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miércoles, julio 28, 2010

Maltrato

Gijón 23°

Miércoles, 28/07/10. Actualizado hace 1 minuto

Un gijonés denuncia a una residencia por maltrato a su hermana, a la que casi tienen que amputar la pierna

La Guardia Civil tuvo que intervenir al decir la responsable del centro que la mujer no saldría de allí salvo muerta
  • EUROPA PRESS. 21.02.2010

Un vecino gijonés, Germán Álvarez, ha denunciado a una residencia de ancianos ubicada en el concejo de Villaviciosa por retención ilegal y por abandono de un incapaz, al impedirle sacar de allí a su hermana, a la que trataban despectivamente y no le prestaban la atención sanitaria necesaria, que conllevó que por poco tuvieran que amputarle la pierna por una herida mal curada y casi gangrenada.

En una entrevista concedida a Europa Press, el hombre, acompañado de su esposa, relató cómo tuvo que pedir la intervención de la Guardia Civil, el 3 de mayo de 2008, para poder sacar de la residencia a su hermana, al negarse la monja responsable del centro a dejarla marchar pese a haber firmado un documento en el que solicitaba voluntariamente el trasladarse a vivir con su familia. "Dijo que la que mandaba era ella y que de allí no iba a salir hasta que se muriera", señaló Álvarez.

La historia se remonta a casi cuatro años atrás, cuando el denunciante se enteró de que su hermana estaba en esa residencia. Acompañado de su mujer, solía visitar a su hermana semanalmente. Ésta, que sufre una enfermedad mental por la que tiene diagnosticada un 69 por ciento de minusvalía, decía que las monjas no le escuchaban y se quejaba de fuertes dolores de una herida que tenía en la pierna, pero la directora le decía a su familia que la curación iba bien, que la pierna estaba perfecta.

Álvarez señaló que poco a poco se fueron enterando de lo que le estaba pasando a su hermana. "Un día cayó de la cama y nadie vino a levantarla, pasó toda la noche con el colchón encima hasta que la encontró la limpiadora", señaló. Esa circunstancia, y otros capítulos desagradables que iban escuchando, unido a que siempre había una monja que les vigilaba durante las visitas y a que no les dejaran sacar a su hermana de paseo, llevó a la familia a destapar la venda de la pierna.

Lo poco que vieron hizo que pusieran el caso en manos de un abogado para redactar un documento en el que ella decía que quería abandonar voluntariamente la residencia, apoyado por un informe de su médico que certificaba que si se mantenía el tratamiento podía vivir en casa de sus familiares.

Ninguno de los dos documentos sirvió a la directora de la residencia. "Su hermana está aquí en vida", le indicó la monja. Álvarez recordó cómo su hermana, a la que habían anunciado que la iban a sacar de allí, se quedó llorando. Sólo cuando llegó la Guardia Civil, según Álvarez, y tras comentar el agente que si no abrían —tocaron hasta cinco veces al timbre— iba a llamar al cura, dejaron que la hermana abandonara la residencia.

Para cuando llegaron a casa, en Gijón, ya eran las 00.00 horas, por lo que no fue hasta el día siguiente, cuando su cuñada le fue a lavar la herida, cuando comprobó la gravedad de su estado.

"En urgencias en el hospital de Jove nos dijeron que no habían visto una herida de esa índole, que si pasan 15 días más le tienen que amputar la pierna", explicó el hermano de la víctima. Casi dos años más tarde, todavía siguen haciendo curas a la herida. "Cojea un poco y le van a quedar secuelas, le falta un trozo de pierna", apuntó.

Uñas largas y curvadas

Además de la herida, la mujer presentaba unas uñas de los pies muy largas y curvadas, como de no haberlas cortado en mucho tiempo. En este sentido, Álvarez indicó que supuestamente su cuñado dejaba dinero para el podólogo cada 15 días —un especialista que según la declaración de la directora en el juzgado pasaba cada mes y medio—.

"Ahora mi hermana es otra mujer", dijo Álvarez al tiempo que exhibe una foto del carnet de identidad de cuando salió y otra del DNI actual. "Antes le daban nueve pastillas en la residencia y ahora sólo una", añadió su esposa. "Le dieron mucha medicación y por eso se caía y se desmayaba", explicó. La mujer, de 67 años, vive ahora en un piso alquilado cercano al de su hermano, donde es atendida por él y su esposa e hijo.

Una mujer "repugnante"

El caso está en fase de instrucción en el juzgado de Villaviciosa, a la espera de que testifique la médica que atendió a la mujer en el hospital de Jove y el ex marido de la víctima. La denuncia fue presentada el 7 de mayo de 2008 en la Guardia Civil, que dio traslado al Juzgado de Instrucción. Aunque en un primer momento se archivó el caso, el 14 de mayo de 2009 se estimó el recurso presentado por la familia, con el visto bueno del fiscal, para que se volviera a abrir.

En la declaración prestada por la encargada de la residencia, ésta dijo desconocer por qué la mujer llevaba las uñas tan largas. Sobre que la pierna estuviera necrosada, indicó que le daban el tratamiento para las úlceras que les habían indicado y que lo hacían como podían. También señaló que la usuaria era una mujer "repugnante" y que no se adaptaba a los horarios.

Entre otras cosas, dijo que si olía mal era porque tenía incontinencia urinaria y reconoció que, pese a asearla todos los días, sólo la bañaban una vez a la semana. Además, apuntó que cuando cayó de la cama por la noche fue porque se levantó para ir al baño, pero sólo se hizo un chichón sin importancia.

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