Tzipi Livni y Ehud Barak, ministros de Exteriores y Defensa del gobierno de Israel son los actuales valedores de esta provocadora frase para masacrar a un pueblo bajo la impunidad y el sometimiento de quien domina el poder financiero de los autollamados países más ricos del orbe, ante el pretexto ya consabido de su lucha contra el terrorismo internacional donde los Estados Unidos, la Unión Europea, Inglaterra, Japón, Canadá y Australia son los garantes de la impunidad de Israel.
Es curioso que la etiqueta de terrorista se la coloquen a un movimiento que tiene la representación de las Instituciones democráticas Palestinas como es Hamàs, que con las lista de “Cambio y Reforma” se presenta a las elecciones generales del 2006 y que obtiene la “mayoría absoluta”, y que si bien es cierto que son Siria e Irán sus principales fuentes de financiamiento, es verdad también que lo destinan principalmente a redes de ayuda a necesitados, a las victimas y familiares de sus militantes, escuelas coránicas y centros de atención para la construcción y reparación de viviendas. Será por todo eso que la mayoría Palestina está con ellos y los reconoce como los defensores de su pueblo.
La intención de Israel se quedó al descubierto, al retirar por la fuerza sus propios asentamientos judíos en los territorios ocupados de la franja de Gaza, era lo que le ataba las manos para una invasión en toda regla como ocurre en estos momentos donde después de convertir esa zona en el mayor campo de concentración que existe en el mundo, con un feroz bloqueo por tierra, mar y aire. Un millón y medio de personas en las más atroces condiciones de vida en donde quizás lo peor sea sobrevivir.
Darían risa, si la situación no fuera tan trágica, las declaraciones de algunos gobiernos incluido los Estados Unidos e Israel, proclamando su derecho a defenderse. Esto viniendo de dos súper-potencias militares y económicas, que además es Israel la que desde 1968 sigue ocupando territorios, ante un pueblo prácticamente desarmado y muerto de hambre, que lo único que los mantiene en pie es la defensa contra el invasor.
Hamàs solo cuenta con algunos miles de milicianos dotados solamente de armas ligeras y sus impresionantes cohetes caseros denominados “Kassam” donde su rango no alcanza más de treinta o cuarenta kilómetros, tanto así que llevan bastante tiempo lanzando cuarenta o cincuenta diarios y fuera de mínimos destrozos materiales sus victimas mortales se pueden contar con los dedos y les sobrarían, no tienen aviones, tampoco barcos, vamos no tienen siquiera transporte necesario ni para evacuar de algunas zonas a sus propios heridos, y la población civil solo tiene firme su dignidad y piedras de los escombros que provocan sus enemigos para lanzarlas con la mayor rabia posible.
Todo esto ante un gobierno israelí, que se pasa por el arco del triunfo todas las resoluciones de las Naciones Unidas ante el paraguas de los Estados Unidos. Que realizó durante mucho tiempo los asesinatos selectivos que escapan a cualquier norma del Derecho Internacional y que no permite la entrada ni de observadores y mucho menos medios de comunicación, y que además emplea, eso si, armas de destrucción masiva que no reconocen a milicianos de población civil y que destrozan por igual a hombres, mujeres y niños, como lo son las bombas de racimo, prohibidas para todo el mundo menos para los Estados Unidos e Israel y ante la impasibilidad de la mal llamada “Comunidad Internacional”. Con una sola excepción, la del dictador que gano democráticamente con un 60% en las ultimas elecciones de Venezuela, Hugo Chávez quien es el único que a tenido el valor suficiente para llamar por su nombre “genocidas del pueblo Palestino” y expulsar de su país al embajador de Israel como medida de coherencia ante la barbarie de ese pueblo que fue victima y hoy es verdugo.
Rogelio Diz-Analista político
rdiz51@yahoo.com.mx
Fuente: Camaradas, ya se abrieron las puertas
No hay comentarios:
Publicar un comentario