A pesar que en breves fechas dará comienzo oficialmente la temporada del otoño, que duda cabe que en estos momentos gozamos en nuestro Alicante de un clima que nos hace pensar que el sol se nos instala en la Casa de la Primavera con una envidiable temperatura que nos sitúa al borde de los 25 grados centígrados, pese a ello nos hace pensar que este otoño resultará extremadamente calentito, caliente por llegar cargado de no pocos momentos de gran tensión provocada por una mala praxis gubernativa que nos arranca con el abandono del abogado de Milagrosa Martínez que no ve posible su absolución, dado lo grave de la acusación que no contempla la posibilidad de éxito alguno, y que el cual poría suponer un agravamiento de nuestros problemas económicos.
También por el endurecimiento de los recortes a efectuar en el plan de las pensiones que prevé el gobierno en estos últimos tiempos lo que nos supondría un grave atentado que dejaría a media España sin poder disponer de algo que llevarse a la boca. Menudo panorama el que nos han dejado.
Al tiempo y con los últimos acontecimientos surgidos con la "Diada" catalana, claramente Rajoy se sitúa, el solito, al borde del suicidio político por no escuchar el clamor de unas gentes que le llaman la atención por su delicada situación creada contra las aspiraciones de un pueblo al que duramente atacó desde hace muchísimo tiempo. De ahí que los nacionalismos lleguen a crear estas situaciones no deseadas con el extremismo demostrado por el españolismo desmedido cuando son auspiciadas por el mismo Gobierno de España. Dígase del P.P.
Por otro lado exarcerba el hecho que se viene observando que apenas se vigila por unos revisores, en el TRAM, con lo que aparentemente después podrían jugar con la baja rentabilidad de la línea con el fin de llegar un día a privatizarla, cuando después de casi cuatro años se ha demostrado fehacientemente que los tranvías viajan casi diariamente con un gran número de pasajeros que abarrotan los convoyes, habida cuenta que esta línea es utilizada por los estudiantes universitarios que los copan.
En fin de cuentas, fiascos por aquí, corrupciones por allá, deudas de intereses que no paran de crecer, una economía que se cae a pedazos... esto no puede sino desembocar en ese otoño caliente que nosotros desde aquí preconizamos. Juicios que suenan a tongo, como ya son algunos casos, prescripciones que se provocan de unas imputaciones que nos parecen bien claras. ¿Algo más?... Si que se marchen que dimitan que en cualquier país democrático por menos ya están durmiendo sus gobernantes en la cárcel. ¿Será este nuestro caso algún día?...
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