Creo que se va haciendo necesario que, tras mi aldabonazo de ésta mañana, salga a la palestra y justifique lo que he dicho contrariamente a lo que pudiera parecer. No es que me encante meterme con las personas visceralmente, yo por que sí. Es que me indigna que gente que predica lo contrario de su práctia diaria, sea tan cínico de pretender aforarse de sus imputaciones y esconderse tras este estado privilegiado que se fundamentea, solamente, en esos ataques de gentes energumenas que solo saben hacer daño por hacerlo, no de gentes que se hacen escuchar con unos razonamientos más que estimables.
Reconozco que puedan sorprender mis palabras, pero miren si no las editoriales que llenan los diarios de una u otra procedencia y ya me diran si es que acaso exagero.
Entiendo que un partido sea honestamente un opositor respetable que actúe vigilante mirando hacia su bando contrario, aduciendo unas alternativas de las que el del que hablamos, las esconde muy bien o simplemente carece de éllas. Lo que no se puede es fomentar la duda por que lo digo yo. Siendo así que no soy nadie, más que un españolito de a pie que debe ser creible para que tros seres inteligentes le escuchan. No vale que cualquier descerebrado que siga al rebufo de su lider por que éste lo diga, sea o no una majadería aquello que manifiesta al dirigirse a sus forofos. Hemos de terminar por votar con nuestras vísceras, hemos de hacerlo inteligentemente y sin que sean comprados nuestros votos con la colocación de unas farolas más o menos, pues el chocolate del loro es un invento efectuado por algunos políticos que no tienen nada mejor que ofrecer.
Me pregunto si una persona que no sabe ni leer su propia caligrafía es merecedora de nuestra confianza. Si podemos otorgarle cierta credibilidad, cuando comprobámos que actúa siempre al dictado de un ex que jamás se ha identificado por ser respetuopso con el cargo que un día obtentó, y del que el propio pueblo engañado lo quioso destituir de su responsabilidad. Pues no es nada responsable sus actuaciones, me lo parece a mí.
Afortunadamente resulta ser de un gran alivio el no tener afiliación por ninguno de los partidos políticos dentro del arco parlamentario español. No es que carezca de ideología política, eso si que no; la tengo, pero es de una facción extraparlamentaria que jamás estará, por voluntad propia y decisión mayoritaria, sentado ante un parlamento el que no representa al pueblo, solamente lo hace con el capital, quien agazapado y en las voces de éstos imputados del tres al cuarto, admistran malamente unos recursos que recaudan por medio de la hacienda pública española.
Deseo que se respeten los derechos de quienes ya sean conservadores o prograsistas, con unos razonamientos más o menos lógicos, con su propio criterio, pues las ideas que no se deben fusilar, no son más que eso, ideas. Y las nuestras, sean de las que sean, bien pudieran estar equivocadas, digo yo, pero núnca censuradas por alguien que actúa al dictado de un vulgar dictador. ¡No se si me entendéis! o quizás no me explique todo lo convenientemente en estos casos.
Quienes somos dependientes hemos de luchar por que nuestros derechos sean igualmente respetados por nuestros administradores, ya sean de la orientación ideológica que sean, pues no podemos ahora ver si somos progresistas o conservadores, solo somos eso, dependientes, unos por edad y otros por que quienes así lo quisieron nos metieron a todos dentro de la misma Ley, que somos los que pertenecemos al grupo de discapacitados o los diverso funcionales como otros prefieren que les llamen, en fin que sea cual sea solo pretenden incluir a quienes hemos tenido ese signo en nuestras vidas; solamente faltaría que un meapilas cualquiera nos pretenda negar ahora lo que a bombo y platillo proclamaron a los cuatro vientos de su bondad. Y claro está, pienso si los jubilados tienen algo en común con los más desfavorecidos de la naturaleza, que somos todos nosotros. Con mis respetos a los mayores quienes trabajaron un día por nuestra sociedad de forma altruista, unos, y obligatoria, los otros. Ya va siendo hora que a todos nos vean en la calle defendiendo nuestros intereses colectivos, mientras que los políiticos ya se encargarán en mezclarnos churras con merinas con tal de vernos discrepantes. Los unos y los otros nos veremos juntos reclamando nuestros derechos, ahora que el tiempo nos resulta más favorable hacia el que vamos, y no harán que el frío nos lo impida más.
Solamente quería aclarar un poco las dudas.Yo no me escondo absolutamente para nada. Al firmar lo hago responsabilizándome yo solo. No quiero parapetarme, como otros lo tienen por costubre hacer, en las siglas de una Plataforma en defensa de la Ley de Dependencia de Alicante, a la cual pertenezco y en la que no fue necesaria mi afiliación a partido alguno. Como a nadie por esa mera diferencia de critero.
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