Ocho días sin comer y encerrado en su propia casa. Invisible. La administración no contesta. ¿Da igual lo que pase? ¿Por qué esta vez da igual y en un caso bastante reciente de un preso en huelga de hambre no daba igual? ¿Vale menos la vida de este señor, Joaquín Mora, por su diversidad funcional (discapacidad)?
Mucho presumimos de nuestro país, de lo adelantados que estamos, pero España está llena de 'Joaquines Mora' igual de invisibles que él. No podemos cerrar los ojos y hacer como que no existen. Es hora de cambiar las cosas, de tomar conciencia de los derechos de todos los ciudadanos, de que las personas no pueden estar cumpliendo condenas sin haber sido condenados. Todos tenemos responsabilidad en esto: administraciones, ciudadanos de a pie, las asociaciones que nos representan... Y si esto no es así, ¿qué tipo de sociedad estamos construyendo?
Mañana nos puede tocar a cualquiera de nosotros.
Mariola Rueda de la Puerta
Málaga
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