ibercampus.es 3 de enero de 2008
El experto, que en 2006 presentó una tesis sobre la relación entre la incapacidad y el maltrato a las personas mayores, apuntó que el porcentaje de personas que en el primer año de la ley habrán recibido algún tipo de ayuda “es muy bajo”, cuando “más de 25.000 personas han acreditado el grado de alta dependencia” en Cataluña.
Muñoz lamentó que desde instancias políticas se dijera que “con la entrada en vigor de la ley las personas dependientes lo tendrían bastante resuelto” y un año después “muchas de ellas continúan en la misma situación”, lo que en su opinión provoca “una falta de creencia en el sistema”.
Tras un año de aplicación de la Ley de la Dependencia, Jordi Muñoz explicó que se han detectado algunas deficiencias, relacionadas principalmente con la “falta de formación e información que tienen los profesionales que atienden a las personas con dependencia”, así como con la “falta de experiencia de los evaluadores de la administración”, lo que “ralentiza el sistema”.
Además, añadió que “tampoco se ha iniciado la formación de los cuidadores informales”. En esta línea, Muñoz dejó claro que hasta el momento no se han creado los puestos de trabajo necesarios y, actualmente, “resulta muy difícil encontrar personal para trabajar en residencias, por un lado por la falta de formación y, por otro, por las precarias condiciones salariales”. “Lo mismo sucede con la atención domiciliaria”, concluyó.
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