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A la vista de lo que en el día de hoy he protagonizado, diría que aún cuando viene a ser competencia del Ayuntamiento de Alicante la vigilancia de prestaciones que un concesionario de la iniciativa privada ha de cumplir, resulta que el primero incumple con grave dejación de una fiscalización sobre el óptimo servicio que se merece cualquier ciudadano (por lo visto no es de la consideración del municipio, mucho menos de la empresa, que por cierto no estando conforme con prestar sus servicios en la ciudad, explota los de Cáceres o Badajoz, ahora no puedo recordar con precisión) repito, el ayuntamiento alicantino más que darnos un servicio público nos ofrece uno de carácter privado al que no se le fiscaliza la bondad que debe imperar en un servicio que debe prestar a la ciudadanía.
Pero paso a describir en que se formula esta denuncia pública que realizo. Será cuanto menos lo que debo someter al criterio del lector para que repruebe o acepte el contenido de este relato.
Alrededor de las 10:55 de la mañana y tras esperar 9 minutos a que viniese el autobús de la linea 3, cuando aparece resulta ser el de una unidad que presenta dos escalones y una barandilla de separación, por la mitad del acceso, que hacen imposible la introducción de un carrito de bebés, cosa que habitualmente se realiza a diario con modernos autobuses de reciente incorporación de acuerdo con la LEY 1-1998 ACCESIBILIDAD Y SUPRESION DE BARRERAS ARQUITECTÓNICAS , cosa que sería de pura lógica ya que hace muchísimos años desde su promulgación, pero en fin, siendo esto a todas luces inaceptable para un ayuntamiento que debiera mirar que sus servicios públicos fueran totalmente accesibles de no ser por una emprea (MASATUSA) que al parecer hace y deshace a su antojo sin, como antes dije, la vigilancia y supervisión municipal; resulta que su conductor observa una carencia absoluta de la debida sensibilidad que para su menester se hace preciso. Si cualquier persona con movilidad reducida hubiese querido coger el autobús, no hubiera podido llegar a cogerlo, obviamente, ante la carencia de accesibilidad, amén de no abrirle, probablemente la plataforma de acceso, pues casi ninguna la revisan o dejan de funcionar ante la falta de mantenimiento necesario.
Ante la imposibilidad de acceder con el susodicho coche del bebé, comentó mi esposa en tono interrogativo, que era la primera vez que accedía a un autobús de estas características, a lo que el conductor replicó de forma airada que debiera ser la última mucho mejor; le respondí que ojala no subiera ningún ciudadano a recibir esos insultos que dió con sus palabras proferiadas de manera poco ortodoxa para ser como es un servidor público al que se debe.
Zanjé la cosa sin más y optamos por esperar otra unidad que si fuera esta vez accesible, lo que ocurrió casi de inmediato.
Pero el colmo de mis males no viene a terminar con este incidente, no; siendo las 13´40 más o menos, volvimos a la puerta de un centro comercial a esperar el autobús que nos llevara de regreso a casa. Al poco vino nuevamente de la misma línea 3, esta vez accesible, tomamos el mismo tras pagar con nuestro bonobús, y hasta aquí todo normal..
Lo anormal sería ciando al llegar, por lo visto la hora del cambió de conductor, como no venía espero a que apareciese, y nos tuvimos que esperar más de 20 minutos hasta que, desesperados de la espera injustificada me acerqué al mismo a preguntarle si no me había equivocado de autobús pues lo había confundido con un servicio público, a la que me contestó que lo era, mi respuesta fue que no lo diría nadie. Abandonamos el mismo previa petición de apertura de puertas y cogimos otro que adelantó, como no podía ser de otro modo al anterior.
Entendemos que si esta circunstancia apareciera al inicio o final de línea, el usuario podría optar por tomarlo y esperar, o coger otro que saliese antes, pero no detener su marcha por más de 20 minutos que nos hizo perder el transbordo y por tanto tener que pagar doble por el mismo servicio que aquel conductor nos privara de hacerlo.
