Sin clases por ser sordo
Un alumno de FP no puede realizar el ciclo de Cocina porque la conselleria rechazó enviar un intérprete. Educación no contempla la atención personalizada al no ser una enseñanza obligatoria
SERGIO PICAZO.
El estudiante, sordo, ha tenido que dejar de acudir a las clases de cocina de FP por la falta de un intérprete.
fernando bustamante
"Me llamo Sergio, tengo 19 años y soy sordo". Con esta escueta presentación, el alumno del ciclo medio de Cocina en el instituto de Formación Profesional Superior Ciudad del Aprendiz de Valencia inicia una carta de queja ante la imposibilidad de continuar estudiando por la falta de un profesor de apoyo o de un intérprete del lenguaje de los signos en su centro.
Sergio Picazo concluyó la Educación Secundaria Obligatoria el año pasado y "como me gusta mucho cocinar, me matriculé en septiembre en el instituto. Antes de empezar el curso hablé con la psicóloga del centro para solicitar los medios oportunos para poder empezar el curso sin ningún tipo de problemas o, lo que es lo mismo, contar con un intérprete de lengua de signos. La psicóloga y la jefa de estudios solicitaron entonces a la Conselleria de Educación disponer de intérprete con el fin poder desarrollar mis estudios con total normalidad" explica en su carta de queja.
Sin embargo, la contestación del inspector de zona fue que "no iban a mandar a ningún intérprete a este centro porque no había presupuesto para mandar uno a cada sordo" lamenta su padre, Francisco.
Ahora, peligra su matrícula porque al comprobar, al inicio del curso, que no podía seguir las clases por la falta del docente de apoyo, Sergio dejó de ir al instituto.
En estos momentos "está en casa, sin hacer nada, porque el problema va a ser el mismo en otros centros", apuntó su padre.
Desde la Conselleria de Educación confirmaron a Levante-EMV esta situación y explicaron que, al pedir el instituto refuerzo humano al principio del curso, el inspector de zona estudió este caso concreto pero "lo denegó por tratarse de una formación profesional, que es una enseñanza no obligatoria, no se contempla esta atención personalizada".
El único centro de Formación Profesional que dispone de este personal especialista es el del complejo de la Misericordia de Valencia, pero porque provienen de la ESO del IES 26 y al tener sobrante de horas también ayudan en los ciclos. No obstante, el módulo de Cocina no se imparte en sus aulas.
Las mismas fuentes oficiales añadieron que "a determinadas edades el alumno debe ir alcanzando capacidades y eso se consigue en la ESO, que es donde se aportan materiales didácticos. La conselleria no está dejando de lado a los estudiantes sordos, pero el apoyo se da en la ESO, no en las enseñanzas postobligatorias".
Según informó esta semana el conseller de Educación Alejandro Font de Mora, se ha pasado en cinco años de 590 a 811 profesores de audición y lenguaje que atienden a unos 689 alumnos sordos.
Situación actual
Sergio Picazo asegura que, ahora, "me siento indefenso porque, con independencia de que sea sordo, no puedo continuar mis estudios como me gustaría y, por eso, me pregunto y les traslado la misma pregunta que me hago yo a los responsables de la Conselleria de Educación: ¿Dónde puedo acudir a estudiar?".
Su padre asegura que "no entiendo" como "en la sociedad en al que vivimos no haya la más mínima comprensión por parte de las instituciones y se justifiquen en que no hay presupuesto para que un joven sordo pueda prosperar e integrarse en una sociedad cada ves más competitiva, cuando sí hay dinero para otras muchas cosas secundarias que no redundan en el bienestar de los ciudadanos de la Comunitat Valenciana".
Noticia encadenada.
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