Estoy avergonzado de vivir en esta Comunidad. Si no estuviera impedido me marcharía. Y lo que es aún peor, con esta discapacidad y en las condiciones que estoy, también me han denegado la incapacidad absoluta. Entre las competencias transferidas, estos políticos y los tribunales médicos de aquí, estaremos en crisis permanente en esta Comunidad. Ahora, para palacios de congresos, ciudades de las Artes y algún que otro evento para sacar barriga, que no falte. De vergüenza.
Tomás Martínez López
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