No pienso alargar esta denuncia que realizo ante todos vds., juzguen si no tengo razón para hacerlo, pues cuando en éstas pasadas fiestas locales hemos tenido necesidad de utilizar sus servicios debían ser hasta las 22:30 horas, yl a fiesta por lo general duran las 24 horas del día. Digánme vds. si esto corresponde a un servicio público o es privativo y sobre todo no deja de ser lucrativo al máximo.
Pero paso a describir en que se formula esta denuncia pública que realizo. Será cuanto menos lo que debo someter al criterio del lector para que repruebe o acepte el contenido de este relato.
Alrededor de las 10:55 de la mañana y tras esperar 9 minutos a que viniese el autobús de la linea 3, cuando aparece resulta ser el de una unidad que presenta dos escalones y una barandilla de separación, por la mitad del acceso, que hacen imposible la introducción de un carrito de bebés, cosa que habitualmente se realiza a diario con modernos autobuses de reciente incorporación de acuerdo con la LEY 1-1998 ACCESIBILIDAD Y SUPRESION DE BARRERAS ARQUITECTÓNICAS , cosa que sería de pura lógica ya que hace muchísimos años desde su promulgación, pero en fin, siendo esto a todas luces inaceptable para un ayuntamiento que debiera mirar que sus servicios públicos fueran totalmente accesibles de no ser por una emprea (MASATUSA) que al parecer hace y deshace a su antojo sin, como antes dije, la vigilancia y supervisión municipal; resulta que su conductor observa una carencia absoluta de la debida sensibilidad que para su menester se hace preciso. Si cualquier persona con movilidad reducida hubiese querido coger el autobús, no hubiera podido llegar a cogerlo, obviamente, ante la carencia de accesibilidad, amén de no abrirle, probablemente la plataforma de acceso, pues casi ninguna la revisan o dejan de funcionar ante la falta de mantenimiento necesario.
Ante la imposibilidad de acceder con el susodicho coche del bebé, comentó mi esposa en tono interrogativo, que era la primera vez que accedía a un autobús de estas características, a lo que el conductor replicó de forma airada que debiera ser la última mucho mejor; le respondí que ojala no subiera ningún ciudadano a recibir esos insultos que dió con sus palabras proferiadas de manera poco ortodoxa para ser como es un servidor público al que se debe.
Zanjé la cosa sin más y optamos por esperar otra unidad que si fuera esta vez accesible, lo que ocurrió casi de inmediato.
Pero el colmo de mis males no viene a terminar con este incidente, no; siendo las 13´40 más o menos, volvimos a la puerta de un centro comercial a esperar el autobús que nos llevara de regreso a casa. Al poco vino nuevamente de la misma línea 3, esta vez accesible, tomamos el mismo tras pagar con nuestro bonobús, y hasta aquí todo normal..
Lo anormal sería ciando al llegar, por lo visto la hora del cambió de conductor, como no venía espero a que apareciese, y nos tuvimos que esperar más de 20 minutos hasta que, desesperados de la espera injustificada me acerqué al mismo a preguntarle si no me había equivocado de autobús pues lo había confundido con un servicio público, a la que me contestó que lo era, mi respuesta fue que no lo diría nadie. Abandonamos el mismo previa petición de apertura de puertas y cogimos otro que adelantó, como no podía ser de otro modo al anterior.
Entendemos que si esta circunstancia apareciera al inicio o final de línea, el usuario podría optar por tomarlo y esperar, o coger otro que saliese antes, pero no detener su marcha por más de 20 minutos que nos hizo perder el transbordo y por tanto tener que pagar doble por el mismo servicio que aquel conductor nos privara de hacerlo.
No pienso alargar esta denuncia que realizo ante todos vds., juzguen si no tengo razón para hacerlo, pues cuando en éstas pasadas fiestas locales hemos tenido necesidad de utilizar sus servicios debían ser hasta las 22:30 horas, yl a fiesta por lo general duran las 24 horas del día. Digánme vds. si esto corresponde a un servicio público o es privativo y sobre todo no deja de ser lucrativo al máximo.
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