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Tampoco entiendo ni entenderé, quizás algún día, la razón por la que una serie de ineptos perciben unas retribuciones dinerarias superiores a lo que ningún mortal recibe, ni por que razón éstas tendrían que ser vitalicias.
Tenemos la renuncia de un caballero andaluz, concretamente un cordobés que desde hace siete años renunció a recibir dichas prebendas, pues con la pensión que como maestro recibía, veía compensados todos sus esfuerzos y decidía que aquellas cantidades se las metiera el gobierno por donde la espalda pierde su casto nombre. Vergüenza, si la tuvieran, deberían tener el resto de políticos de uno y otro bando, incluido el propio, de recibir semejante trato altamente discriminatorio en el plano más negativo que se pueda disponer.
Comprendo que lo que dejo dicho en este blog sea muy duro, difícil de aceptar, pero los medios de comunicación social del estado lo están en estos momentos proclamando a los espacios, incluso RTVE que es dependiente de un gobierno que echa sus piedras sobre el propio tejado.Yo mismo desafío a estos elementos a renunciar de sus aforamientos por lo que tanto han luchado hasta conseguir y que actualmente les cubre de algo que no se merecen: el retardo de la justicia y la posibilidad de hacer archivar cualquier resultado que vean.
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