El Gobierno reitera su intención de
culminar las reformas
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Esa ha sido la causa de que me removiese del asiento al escuchar estupefacto esta afirmación tan poco afortunada. Diría que esta señora venía de la capital de España, es decir, desde Madrid, lo cual no significa que por su acento tengamos que pensar que es de allí, al parecer pudiera tratarse de alguien que viva allí pero sea de cualquier otra parte, por eso no quiero decir que sea madrilaña, no quiero que ninguno de ellos se sienta ofendido por mis aseveraciones, lo único que reclamo para mis adentros, es que se respeten los lugares a los que voluntariamente viajemos algún día, pues serán siempre los indígenas de lugar, con razón o sin ella, quienes decidan que hacer, no tenemos por que recibir criterios que no hemos pedido para que nosotros hagamos lo que otros quieran. Creo yo que los alicantinos queremos, nos guste más o menos, hacer las cosas por nosotros mismos, queremos una fiesta popular que alcance a todos los bolsillos, participativa, al pie de casa que nos resulta más cómodo y barato, y si hemos de aguantar el bullicio, ruido y demás inconvenientes de una fiesta, eso seremos nosotros quienes lo dilucidamos sin tener motivos para que nadie nos diga lo que tenemos que hacer. Creo que el natural de una ciudad cualquiera siempre merece el respeto de sus visitantes, lo quieran o no. Yo no les he pedido la obligatoriedad de hacerlo. Me molesta que nadie se atreva a recriminar algo que solo a nosotros compete. Tenía que decirlo y manifestar y así lo he hecho.
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