Desarrollar los servicios de atención a domicilio hasta cumplir el millón de horas, crear unas 1.500 plazas más de atención residencial para mayores de 65 años y sumar un total de 5.000, y generar alrededor de seis mil puestos de trabajo son algunas de las cifras que se manejan desde la consejería de Bienestar Social que dirige la vicepresidenta regional Dolores Gorostiaga para el horizonte de 2015. Se calcula que, para entonces, unas 22.000 personas requerirán en Cantabria los cuidados, en distintos grados, que garantiza la Ley de Dependencia.
Así queda reflejado en el estudio Atención a la Dependencia, un informe elaborado por la Dirección General de Políticas Sociales que fija sobre el papel las necesidades futuras en materia de servicios sociales en Cantabria. El estudio, presentado ayer refleja las proyecciones de población y personas en situación de dependencia que habrá en Cantabria en el plazo de cuatro años, localiza las áreas en que existe mayor déficit de servicios sociales y analiza qué recursos son necesarios y dónde. Y de desgranar todos los datos se encargó el director de Políticas Sociales, Julio Soto.
Aumento de la demanda
Se estima que la demanda de servicios a domicilio para mayores de 65 años tendrá un «notable desarrollo», hasta el punto de que las 670.000 horas anuales que se dedican ahora a estos trabajos se incrementarán hasta el millón de horas anuales en 2015. Para los menores de 65 años, el servicio de ayuda a domicilio se incrementará más de 100.000 horas anuales.
Un crecimiento sensible porque, según Soto, las personas con cierto grado de dependencia más que plaza en residencia lo que demandan es mayor atención sin salir de sus casas. Dentro de cuatro años, habrá en Cantabria unas 118.000 personas mayores de 65 años sobre una población total de 637.000 habitantes. Tal proyección tendría como reflejo el salto de las 17.400 personas valoradas actualmente como dependientes, a las alrededor de 22.000 que habrá para entonces.
Y para atender esa futura demanda Soto explicó que se necesitarán crear 1.500 plazas públicas más de atención residencial, con lo que la red alcanzaría a cubrir a unas cinco mil personas mayores de 65 años. El director de Políticas Sociales señaló que no será necesario promover más Centros de Día, salvo casos concretos en áreas rurales y en las nuevas residencias que se construyan, y calculó que de aquí a 2015 entre 1.500 y 5.000 personas más necesitarán ayuda domiciliaria.
Como consecuencia, el informe habla de que para atender tales demandas y necesidades sociales Cantabria precisará entre 11.500 y 13.000 trabajadores; ello supone un incremento de unos 6.000 puestos de trabajo más respecto los casi cinco mil que había a finales del pasado año.
«Tarea intensa»
El trabajo lo presentó la vicepresidenta del Gobierno, Dolores Gorostiaga, quien fijó tales metas como retos para alcanzar lo que definió como «plenitud del sistema público» en materia de dependencia de aquí a cuatro años. «Tenemos por delante una tarea intensa», dijo a los representantes de los distintos colectivos y entidades que desarrollan su actividad en este campo, «para desplegar los recursos que requiere una demanda creciente».
Gorostiaga destacó que frente a los 68 millones de euros (el 4% del presupuesto de la Comunidad) que se destinaba en 2003 a estas políticas sociales, este año se destinan 200 millones (el 9% del presupuesto). O que de las 2.600 plazas residenciales para mayores de 65 años existente hace ocho años, se haya pasado a los 6.800 de 2010. Cantabria, dijo, «se encuentra en el grupo de cabeza» de las regiones donde más personas están siendo atendidas.
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