MARCEL BARRERA. Barcelona
El Departamento de Educación ha excluido este curso al menos tres alumnos con cardiopatía congénita y con el certificado de discapacidad que querían matricularse el mes de septiembre pasado en tres institutos sufragados con fondos públicos de formación profesional (FP) de Catalunya por recibir clases de ciclos formativos de grado superior de diferentes especialidades. El caso, denunciado por la Asociación de Ayuda a los Afectados de Cardiopatías Infantiles (AACIC), es grave. La entidad cree que se ha «incompletado» el decreto de admisión de alumnos del gobierno catalán según el cual en los cursos de FP se deben reservar plazas para alumnos con discapacidad. Por la gerente de la AACIC, Rosa Armengol, la decisión es «indignante y frustrante» y Educación ha cometido un «grave error».
+ El AACIC participó en la última edición del maratón, dedicada a los enfermos del corazón.
Foto: EL PUNTO
El Departamento de Educación ha impedido que este curso tres estudiantes enfermos del corazón estén estudiando ciclos formativos de grado superior por premura de plazas, un hecho que según el AACIC vulnera el decreto de admisión de alumnos, que en el artículo 13.3 establece que la reserva de plazas para el alumnado con discapacidad en los ciclos formativos de formación profesional «no puede ser inferior al 5% de la oferta del curso».
El AACIC, que no había recibido nunca ninguna queja en este sentido, se encontró a inicio de curso tres casos similares. Un instituto de las comarcas barcelonesas y otro de las comarcas gerundenses fueron los que en primera instancia no cumplieron el decreto «seguramente por premura de información», segundos señala Armengol.
RESPUESTA DE INSPECCIÓN
La decisión de excluir los tres estudiantes, que no se pudieron matricular, movilizó la asociación, que trucó a la inspección de guardia del departamento en cada uno de los tres casos. La respuesta fue siempre la misma: no hay reserva de plazas para alumnos discapacitados al FP. El caso quedó aquí hasta que una alumna con discapacidad a quien se le había denegado entrar a la Escuela Oficial de Idiomas (EOI) de Barcelona consiguió entrar tras mucha lucha de su familia, que también batallar a fondo por conseguir que la alumna, enferma del corazón, tuviera las llaves por poder subir y bajar con ascensor. «fue a partir de aquí que empezamos a consultar las normativas y vimos que había la reserva de plazas a la FP», comenta Armengol. En todos los casos, los alumnos enfermos del corazón habían pedido cursar estudios que no requerían esfuerzo físico y disponían del certificado de discapacidad, por lo cual el rechazo estaba injustificado, según el AACIC. Por la entidad, Educación ha cometido un «grave error que está afectando el proyecto de vida de algunos jóvenes», puesto que ha alegado falta de plazas cuando habría de haber reservado al menos un 5% de los lugares. «La normativa puede existir, pero a la práctica no se está ejecutante, y si la familia no tiene las cosas muy claras no se aplica porque ni siquiera la inspección la conoce.» De hecho, en la resolución de Educación que desplegaba el decreto de admisión de alumnos y que se publicó en el Diario Oficial de la Generalitat de Catalunya (DOGC) el 30 de marzo, el artículo 2.4 indica claramente que «en los ciclos de formación profesional, el centro debe reservar dos plazas de cada grupo para el alumnado con necesidades educativas específicas».
IMPRESOS MAL HECHOS
El decreto aprobado el 29 de marzo pasado menciona como uno de los objetivos «favorecer la integración y la distribución equilibrada del alumnado con necesidades educativas específicas». «No tiene sentido que se aplique esta reserva a toda la enseñanza y que desaparezca en los ciclos de grado superior como está pasando actualmente», señala Rosa Martínez, responsable de los servicios de atención a los centros educativos del AACIC, que añade que en los impresos de matrícula de FP que distribuye Educación no consta ninguna casilla dónde el alumno pueda decir que tiene alguna discapacidad. «Alguien del Departamento de Educación no sabe que a la FP también se deben reservar plazas», concluye Martínez.Se da el caso que un de estos alumnos excluidos tenía la intención de entrar a la FP tras dejar la universidad, dónde sí que se está aplicando –como el conjunto de la educación o
bligatoria– la reserva de plazas. «La familia quedó muy sorpresa por el hecho que a la universidad había podido entrar con una reserva de plazas y, en cambio, a los ciclos formativos, no», comenta Martínez. «Si no reservamos plazas para estos alumnos los estamos abocando al fracaso y obligándolos a cobrar una pensión de invalidez a los 30 años; no los estamos dando ninguna oportunidad», coinciden a decir Rosa Martínez y Rosa Armengol.
- A los ciclos de formación profesional de grado mediano o grado superior, el centro debe reservar dos plazas para el alumnado con necesidades educativas específicas. (...) Con anterioridad al inicio del periodo de preinscripción el Departamento de Educación ha de establecer el porcentaje de plazas que se reservan para el alumnado con discapacidad.
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