¿Ha llegado la primavera hasta nosotros o nosotros hemos llegado a ella?. Lo importante es que estamos metidos en ese precioso paisaje y somos parte del decorado. A unos les ha tocado cantar, a otros colorear, a otros nacer, a otros volar y así hasta un sinfín de funciones que hacen que todo lo que tenga vida empiece a brotar.
El caso de Joaquín Mora ha sido como ver en el calendario el 21 de marzo, todos los que estaban escondidos, las orugas, las aves migratorias, las hojas de los árboles caducos, los arroyos, el sol, todos han salido de golpe a demostrar la cantidad de vida que existía escondida tras el invierno. Es sorprendente el efecto que hace abrir la ventana y descubrirlo.
Es una suerte encontrar que, tras toda esta triste y amarga situación, hay mucha gente que está llena de sensibilidad, que unos a otros se han comunicado el mensaje y ahora empiezan a gritarlo para que no quede nadie sin enterarse, se pone en marcha un mecanismo pues hay algo que no encaja y es preciso cambiarlo. Lo que no encaja es que exista la injusticia y por eso todos, como hormiguitas llenando de provisiones sus hormigueros, se organizan para luchar contra toda esa nube contaminada que pretende ensuciar el transparente cuadro que se estaba dibujando. Es evidente que aún quedan muchas partes por colorear, que vendrán muchos más nubarrones, que llegará el otoño y se llevará todas nuestras hojas pero ya es un triunfo ver que hoy está todo en pleno movimiento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario