Informe
Las mil caras de la crisis
La crisis económica acentúa la exclusión que sufren las personas con discapacidad y no la limita únicamente al ámbito del empleo.
Los programas de recolocación laboral, de ocio, y las organizaciones del Tercer Sector también se han visto afectadas por la recesión, lo que repercute directamente en este colectivo.
PINO ALBEROLA Los efectos de la crisis para las personas con discapacidad no se limitan sólo a la falta de empelo. Esta es la principal conclusión del estudio elaborado por el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad -Cermi- sobre "El impacto de la crisis en las personas con discapacidad y sus familias". El informe recoge las diferentes dimensiones que la crisis está teniendo en este colectivo y aunque no es la única, la caída en el empleo es la más patente. Cabe recordar, según datos aportados por el sindicato CC OO el pasado mes de diciembre, que la contratación a personas con discapacidad ha caído en la provincia de Alicante un 12,4% en el último año. A esta situación de mayor desempleo, el informe añade los bajos ingresos que suelen percibir las personas discapacitadas "debido a que las actividades que desarrollan no suelen ser de alta cualificación".
Sin embargo, el Cermi se muestra en parte positivo al asegurar que "los sectores en los que normalmente trabajan las personas con discapacidad se han visto afectados de forma dispar por la recesión" y aunque el sector servicios, que emplea mayoritariamente a los discapacitados es uno de los más afectados, "es el que presenta mayores perspectivas de crecimiento para los próximos meses".
Mientras estas perspectivas de recuperación llegan, las personas discapacitadas que pierden su empleo se suelen acoger a programas formativos o de inserción laboral, "que a su vez también se han visto afectados económicamente", principalmente, señala el Cermi, "por recortes presupuestarios y/0 el retraso en el cobro de subvenciones". Esto repercute en la formación y la reinserción laboral de los trabajadores, "ya que el número de acciones formativas o talleres de empleo se ven mermadas llegando incluso a desaparecer algunas de ellas". Se trata, concluye el estudio, "de un proceso en espiral que produce y reproduce elementos de exclusión social entre el colectivo".
Derivado de los efectos de la crisis, "algunas personas con discapacidad reconocen verse afectadas en su estado de salud psicológica, principalmente por ansiedad y estrés". Además, añade el Cermi, "la crisis puede afectar a las estructuras y servicios sociales y de sanidad, que son claves para las personas con discapacidad". Pero los sanitarios no son los únicos recursos que, a juicio del Cermi, se están viendo afectados por la crisis. El ocio también está pagando las consecuencias de la recesión más importante que está sufriendo España en las últimas décadas. En este sentido, las infraestructuras orientadas al deporte "son las primeras a las que renuncian las instituciones".
Otro de los grandes perjudicados por esta situación es el Tercer Sector, clave para el grupo de personas con discapacidad". Muchas de estas entidades, afirma el estudio, "se han visto implicadas por el desempleo, la pérdida de liquidez y la gran dependencia de la financiación pública. Por último, el informe hace alusión a las mujeres, "que sufren en mayor medida las consecuencias de la crisis, tanto en términos netos de generación de ingresos y acceso al mercado laboral, como en coste de oportunidad, dado que en mayor medida sacrifican su carrera formativa para realizar tareas de soporte familiar que se incrementan en un contexto de crisis económica".
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