ayuda a cuidadores familiares o centros de día, entre otras). Sin embargo, hay otras 13.331 personas a quienes, pese a reconocérseles también su situación como dependientes, aún no se les ha elaborado el correspondiente plan individual de atención (PIA) en el que se fijan las ayudas. Además, hay 5.165 expedientes no resueltos entre los que hay personas que ya deberían recibir ayudas.
La demora, explica Salvador Roig, portavoz de CC OO en la comarca de L'Alacantí, se debe, en parte, a la falta de personal para realizar las baremaciones. El retraso en la tramitación de los expedientes ha sido denunciado por los dos últimos titulares de la Sindicatura de Greuges, Emilia Caballero y Carlos Morenilla. Los afectados reclaman la urgencia de estas valoraciones con el fin de que los grandes dependientes y los dependientes severos puedan disfrutar de estas ayudas. De no ser así, muchas llegarán tarde. CC OO alerta también de que los colectivos más gravemente afectados y con una situación de dependencia severa "no están siendo, en su mayoría, objeto de prestación de servicios". El sindicato denuncia que el Consell no está desarrollando el catálogo de servicios. El único que ha crecido espectacularmente (de una persona a 1 de octubre a 3.489, a 1 de diciembre) son las prestaciones al cuidador familiar, es decir, las menos dotadas económicamente y las menos profesionalizadas, según CC OO. Otro de los servicios que tampoco está prescribiendo Bienestar Social es el recurso de ayuda a domicilio y el del asistente personal, el más demandado por la población. La organización hace hincapié en que la configuración de una red de dispositivos para la atención a la dependencia no solamente es beneficiosa para este específico colectivo sino que resulta un sector estratégico por su potencialidad para crear empleo e infraestructuras. Esta red de servicios generaría, según el sindicato, un formidable número de puestos de trabajo.
Otro de los aspectos que muestran las estadísticas del Gobierno estatal es que la Comunidad Valenciana sigue a la cola entre los solicitantes de ayudas a la dependencia. El Ministerio que dirige Mercedes Cabrera, estima que el 11% de la población valenciana es dependiente pero sólo 34.145 personas (el 0,7% de los cinco millones de valencianos) han cursado su solicitud. Los teóricos beneficios de esta ley, por tanto, apenas tienen incidencia en la Comunidad Valenciana porque el grueso de los dependientes ni siquiera ha solicitado sus prestaciones. Salvador Roig atribuye el bajo porcentaje de solicitudes de los afectados a la desinformación y a la nefasta gestión que ha hecho el ejecutivo de Camps.
Primero fue el propio José Luis Rodríguez Zapatero quien acusó a la Comunidad de Madrid de boicotear la ley, extremo que posteriormente han denunciado también los trabajadores sociales de la Comunidad Valenciana. Los últimos en echarse a la calle han sido los propios afectados para exigir la aplicación de la norma.
Emilio Guillén, miembro de la plataforma, arguye que de esta manera todos los afectados podrán recurrir a la vía legal "para exigir a la Generalitat que cumpla la ley" sin estar condicionados por los costes que les acarrearía la contratación de un abogado particular. El turno comenzará a funcionar, según Guillén, a partir del mes de enero, si bien todavía ignora el número de letrados inscritos en el mismo.
Por otra parte, ayer, la secretaría autonómica de Autonomía Personal y Dependencia informó de que 7.648 personas mayores dependientes están recibiendo ayudas económicas por la atención y asistencia que reciben de cuidadores no profesionales en su entorno familiar por un importe de 11,58 millones de euros. Del total de ayudas gestionadas, según el Consell, el 78% corresponde a mayores dependientes y el resto a discapacitados. Las prestaciones económicas oscilan entre los 180 y los 590 euros mensuales.
La Ley de Promoción de la autonomía Personal y Atención a las Personas en situación de dependencia incluye prestaciones que van destinadas a atender las necesidades de las personas con dificultades para la realización de las actividades básicas de la vida diaria.
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