Alejandro quiere que le escuchen
Un niño de 14 años con una lesión cerebral que le impide hablar necesita un intérprete de lenguaje de signos en el centro donde estudia y Educación se lo niega.
Alejandro nació con una lesión cerebral que le impide hablar con normalidad. No tiene ningún problema para oír con claridad y sin embargo sólo el lenguaje de signos ha demostrado ser un sistema lo suficientemente eficaz como para que pueda comunicarse con los demás. Pero tras más de un año de lucha su madre aún no ha conseguido que en el instituto Universidad Laboral de la capital malagueña donde estudia cuente con un intérprete 25 horas a la semana que le permita seguir avanzando en su lento aprendizaje e integrarse como uno chico más.
Carmen Morales lleva desde octubre de 2007 solicitando a la Delegación Provincial de Educación en Málaga que le conceda a su hijo de 14 años este recurso y de momento no ha recibido la respuesta que espera. "Se trata del reconocimiento de un derecho no de un gesto de caridad", asegura esta madre, que insiste en que se está vulnerando la Convención de Naciones Unidas sobre las personas con discapacidad y la Constitución Española.
Todos los informes de médicos, pedagogos y logopedas que lo han atendido durante estos años recomiendan que el niño debe aprender el lenguaje de signos para poder expresarse. Desde hace más de un año Alejandro recibe una hora de clase al día en la Asociación de Padres de Niños Sordos de Málaga y "ya ha avanzado muchísimo", dice su madre.
Pero sigue siendo insuficiente porque los profesores de apoyo que Alejandro tiene en el instituto desconocen esta forma de comunicación y "aunque lo entiende todo no puede avanzar mientras no se pueda comunicar con los demás".
Carmen no puede ocultar su indignación ante una situación que considera "injusta" porque a pesar de la evidente discapacidad de su hijo "en el instituto insisten en que como no es sordo no es necesario que tenga un intérprete cuando la propia Junta reconoció en un informe que precisaba de un mediador con conocimiento de castellano oral signado".
Carmen ha denunciado el caso ante el Defensor del Pueblo, el Ministerio de Educación y el Comité Español de Representantes de Minusválidos en busca de los apoyos que necesita para que su hijo pueda al fin expresarse con normalidad mediante el lenguaje de signos.
Lo que más le preocupa es que su hijo hubiera avanzado "mucho en este tiempo si se hubiera hecho desde el principio". Pero ahora se pregunta "quién va a pagar el perjuicio que le han causado".
La reiterada negativa de la Delegación Provincial de Educación no ha mermado el ánimo de esta madre coraje que está dispuesta a llegar hasta el final para que se respeten los derechos de su hijo. Ya está tramitando una denuncia que presentará en los tribunales y, aunque es consciente de que pueden pasar muchos años hasta que la justicia le dé o no la razón, "lo haré con el fin de que los que vengan después de mi hijo con el mismo problema encuentre un mundo mejor".
Fuente: Málaga Hoy
No hay comentarios:
Publicar un comentario